La misoginia, su impacto y fruto, y la obra de Cristo para eliminarla.
Un estudio contemplativo sobre las inequidades socioculturales históricas en las relaciones entre los hombres y las mujeres. ¿Qué dice la Biblia sobre el valor de la mujer, y su lugar en la sociedad y en el Cuerpo de Cristo?
Por: Dr. Prince Maurice Parker
Tabla de Contenido:
- Abstracto
- Definición del tema
- El machismo
- Los efectos de la conquista española
- El ejemplo de la cultura mejicana
- La caliginefobia
- La misoginia
- Visto en el ámbito filosófico
- En el ámbito de las religiones mundiales
- Influencias culturales
- El budismo
- Su influencia sobre la cultura
- El hinduismo
- Sati (Suttee)
- El islam
- El judaísmo
- Un concepto fundamentalmente judeo-cristiano
- ¿La Misoginia en la Biblia?
- Dina
- El segundo caso
- El tercer caso
- Concubinas y concubinatus
- El valor de la vida de una mujer
- La Ley de Moisés
- ¿Qué dice esto de Dios?
- ¿Qué dice la Biblia sobre el lugar de la mujer?
- La mujer
- En el principio
- Las siete cosas que vemos en este pasaje
- El principio del reconocimiento de carencias
- El significado de Adán
- ¿Qué es lo que aprendemos de esto?
- Lo que el pecado arruinó
- Dos palabras: Deseo y señorear
- ¿Qué es esto de “deseo” y “enseñorear”?
- He aquí, donde nace el conflicto
- La aplicación
- Sinopsis del tema en el Antiguo Testamento
- La mujer en el Nuevo Testamento
- La iglesia en corinto
- ¿Mandato universal, o una exhortación puntual?
- La exhortación de Pablo a Timoteo
- Una proclamación profética de la mujer en el ministerio
- El diaconado
- Conclusión
- Biblias de Referencia
- Bibliografía Recomendada
Abstracto
Este trabajo consiste en un escueto recogimiento investigativo sobre los diversos aspectos de la misoginia y el machismo, sus definiciones y las diferencias entre los dos, a partir del cual, a grandes rasgos, se ha realizado un análisis del impacto de estos fenómenos en las filosofías, religiones, sociedades y culturas más expansivas e influyentes en el mundo.
De esta manera, la indagación gráfica incluye un marco referencial en el que se observa el contexto, el ambiente y los antecedentes referenciales de la cultura misógina que ha dominado nuestra sociedad, tanto secular como religiosamente, así como un marco teórico donde se marcarán cada una de estas evidencias con una base en compendios sostenidos. Sobre todo, se ha intentado investigar, de forma concisa, la apariencia de una indiscutible misoginia en la Biblia y la aparente aprobación y apatía de Dios tocante la misma.
La metodología que se ha empleado para llevar a cabo la investigación fue el análisis de datos en escritos históricos, filosóficos, sociológicos, sicológicos y religiosos, incluyendo de textos las Sagradas Escrituras. Se ha buscado examinar, brevemente, sus patentes evidencias con sus efectos universales en las sociedades a través de la historia, las filosofías, y su dominante aspecto en algunas de las más grandes religiones mundiales y las culturas que la han influido.
Se ha hecho una escrupulosa exégesis de algunos pasajes pertinentes de la Tora y porciones del Evangelio y otras partes del Nuevo Testamento. Los resultados del análisis permitirán detectar una contundente y viable explicación de la presencia de Dios en lo que ha sido, y lo que no ha sido Su voluntad y obra en la historia de la humanidad, y el mensaje histórico de las Sagradas Escrituras para así, dar una harmonía al mensaje de la obra redentora y restauradora de la muerte y resurrección de nuestro Señor Jesucristo con lo que leemos en las mismas.
Se manifestará que Jesucristo ha venido a librar la humanidad de la maldición que ha destruido la relación entre el hombre y la mujer y que Sus enseñanzas iluminan el entenebrecido entendimiento del hombre. También, con el mismo contexto, podremos ver algunos de los textos mosaicos y paulinos con más claridad el entender ciertos aspectos del glosario hebreo y griego empleado en las Escrituras.
Introducción:
“… y tu deseo será para tu marido, y él señoreará sobre ti” (Génesis 3:16 RVG)
Este estudio es presentado como una sinopsis, y no un intento de ser exhaustivo con el tema. Ciertamente ya hay una buena cantidad de libros escritos al respeto con propósitos Cristo céntricos. No obstante, es necesario hacer un breve desglose investigativo sobre este asunto tan pertinente para la iglesia del siglo XXI.
A través de la historia humana vemos innegables evidencias de la misoginia en la sociedad humana; la mujer es tenida como inferior al hombre con el concepto de que siempre debe ser incuestionablemente subyugada a él pública, y privadamente. Lamentablemente, de una manera histórica y extensa, esta ideología, en muchos de los ámbitos ortodoxos, generalmente, no ha sido vista como cosa negativa en la iglesia. Antes bien, ha sido promovida y entendida como el debido orden de la vida con la añadidura de la idea de que, hasta la naturaleza orgánica lo afirma con sus evidencias apoyadas por Dios mismo.
El día de hoy, como integrantes de una cultura del siglo 21, muchos se estiman superiores a esta noción primitiva, y debe ser admitido, que algo de avance se ha hecho. No obstante, ¿es verdad que hemos concluido que esta es una percepción neandertálica? Sin entender el origen de la misoginia, y la razón de su arraigo en la cultura humana, estamos destinados a caer continuamente en esta plaga nefasta sociocultural.
El machismo
Es importante entender que no debemos confundir la misoginia con el machismo. Muchas veces, el machismo existe para afirmar el concepto andrizomaico[2] principalmente en la mente del mismo protagonista, y para grabarlo, como si fuera a la fuerza, en las mentes de los demás a su alrededor. El machismo no se limita a la relación entre el hombre y la mujer. Los machistas tienen el hábito orgánico de manifestar su virilidad unos a otros con un continuo exhibicionismo entre ellos para comprobar su machismo.
Citando una definición acertada de un colega, el Dr. Juan Carlos Fernández Méndez, del departamento de psicología de la Universidad de A Coruña en una comunicación personal, dijo:
[el] «machismo» y «misógino» no son sinónimos. El machismo hace referencia a un estilo o una forma de concebir la vida en relación con el sexo, y que marca un claro predominio del hombre hacia la mujer. De hecho, sin entrar en matices más técnicos, la Real Academia de la Lengua Española define el machismo como la actitud de prepotencia de los hombres respecto de las mujeres. Se trata de un conjunto de prácticas, comportamiento y dicho que resultan ofensivos contra el género femenino. El machismo puede derivar en una forma de violencia contra la mujer y, en bastantes ocasiones, en las iglesias evangélicas lo hace de forma muy sutil bajo la interpretación inadecuada de texto: «la mujer se salvará engendrando hijos» (1 Ti. 2.15), «la mujer calle en la congregación» (1 Co. 14.34), entre otros.”[3]
Estoy plenamente de acuerdo con él en muchos puntos, especialmente en el hecho de que hay una gran distinción entre el machismo y la misoginia. Nuevamente, se debe indicar que grandes distinciones delinean los contrastes entre las dos actitudes.
En Méjico, por ejemplo, los chistes del machismo abundan. Se cuenta de la vez que dos machistas se encontraron en la playa. Después de unos tragos de valentía líquida, se retaron uno al otro para ver quién aguantaba más tiempo bajo el agua. Bueno, los dos terminaron ahogándose.
El machismo se manifiesta, mayormente, de manera personal y dentro de un ámbito de interacción personal, local, y familiar. También se muestra con las implicaciones directas que llevan sus secuelas en las relaciones damnificadas; sean dichas relaciones con hombres o mujeres. Al final, muchas veces, el machista recibe un daño, a veces aparentemente, irreparable, provocado por la arrogancia de las acciones y actitudes provocadoras. Los resultados negativos llegan sin haber dejado ningún beneficio valioso que sea duradero.
Una sociedad, y, por ende, una cultura entera, pueden ser machistas, e irónicamente, de una u otra manera, todavía mantener algún respeto en relación con la mujer. Un caso ejemplar es, nuevamente, el país de Méjico, aunque se puede ver también, en un gran número de países iberoamericanos y caribeños.
Los efectos de la conquista española
Por siglos los sistemas educativos católicos llamaban a la Conquista, una conquista de amor. La evidencia que presentaron era el mestizaje de los nativos indígenas iberoamericanos. Sin embargo, lo que no tomaron en cuenta, conscientemente o por ignorancia, era que todos los barcos de los conquistadores solamente llevaban hombres como ocupantes.[4]
Tal era el caso a menos si el barco llevaba un encargo de esclavos, como con el barco “La Amistad.”[5] España era responsable por un 17.5% de los africanos secuestrados de África y llevados a las Américas como esclavos.[6] En los casos del tráfico de esclavos,[7] tenemos lo que se puede clasificar como los primeros registros en las Américas del comercio de esclavos sexuales siendo la violación de las esclavas una práctica común y corriente.
Excluyendo a los barcos “negreros” y considerando solamente los barcos que llevaban a los conquistadores, tenemos una situación muy disímil. Como resultado de la ausencia de mujeres en los navíos españoles durante la travesía transatlántica, cuando llegaron para la ocupación, grandes cantidades de los hombres autóctonos eran exterminados en masa, y las mujeres violadas y dejadas en cinta.
La consecuencia de esto era que, por varias generaciones, cientos de miles de niños nacieron y fueron criados en hogares sin padres, porque todos los conquistadores volvieron a España o Portugal para reunirse con sus esposas y familias. Teniendo casi una civilización entera por varias generaciones con hogares sin la figura paterna. Al ser criados los niños en hogares sin la presencia de una figura paternal favorable, los hombres asumieron que la ausencia varonil era la norma. No existía una memoria propia de una cultura en que ambos padres realizaron un papel activo en la crianza de los hijos. La historia y la sociología nos enseñan que una costumbre cultural puede ser borrada del todo en una sola generación. Dándole dos generaciones o más, dicha costumbre podrá pasar del todo al olvido.
Estos jóvenes ahora criados en una sociedad “orphanus sine patre”[8] llegaron a ser una cultura para sí mismos y establecieron una sociedad que fue, fundamentalmente, formada sin la presencia participativa del padre en el hogar. Estos jóvenes, siendo fisiológicamente más fuertes que las mujeres de la casa, por medio de la fuerza física y la brutalidad usurparon la autoridad de la casa y mantenían un poder autocrático en el hogar. Y, he aquí, tenemos el nacimiento de una sociedad machista.
Este concepto despótico venía con todo el apoyo, en su mayor parte, de la iglesia católica que enseñaba y afirmaba que, a causa del papel de la mujer en la caída en el pecado, ella ahora debía incuestionable sometimiento al hombre, y que él era la autoridad absoluta del hogar.[9] Sí, o sí, la mujer tenía que someterse a él. Esta postura autócrata venía sin las correspondientes obligaciones de amorosa atención y cuidado de los súbditos… en este caso, la familia.
Uno de los primeros países de la conquista, que también resulta ser el país más grande en extensión y habitantes de la conquista española, es Méjico.
Uno de los primeros países de la conquista, que también resulta ser el país más grande en extensión y habitantes de la conquista española, es Méjico. Hasta el día de hoy, Méjico refleja una plétora de síntomas socioculturales y algunas pautas estridentes a causa de la influencia y resultado de la conquista. Uno de los resultados es una actitud de amargura y resentimiento mezclado con un antitético respeto y amor hacía España.
El ejemplo de la cultura mejicana
No obstante, dado todo esto, aún encontramos que la cultura mejicana, en sí, es, indudablemente e intrínsecamente, matriarcal. Esta pauta efímera lleva un pequeño espejismo de algo positivo. Para ellos, la Guadalupana[10] es una figura digna de toda fidelidad; históricamente, hasta el punto de, literalmente, sufrir o morir por ella para ganar su favor. Paradójicamente, para esta culta machista, la Guadalupana es la máxima figura matriarcal echando una luz brillantemente religiosa sobre el respeto reverencial a las madres.
Dado todo esto, hasta el día de hoy encontramos que la cultura mexicana, de una manera intrínseca, es sin duda, matriarcal. Esta es una lustrosa, aunque efímera chispa, y tiene un espejismo de algo positivo. Para ellos, “La Guadalupana” es una figura de toda fidelidad, hasta el punto de sufrir y morir para ganar su favor. La Virgen de Guadalupe, paradójicamente, es la máxima figura materna y brilla una luz refulgente de respeto y reverencia para las madres.
Se enseña el primer milagro del ministerio terrenal, de las bodas de Canaán, con el recalco de la petición de Su madre. Dicen que, si Dios obedeció la voz de Su madre, La Virgen María, que nosotros, también, lo debemos hacer. Siendo que la Virgen María es una figura materna, y la rendimos homenaje, lo mismo debemos hacer con nuestras madres.
Así que, interesantemente, las madres de los hombres adultos, una vez casados, son tenidas en sumo respeto y honor. No obstante, las esposas no suelen gozar del mismo privilegio. A menudo, las comparan, negativamente, con sus madres, y las esposas no llegan a la talla. Con todo, muchas veces, incongruentemente, aunque no respetan a sus esposas por ser sus esposas, las respetarán por ser la madre de sus hijos.
La caliginefobia[11]
La sicología humana es un asunto delicado en que, muchas veces, las manifestaciones de actitudes y acciones están motivadas por cuestiones completamente contrarias a lo exhibido.
En esta categoría tenemos la caliginefobia. La caliginefobia, que también puede ser conocido como «venustrofobia» o bien, el «complejo de Licea» es un término clínico para un miedo exagerado o irracional de lo que el enfermo podría considerar como mujeres hermosas. La palabra caliginefobia viene de la raíz de las palabras griegas kalos (καλός) y gyne (γυνή), que significan “hermosa” y “mujer o esposa”.
Estas fobias son heterosexuales y pueden ser experimentadas tanto por hombres, como por mujeres. Aunque las manifestaciones externas son distintas entre los dos sexos, sí, las mujeres lo pueden experimentar esta fobia. Las mujeres lo pueden exteriorizar con celos o envidias, y agresiones y los hombres con señales de aversión o agresión.[12]
Aunque parezca raro, esta fobia es más propensa de manifestarse en las mujeres antes que en los hombres. Por lo tanto, desde una temprana edad, vemos camarillas de muchachas adolescentes que hierven con celos y otras formas de animosidad contra otras bandadas de jóvenes. Esta rivalidad frecuentemente nace del miedo secreto de ser hallada menos atractivas que las otras catervas de chicas.
Con la reacción de aversión o agresión que experimentan los hombres con el Complejo de Licea, se puede esperar que se encuentran tanto en el machismo como en la misoginia. No obstante, no debemos concluir que la misoginia esta irrevocablemente conectada con la manifestación de la caliginefobia.
Estas fobias producen pánico en los que sufren sus efectos. Esta reacción de “pavura” les hace sentir obligados a distanciarse de sus familias, o sus círculos sociales. También este síndrome es asociado con la ginofobia, que es un temor de las mujeres sin considerar su aspecto físico.
Existe, también lo que se llama la ginofobia[13], que podría ser confundido con la timidez. Antes se refería a este síndrome con el término del latín de “horror feminae.”[14] En contraste, la caliginefobia y la misoginia, al contrario, a la timidez, y que no debe ser confundido con la homosexualidad, es un problema mental y espiritual mucho más profundo.
Los caliginefobicos manifiestan los mismos síntomas que cualquier fobia. En algunos casos, estos síntomas se puedan manifestar con una simple fotografía o película. Muchas veces la venustrafobia es el resultado de una experiencia traumática o problema provocado (con o sin intenciones) por una chica o mujer, y el cerebro, tal como reacciona con cualquier aversión, induce la reacción de defenderse o huir de cualquier cosa que presenta un peligro eminente.
De manera que, la caliginefobia se encuentra entre el machismo y la misoginia. La misoginia no está atada a la manifestación de «caliginefobia», y la actitud misógina es precisamente lo que creo que las mujeres han sufrido horriblemente a través de la historia en todo el mundo y en ‘casi’ cada cultura, raza, y grupo étnico. Irónicamente, a menudo, son las mujeres que son estimadas como bonitas, bellas, o hermosas que son, más frecuentemente, víctimas de maltratos de los hombres.
La misoginia
En cambio, la misoginia es un enfoque cien por cien sobre la relación e interacción entre el hombre y la mujer y/o las mujeres. En algunos sentidos, puede manifestarse de la misma manera que el machismo, pero con un enfoque de lupa específicamente antifeminista. Aunque fuera simplemente por su definición, de ninguna manera se podría manifestar la misoginia con los hombres. Además, se refleja de una manera más extendida siendo realizada como un factor dominante en la cultura y sociedad sin atributo alguno de positividad.
En las evidencias de registros escritos o gráficos que tenemos de la gran mayoría de las civilizaciones, vemos que la misoginia ha permeado cada aspecto de las civilizaciones que han existido, y que existen hoy. Dicha ideología ha sido y es inculcada intrínseca y sociológicamente dentro las culturas y la mentalidad de las masas. Tal saturación ha sido tan consumada que es asumida como plenamente normal y religiosamente fiel.
Por esto mismo, y en reconocimiento de este fenómeno los griegos y romanos fomentaron leyendas sobre la panacea mitológica de la civilización de las guerreras amazonas; una sociedad fuerte e independiente y totalmente libre de influencia y dominio varonil. Lo interesante de ellas es que, hay leves evidencias de que no todo de lo que menciona de su existencia es leyenda.[15]
En 2012, el Dr. Fernando Quesada Sanz, director del Departamento de Prehistoria y Arqueología de la Universidad Autónoma de Madrid, escribió un artículo para una colección de estudios[16] para la mencionada institución tocante a los hallazgos arqueológicos de las tumbas de las amazonas y sus armas.[17]
Visto en el ámbito filosófico
La filosofía griega está atestada con la misoginia y misóginos reconocidos. Algunos atribuyen el origen del término misógino a los filósofos históricos como Hesíodo y el estoico Antípatro de Tarso, o los más recientes como Friedrich Nietzsche en cuanto a sus criterios sobre las mujeres. No obstante, nuestra concentración estará sobre algunos de los que marcaron fuertes pautas como lo fueron Platón y Aristóteles.
Platón, en lo que algunos alegan que es su mejor discurso, “La república”, da la ilusión de que él creía en la igualdad social y política de la mujer. Al leer sus palabras superficialmente, pensaría uno que él estaba muy avanzado y liberal para su tiempo.
Sin embargo, al examinar su interpretación de dicho valor, concluyó que la mujer valía mucho para prepararse para un hombre de excelentes características para reproducir hijos perfectos con el fin de la mejora de la sociedad. La mujer sirve para la cama y la cocina. Es decir, que la mujer era considerada únicamente como un ser para la propagación de la especie y no como una persona con derechos humanos y civiles. Es más, la evidencia de que nunca tuvieron una mujer como discípula o alumna en sus escuelas nos indica que no las veían con igualdad o como un ser con las mismas oportunidades de participación que el hombre.
El Dr. C. D. C. Reeve, el distinguido profesor de filosofía de la Universidad de Carolina del Norte en Chapel Hill, menciona en su libro, “Women in the Academy: Dialogues on Themes from Plato’s «The Republic,” (Las mujeres en la academia: Diálogos sobre temas tomados de “La República” de Platón) habla de dos mujeres que estudiaron con Platón en su academia, Lastenia de Mantinea y Axiothea de Fliunte. desafortunadamente, casi siempre tenían que vestir como hombres y despistar a los otros alumnos para salir con su atrevida búsqueda de aprendizaje.
Es entendido que la ausencia de evidencia no iguala a la evidencia de ausencia. Sin embargo, si él era, de verdad, un liberal en este aspecto, la presencia de controversia de estos argumentos en su discurso no debe tener el lugar que tienen. Esta verdad, junto con el hecho de que no encontramos más evidencias de mujeres entre sus discípulos o estudiantes en sus escuelas, de alguna manera muestra que él no veía a las mujeres como iguales dignos de las mismas oportunidades de una plena asimilación igualitaria con los hombres.
No obstante, filósofos, como Epicuro, admitieron en sus escuelas a esclavos y algunas mujeres. La condición de las mujeres, y las relaciones que debían mantener con ellas, dieron lugar a posturas encontradas entre los filósofos de la Grecia clásica.[18]
Algunos mostraban una actitud misógina visceral. En esto encontramos al cínico Diógenes, que exclamó, al ver a unas mujeres ahorcadas en un olivo: «¡Ojalá que todos los árboles dieran este fruto!».[19] En otra ocasión, una meretriz aseguró al filósofo Aristipo que estaba encinta de él, pero éste le espetó:
«Tanto sabes tú eso como con qué espina te has pinchado cuando caminas por un campo lleno de ellas»; y como la mujer le reprochara que [había] engendrado, Aristipo la atajó desabrido: «¡También criamos piojos; y bien lejos que los arrojamos!»[20]
En cuanto al peso total de sus obras, Aristóteles hace muy pocas referencias acerca de la mujer. Con todo, lo que se puede afirmar es que sus escritos concuerdan con la prevaleciente idea de que la mujer no tenía ninguna voz de importancia, sino que era sencillamente funcional a los fines del hombre. Al indagar sobre los orígenes de la sociedad, llega a la conclusión de que el propósito principal de las mujeres se halla en la unión de los sexos para la reproducción. De aquí surge la familia, en donde cada sexo tendrá funciones específicas a partir de su propia naturaleza. Para él la mujer es un ser reproductivo y el varón un poseedor administrador.[21]
En el ámbito de las religiones mundiales
En cuanto a las religiones mundiales, una cantidad incontable de libros se ha escrito sobre el tema. Con todo, de una forma muy escueta, solamente mencionaré algo de las historias y posturas de cinco de las religiones más grandes.
Al cubrir simplemente cinco de las religiones mundiales, se podría pensar que es muy poco en comparación a la cantidad de religiones que existen, y tendría mucha razón. Con todo, con estas cinco religiones, cubriríamos casi el 85% de los habitantes del mundo, juntamente con una gran perspectiva de las influencias en su historia y cultura.
Influencias Culturales
A menudo es problemático determinar cuánta influencia ha tenido una cultura sobre una religión, o si la religión ha sido el factor determinante sobre la cultura. Es pertinente hacer la pregunta si la religión profesa provenir de Dios, un dios o dioses. Es imperativo saber esto, porque si la sociedad ha dictado la religión, dicha cultura se ha impuesto su importancia sobre cualquier inspiración espiritual de dicha Deidad, deidad, o deidades. Si el credo es meramente un conjunto de decretos, enseñanzas, leyes y reglas, o “códigos morales,” tal como una filosofía, o la premisa del budismo, esto cambiaría como podríamos aplicar nuestra sindagación de su influencia. Hasta puede ser que esta pesquisa sea inaplicable.
En cuanto a las filosofías, hay una plétora de consideraciones para tomar en cuenta para ver si esta inquisición sea aplicable o no. No obstante, de una manera muy amplia y con un sentido general, para este punto, ellos pueden ser excluidos de esta averiguación.
El budismo
En cuanto al budismo, aunque su propósito principal no confiesa ser de influencia divina, es, y ha sido practicado más como una religión que como una filosofía, y Siddhartha Gautama (Buda) mismo es reverenciado como una deidad. Por lo tanto, justifica este enfoque aquí.
El budismo es tanto una religión como una filosofía que trata de ofrecer una solución espiritual al sufrimiento humano. Se basa en las enseñanzas de Siddharta Gautama (563-483 a.C.) conocido como Buda.[22] Buda no es un dios, y nunca habló de Dios como tal. No obstante, a través del curso del tiempo, sus seguidores han hecho de él, un dios. Supuestamente, es un representante de alguien que llegó al nirvana. Hay que entender que la biografía de Buda se basa en gran parte en leyendas, y mitos, la mayoría de los cuales no pueden ser comprobados históricamente.
En teoría, el Buda dejó muy claro que tanto las mujeres como los hombres podían alcanzar la Iluminación y las admitió en la orden monástica de ese entonces como bhikkhunis; algo que era totalmente revolucionario en aquella época.
Sin embargo, en la práctica surge una paradójica posición. Se cuenta que el Buda se mostraba reticente a incorporar a las mujeres en la orden y que sólo lo permitió cuando Ananda (su fiel asistente) se lo pidió por tercera vez. Cuando las admitió, estableció una serie de preceptos particularmente para ellas.[23]
En las escrituras Mahayana figuran ciertos ejemplos en que se manifiesta que la naturaleza femenina es inferior. Sin embargo, en la misma obra aparecen algunas narraciones sobre mujeres jóvenes que reprenden y desconciertan a ancianos monjes venerables por no reconocer la destreza de la mujer para enseñar las doctrinas. Con todo, hasta el día de hoy, ocupan un nivel “inferior” dentro de la organización monástica.[24] Aun en el linaje de ordenación bhikkhuni, como en todas las comunidades budistas, la posición de la mujer es considerablemente “inferior” dentro de la organización de los monjes ordenados que viven (al menos así parece) de acuerdo con los antiguos códigos monásticos. Las comodidades de que disfrutan son escasas, por no decir inexistentes.[25]
Su influencia sobre la cultura
Al dialogar sobre las religiones mundiales, es indispensable reconocer cualquier aspecto posible de las atribuciones positivas que muchas religiones dejan en las sociedades bajo sus influencias. No obstante, al considerar nuestro tema, debemos tomar en cuenta el reflejo e implicaciones del budismo sobre la misoginia en las culturas bajo su dominio.
¿Qué ha surgido como repercusión de haber abrazado el budismo, taoísmo, confucionismo y semejantes ideologías orientales? Una de las cosas que hemos visto ha sido una práctica cruel que se ocupaba de sujetar a la mujer, y que se llamaba “pinyin chánzú,” “pies de medialuna,” o “pies de loto,” que fue abolida en el siglo XX. Esta tortura, específicamente dirigida a las mujeres, duró más de mil años hasta ser finalmente prohibida. La modernidad y las diferentes ideologías que dominaban el mundo hicieron parecer esta tradición antigua como algo aberrante.
La Dra. Ann-Marie Wilson, en su excelente artículo titulado, “Cómo los métodos utilizados para erradicar la práctica de pies de medialuna en la China podrían ser empleados para eliminar la mutilación genital,” en, El diario académico de los estudios del género,[26] dice:
La violencia del género afecta a las mujeres en la mayoria de las sociedades. La práctica de vendar los pies en la China existió por casi mil años y fue visto como señal de hermosura y un atributo deseable para el matrimonio. La mutilación de la genitalia femenina (MGF) ha existido por más de dos mil años, y afecta a 140 millones de mujeres a través de cuarenta países. Ambas prácticas tienen paralelos y son estudiadas históricamente, geograficamente, y por sus consecuencias sobre la salud femenil.[27]
Otra pauta paralela que Podemos añadir a este estudio es que estas prácticas se realizan en grupos profundamente religiosos según la interpretación y adherencia a su religión. Se puede atrever a decir que es muy posible que las interpretaciones que estos grupos de sectas religiosas interpretan o implican su sistema de creencias desacertadamente. Con todo, el factor común es su entendimiento de su fe y cómo se debe vivir.
La Dra. Amanda Foreman, al escribir de esta costumbre para la Revista Smithsonian, nos informa que, “… la práctica del “pinyin chánzú” lo hace gráficamente claro, que la presión sociocultural en la China así subyugaba a las mujeres.”[28] A los cinco años de edad, las niñas eran sujetadas al “pinyin chánzú.”
Aunque hay muchas leyendas sobre exactamente cómo y porqué la costumbre comenzó, esta práctica mantuvo a las mujeres en una postura sumisa y las forzaba a caminar siempre detrás de los hombres a causa de sus pies diminutos. No obstante, durante las guerras del sur este de Asia en Vietnam, Camboya, y Laos, que duró casi cincuenta años, este concepto perdió su popularidad a causa de los campos de minas. Estos campos provocaron a los hombres a mandar a las mujeres delante de ellos cuando cruzaban las zonas de peligro para saber dónde estaban las minas.
El hinduismo
En el hinduismo, la mujer tiene muy poco valor. En su gran mayoría, la India es un país predominantemente hindú. El hinduismo ha fomentado casi cada aspecto de su cultura e historia. No obstante, conforme a las estadísticas la ONU, como un reflejo de esta influencia, “La India es el cuarto país más peligroso del mundo para nacer mujer, solo superado por Afganistán, la República Democrática del Congo y Pakistán”.[29] La ONU pone número a esta tragedia: “los feticidios, infanticidios y feminicidios han hecho que hoy falten en la India 50 millones de niñas.”
- Las que trabajan en la industria o servicios, reciben un 78% cien menos de salario que los hombres.
- Cada seis horas, una mujer joven casada muere quemada, a golpes, o es llevada al suicidio por el abuso emocional de su marido.
- Según la Fundación Vicente Ferrer, hasta 447 millones de mujeres indias viven en zonas rurales y, a pesar de ser las principales productoras agrícolas del país, no poseen ningún control sobre la propiedad de la tierra y la agricultura[30].
Sati (Suttee)
Bajo el hinduismo, se practicaba el rito que se llamaba satí o suttee.[31] La palabra se origina en la leyenda de la diosa Satí (uno de los 300,000 dioses de la India), esposa del dios Shiva en la mitología hinduista. Este rito es un acto de la inmolación de una viuda al dejarse quemar viva con el cadáver del esposo, o a la fuerza. Realizaban el satí en la India y la China.
El 4 de diciembre de 1829 marcó la fecha de la abolición del sistema del satí en toda la India. Es una de las contribuciones mayores que han dado los misioneros cristianos a su sociedad. Aunque es notable entender que Raja Ram Mohan Roy era la persona que encabezaba la campaña, a su lado estaban misioneros evangélicos como Guillermo Carey, quien se opuso y luchó vehementemente por su abolición por veinticinco años.[32]
El islam[33]
En el islam, aunque la Sunna exalta a la mujer diciendo que «el paraíso se encuentra en los pies de las madres», los hombres posean el mando de la familia y la unidad religiosa. Cuando las mujeres se rebelan es porque los hombres han dejado de lado su tarea como hombres y han perdido su virilidad volviéndose afeminados. Por ello, son tan duros con sus mujeres, porque la debilidad de ellas es un contraste a su masculinidad. Así es exactamente la manera que define el machismo. No obstante, con el islam se extiende para ser regla y norma intolerante de la sociedad convirtiéndose en la misoginia.
El sura 4:34 del Corán dice:
Los hombres son responsables del cuidado de las mujeres en virtud de lo que Dios les ha concedido en mayor abundancia a ellos que a ellas, y de lo que ellos gastan de sus bienes. Y las mujeres virtuosas son las verdaderamente devotas, que guardan la intimidad que Dios ha [ordenado] que se guarde. Pero a aquellas cuya animadversión temáis, amonestadlas [primero]; luego dejadlas solas en el lecho; luego pegadles; pero si entonces os obedecen, no tratéis de hacerles daño. Ciertamente, ¡Dios es en verdad excelso, grande![34]
Ayaan Hirsi Ali, en su heroico libro “Yo acuso”[35], informa al mundo del sufrimiento de la mujer bajo el islam. Entre ellos está la ablación del clítoris, la lapidación por infidelidad, o por sospecha de infidelidad, la decapitación pública[36], los malos tratos… y sigue la lista. En Arabia Saudita la mujer no es considerada, ni siquiera, digna de conducir un coche – es ilegal.
El marido puede tener hasta cuatro mujeres, siempre y cuando pueda mantenerlas a todas. No obstante, puede disponer de todas las concubinas que quiera y pueda mantener también. Eso incluye los hijos de sus esposas y concubinas.
La mujer musulmana no puede casarse con un hombre no-musulmán. Con todo, el hombre musulmán sí puede casarse con una mujer no-musulmana. Una de las esposas de Mohamed era una cristiana,[37] y otra era judía.[38] El raciocinio para llegar a esta conclusión es que, siendo que el hombre tiene el derecho para el abuso físico, con su fuerza y violencia, hará que la mujer no-musulmana se convierta al islam. Una mujer musulmana no tendría el mismo poder sobre el hombre. Del mismo modo, el hombre puede ser adúltero con mujeres solteras (pero con las casadas no). En cambio, la mujer sólo puede mantener relaciones sexuales con su marido.
El conocido velo es para las mujeres musulmanas la representación de su honra. Las hace inaccesibles, puras, respetables. Los hombres no pueden verlas y con ello imaginar situaciones impúdicas. Aquí vemos algo que veremos con más detalle posteriormente: Aunque el hombre puede ser un libertino en sus actos interiores y exteriores, si una mujer es violada, de una u otra manera, es culpa de ella.
El judaísmo[39]
Primeramente, debo mencionar que, para hablar del judaísmo, tenemos que considerar lo que se presenta tanto en la Biblia hebrea, o sea, el Tanac, que se divide en tres partes: Tora, los Escritos, los Profetas. Además, tenemos que tomar en cuenta el Talmud. La Tora, o sea, el “Pentateuco,” son los primeros cinco libros del Tanac y la Biblia cristiana. La Tora contiene los 613 mandamientos y es el todo de la ley judaica con sus tradiciones.
También tenemos que incluir el Talmud (תַּלְמוּד)[40]. Hay dos versiones de estos escritos: el Talmud de Jerusalén (Talmud Yerushálmi, también conocido como el Talmud Palestino), y lo que vino después, pero lo que algunos consideran más prevalente, el Talmud de Babilonia (Talmud Bávli). El Talmud es conocido como la Ley Oral, y es uno de los manuscritos más valiosos del judaísmo ortodoxo. Talmud es la palabra hebrea por “aprendizaje,” y es, a veces, mencionado como las seis órdenes, o libros, del Mishnah. El Talmud contiene la historia de la religión judía y sus leyes y creencias. Es la herramienta básica para aprender la ética de las costumbres de su religión.[41]
Un concepto fundamentalmente judeo-cristiano
Es imprescindible que entendamos que las Escrituras nos enseñan que Dios puso la mujer (es decir, la esposa,) bajo el amoroso cuidado del varón, o sea el esposo, tal como puso lo demás de la creación bajo su “cuidado” y “protección.” Las palabras claves son “cuidado”[42] y “protección,”[43] y no “bajo.” “Entonces el SEÑOR Dios tomó al hombre y lo puso en el huerto del Edén, para que lo cultivara y lo cuidara” (Genesis 2:15 LBLA).
El hecho de que tomó la costilla es importante notar. Creo que es más significativo que una referencia de expresión poética decir:
“¡Cuídate mucho de hacer llorar a una mujer, pues Dios cuenta sus lágrimas! Dios no tomó uno de los ocho huesos del cráneo para que la mujer se enseñorease de él. Tampoco tomó uno de los veintiséis huesos del pie para ser pisoteado por él. Sino que lo tomó de una sus veinticuatro costillas, cerca de su corazón para ser amado por él, y bajo el brazo para ser protegido por él.”
Algunos dicen que esta cita loable proviene del Talmud. Con todo, resulta que esta idea es una leyenda urbana cristiana siendo que no se encuentra ninguna referencia de ella en ninguno de los Talmud. No obstante, tocante el tema que estamos abarcando, lo que se ve en el Talmud y otros escritos rabínicos no ha sido tan meritoria. Al contrario, ha sido lejos de la virtud de este falsamente atribuido poema y su criterio de la mujer, en general, no es tan meritorio.
En cuanto a lo que el Talmud dice, en general, de las mujeres (considerando que hay varios volúmenes del Talmud), comenzaremos con una cita talmúdica que dice: “Comparar a Eva con Adán era como comparar a un mono a un ser humano.”[44]
Tomaré un momento para citar otros versos del Talmud y otros escritos rabínicos:
- “¿Que cosa es una prostituta? Toda mujer no judía.”[45] (Eben ha Ezer, 6, 8).
- “Las mujeres no judías son burras”. (Berakoth 58 a).
- “Se obliga decir la oración siguiente a todo judío cada día: Gracias, Dios, por no haberme hecho un gentil, una mujer o un esclavo.” (Menahoth 43 b- 44 a).
- “Un judío puede hacerle a una mujer no judía lo que él quiera. Puede tratarla como trataría un trozo de carne.” (Nadarine 20 b, Schulman Aruch, Choszen Hamiszpat 348).
- “Las muchachas gentiles están en un estado de niddah (‘suciedad’) desde el nacimiento.” (Abodah Zarah 36 b).
Había encontrado otras citas, pero no son dignas de ser repetidas aquí o en ningún otro lugar. Lo que he puesto es suficiente.
¿La Misoginia en la Biblia?
Podemos ver numerosos casos en la Biblia que aparentan ser abiertamente misóginos; especialmente en el Pentateuco y los libros históricos. Hay leyes y relatos en la Tora que, también, se notan clara e indiscutiblemente de ser así. No es un malentendido – es así. Aunque existe una razón para la existencia de esta aberración, no hay escusa ni justificación. Podríamos dar una plétora de ejemplos en el contexto acertado de lo mencionado aquí, pero nos limitaremos para compartir tres.
Dina
El primero es el caso de Dina, la hija de Jacob. No cabe duda de que Dina era víctima del acoso y la violación sexual. Uno de mis alumnos, Cristina Palomares Jiménez, en su trabajo de fin de grado, titulado, “Aproximación al aconsejamiento pastoral en mujeres abusadas sexualmente”, menciona, acertadamente, varias cosas del asunto.
Así, pues, su padre trata de arreglar con Jacob la boda, resultando curioso el proceder que había en esa época y que no tiene en consideración a la víctima. De no haber sido por la venganza de los hermanos de Dina, ésta se habría visto obligada a casarse con su violador, independientemente de los sentimientos que tuviese hacia él (probablemente, miedo, rencor y un profundo dolor emocional).
Fácilmente se zanjaba el asunto; por tanto, la víctima estaría condenada a convivir el resto de los días con el maltratador, expuesta posiblemente a nuevas vejaciones, debido a que sus actitudes hacia las mujeres no han cambiado y siguen siendo las mismas, por ejemplo: la mujer es mi objeto de gratificación sexual[46].
Muchos de los comentaristas bíblicos siguen con la misma ideología antifeminista al tener la víctima de maltratos forzosamente como la culpable. Un comentario dice del asunto:
El proceder ignominioso de Dina: Ella llegó, ella vio, ella conquistó. Hay un gran peligro en la curiosidad vana para ver al mundo. Dina tuvo esta curiosidad para conocer los caminos y costumbres de la gente que le rodeaba. Esto le llevó a una intimidad incauta, que dio lugar a su ruina. Ella no debería haber divagado del control y supervisión de sus padres, ni pasado por alto la obligación de la separación de los pueblos idólatras y sus hábitos. “las malas conversaciones corrompen las buenas costumbres.[47]
Cuando Dina salió para visitar las hijas de aquella tierra, bien podemos asumir que ella estaba cansada de la vida sedentaria y el curso uniforme del estilo de vida en la casa de su padre. Puso la autoridad y deseos de su padre a un lado, y salió sin la bendición de Dios. Por lo tanto, la miseria y ruina le alcanzó. Esto representa: (1) La culpa y castigo que sufren los cristianos cuando pasan por alto la autoridad de las personas que la providencia de Dios ha puesto sobre ellos. (2) El peligro de cansarse del cristianismo[48].
Hasta el día de hoy, hay países que continúan con leyes que dictan que la víctima de violación sexual tendrá que casarse con el violador[49] y algunas naciones apenas han revocado semejantes leyes.[50] La intención de estas leyes ha sido de presentar alternativas al violador entre una sentencia de cárcel, sufrir otro castigo, o casarse con la mujer que el verdugo violó.[51]
Jamás es necesario añadir culpabilidad o condenación a las víctimas del asalto sexual o abuso sicológico. Muchas veces, las mismas víctimas, injustamente y continuamente se condenan a sí mismas. Los que han aconsejado a dichas víctimas han visto personas que han sufrido abuso desde temprana edad que no escapan de los ataques devastadores de auto-condenación pensando que todo era culpa suya que eran violadas cuando tenían cinco o seis años de edad.[52] Si los líderes de la iglesia no nos percatamos de este mal, somos peores que los miserables consoladores de Job.
En cuanto a otros comentaristas y su consideración a la víctima, C. Palomares, en referencia a un comentario por E.F. Priddy, añade a esto diciendo:
Lamentablemente, encontramos comentarios bíblicos que analizan este pasaje y que lejos de ponerse en el lugar de la víctima miran con frialdad el asunto, y llegan a realizar preocupantes aseveraciones entre las que indican que la propia curiosidad y desobediencia de Dina son las responsables de la violación, resultando fatales las consecuencias pues no se tiene en consideración la aberración cometida, los daños físicos sufridos, los traumas provocados, los sentimientos y temores que ella puede estar atravesando[53].
Podemos comentar de la carente exégesis que se ha empleado para llegar a tales conclusiones en la desvaloración de Dina. No obstante, creo que hay algo más fuerte en juego aquí; La aceptación de una mentalidad misógina al justificar lo que la Biblia nunca propuso que fuera justificable.
Daré dos casos más, y seguiré adelante con el argumento.
El segundo caso
El caso de las hijas de Lot: ¿En cuál mundo sería más aceptable dar a tus propias hijas, voluntariamente, para ser violadas sexualmente antes de ver a un hombre desconocido, maltratado por una multitud?
Aún no se habían acostado, cuando los hombres de la ciudad, los hombres de Sodoma rodearon la casa, tanto jóvenes como viejos, todo el pueblo sin excepción. Y llamaron a Lot, y le dijeron: ¿Dónde están los hombres que vinieron a ti esta noche? Sácalos para que los conozcamos. Entonces Lot salió a ellos a la entrada, y cerró la puerta tras sí, y dijo: Hermanos míos, os ruego que no obréis perversamente. He aquí ahora tengo dos hijas que no han conocido varón; permitidme sacarlas a vosotros y haced con ellas como mejor os parezca; pero no hagáis nada a estos hombres, pues se han amparado bajo mi techo. Mas ellos dijeron: ¡Hazte a un lado! Y dijeron, además: Este vino como extranjero, y ya está actuando como juez; ahora te trataremos a ti peor que a ellos. Y acometieron contra Lot y estaban a punto de romper la puerta, (Génesis 19:4-9 LBLA).
Admito que ninguna de las dos opciones es favorable. Con todo, puedo decir contundentemente, que en cualquier situación en que pudiera verme encontrado, sacrificar a mis hijas o mi esposa jamás sería una opción viable o digna de consideración. Antes bien, si tuviera que hacerlo, moriría en mi agresivo esfuerzo de protegerlas y eliminar cualquier amenaza contra su bien estar. Empero, esto, aparentemente, era una idea preferente en aquellas situaciones porque vemos dos casos en que exactamente la misma cosa ocurre con la misma solución – aunque no con la misma conclusión.
El tercer caso
La concubina del levita viajero:
Mientras ellos se alegraban, he aquí, los hombres de la ciudad, hombres perversos, rodearon la casa; y golpeando la puerta, hablaron al dueño de la casa, al anciano, diciendo: Saca al hombre que entró en tu casa para que tengamos relaciones con él. Entonces el hombre, el dueño de la casa, salió a ellos y les dijo: No, hermanos míos, no os portéis tan vilmente; puesto que este hombre ha entrado en mi casa, no cometáis esta infamia. Aquí está mi hija virgen y la concubina de él. Permitidme que las saque para que abuséis de ellas y hagáis con ellas lo que queráis, pero no cometáis semejante infamia contra este hombre. Pero los hombres no quisieron escucharle, así que el levita tomó a su concubina y la trajo a ellos. Y ellos la ultrajaron y abusaron de ella toda la noche hasta la mañana; entonces la dejaron libre al amanecer. Cuando amanecía, la mujer vino y cayó a la entrada de la casa del hombre donde estaba su señor hasta que se hizo de día. Al levantarse su señor por la mañana, abrió las puertas de la casa y salió para seguir su camino, y he aquí que su concubina estaba tendida a la entrada de la casa, con sus manos en el umbral. Y él le dijo: Levántate y vámonos; pero ella no respondió. Entonces la recogió, y colocándola sobre el asno, el hombre se levantó y se fue a su casa. Cuando entró en su casa tomó un cuchillo, y tomando a su concubina, la cortó en doce pedazos, miembro por miembro, y la envió por todo el territorio de Israel. Y todos los que lo veían, decían: Nada como esto jamás ha sucedido ni se ha visto desde el día en que los hijos de Israel subieron de la tierra de Egipto hasta el día de hoy. Consideradlo, tomad consejo y hablad. (Jueces 19:22-30 LBLA)
Concubinas y concubinatus
Al hablar de este caso, podemos comenzar con el mismo concepto del concubinato – cuyo propósito original era de mantener a una mujer disponible con provisiones materiales y sustento con el fin de copulación gratuita; y que este arreglo existía con la plena conciencia y acuerdo común de la esposa. Tal era la estimación del valor de las mujeres en la sociedad. Fue a tal extremo que, para vivir, esta situación no era tan solamente aceptable, era asumida como una oportunidad excelente. Por lo menos ellas sabían con quién estaban yaciendo. En cambio, con la prostitución abierta, el compañero del acto de copulación era un desconocido del todo. Además, con el concubinato vino la posibilidad, aunque fuera remota, de un hijo que llegaría a ser una figura con autoridad en la casa, hasta el punto de ser un heredero de los bienes de su amo.
Más tarde, bajo la ley romana, encontramos el término latino, “concubinatus.” Aunque suena igual, bajo la ley romana, cambia el significado y es utilizado para referirse a una unión monógama entre un hombre y una mujer que no se han casado legalmente.[54]
El valor de la vida de una mujer
Con todo, históricamente, la decisión de Lot y el levita ha sido sostenida por el criterio del valor de las vidas de las mujeres que han mantenido los rabies al escribir: “La vida de un hombre debe salvarse antes que la de una mujer, su propiedad perdida debe ser restaurada antes que la de ella.”[55]
En este caso tenemos a un levita, que se supone que, de alguna manera, es un conocedor de la ley. También tenemos a un hombre anfitrión, que se supone que es el bueno del relato, que ofrece su hija virgen a una turba de perversos sexuales para ser violada por ellos.
Lo que es capaz de dejarnos anonadados es el hecho de que, en esos dos relatos bíblicos los hombres que son siervos de Dios no toman en consideración que las mujeres son seres humanos al igual que los hombres con los mismos derechos y consideraciones. Las ve como simples objetos y propiedades que existen para el gusto, utilidad y placer del hombre.
La Ley de Moisés
En cuanto a la ley mosaica, podemos ver leyes como las leyes de los celos en Números 5:14-29, que por su apariencia externa suenan completamente injustas y sin verdadera consideración a la mujer. En el Nuevo Testamento, podemos ver en Juan 8:2-6, que las leyes del adulterio se llevaban a cabo, principalmente, en contra de la mujer.
¿Qué dice esto de Dios?
Ahora bien, os presento la Magna Quaestio. ¿Es Dios un misógino?
Bueno, desde ahora, voy a tranquilizar tu alma y decir, enfáticamente, que no. Entonces, ¿Por qué vemos lo que nos parece tanto como la misoginia en la Biblia? Reconozco que aun he de demostrar mi razonamiento al afirmar que nuestro Dios no es un misógino. Así que, a esto respondo, he aquí, el propósito de este discurso. Por esto mismo encuentro indispensable tener esta conversación. Que, sí, hay una contundente explicación teológica para todas estas aparentes aberraciones. También puedo decir que no son, ni han sido jamás, la voluntad de Dios.
Es indispensable entender los efectos de la maldición y la caída del hombre en el pecado y sus secuelas sobre la humanidad. También es indispensable entender cómo Cristo nos dio la clave para entender las Escrituras que nos deja pensando que Dios, no tan solamente aprueba tan comportamiento, sino que ayuda a establecerlo.
¿Qué dice la Biblia sobre el lugar de la mujer?
Entonces el Señor Dios tomó al hombre y lo puso en el huerto del Edén, para que lo cultivara y lo cuidara. Y ordenó el Señor Dios al hombre, diciendo: De todo árbol del huerto podrás comer, pero del árbol del conocimiento del bien y del mal no comerás, porque el día que de él comas, ciertamente morirás. Y el Señor Dios dijo: No es bueno que el hombre esté solo; le haré una ayuda idónea. Y el Señor Dios formó de la tierra todo animal del campo y toda ave del cielo, y los trajo al hombre para ver cómo los llamaría; y como el hombre llamó a cada ser viviente, ése fue su nombre. Y el hombre puso nombre a todo ganado y a las aves del cielo y a toda bestia del campo, mas para Adán no se encontró una ayuda que fuera idónea para él. Entonces el Señor Dios hizo caer un sueño profundo sobre el hombre, y éste se durmió; y Dios tomó una de sus costillas, y cerró la carne en ese lugar. Y de la costilla que el SEÑOR Dios había tomado del hombre, formó una mujer y la trajo al hombre. Y el hombre dijo: Esta es ahora hueso de mis huesos, y carne de mi carne; ella será llamada mujer, porque del hombre fue tomada. Por tanto, el hombre dejará a su padre y a su madre y se unirá a su mujer, y serán una sola carne. Y estaban ambos desnudos, el hombre y su mujer, y no se avergonzaban. (Génesis 2:15-25 LBLA)
La mujer
En el hebreo, hay dos palabras que se pueden traducir como “mujer”, y son “אִשָּׁה” (ishshâh) y “נָשִׁים” (nâshı̂ym). La primera palabra, “ishshâh”, es la forma femenina de la palabra genérica, “אישׁ” (‘ı̂ysh), o sea, varón (que veremos que es un término mejor, en este caso, que hombre). De manera que podemos decir que la traducción de la Reina-Valera al decir “varona” en Génesis 2:23, se puede considerar plenamente acertada – aún más que la palabra “mujer” en este contexto. Esta, también, es la indicación de un inconfundible vínculo de la hembra con el macho de la especie[56].
La segunda palabra es el vocablo irregular y plural “nâshı̂ym”, y es ocupada en un sentido más amplio para incluir, en general, la hembra de la especie humana. Con todo, este término también lleva intrínsecamente implicado el significado de “esposa”[57].
En el principio, podemos ver varias cosas indicativas sobre el papel de la esposa (‘ishshâ[58]). He dicho “esposa” y no, estrictamente, mujer porque el contexto del pasaje indica el uso determinado por el autor en Génesis 2:24. Esta palabra hebrea se encuentra 780 veces en el Antiguo Testamento casi siempre se ocupa en el hebreo para indicar, “esposa”.
Hay ocasiones cuando se ha ocupado genéricamente para decir simplemente mujer en vez de indicar específicamente que era una esposa. Esto podría ser una implicación sociocultural indicando que, aunque su estatus marital no tenía relevancia con la narrativa, su edad, manera de vestir, o el conocimiento común del pueblo indicaba que esta era la postura social del individuo de quien hablamos en el relato. No obstante, por el contexto, tanto cercano como lejano, o el contexto cultural, e histórico dando las expectativas y matices de la cultura medio oriental de su día, se entendía si una mujer era virgen (soltera), casada, viuda, o divorciada y a menudo es identificada en cada caso.
Ciertamente vamos a examinar, exegéticamente, algunos versículos en el griego. No obstante, es necesario entender estas cuestiones exegéticas del hebreo desde el principio para poder interpretar y aplicar correctamente versículos que vamos a ver en el Nuevo Testamento.
En el principio
Dios es un Dios de principios. Para ver sus principios, tenemos que ver lo que hizo y propuso desde el principio de Sus obras. Tenemos que aprender a pensar como Cristo y considerar cuál era la voluntad de Dios antes que el pecado arruinara Su plan y propósito original (Mt. 19:3-8).
Entonces vinieron a Él los fariseos, tentándole y diciéndole: ¿Es lícito al hombre repudiar a su esposa por cualquier causa? Él respondiendo, les dijo: ¿No habéis leído que el que los hizo al principio, varón y hembra los hizo? Y dijo: Por esto dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su esposa, y los dos serán una sola carne. Así que no son ya más dos, sino una sola carne. Por tanto, lo que Dios unió, no lo separe el hombre. Le dijeron: ¿Por qué, pues, mandó Moisés dar carta de divorcio, y repudiarla? Él les dijo: Por la dureza de vuestro corazón Moisés os permitió repudiar a vuestras esposas; pero al principio no fue así.[59]
Las siete cosas que vemos en este pasaje
- Cristo, al contrario de sus opositores, no juzgó el argumento del divorcio desde la perspectiva del mundo arruinado por el pecado, sino desde la óptica de la creación original; antes de la entrada del pecado para indicar lo que Dios quería, o sea, cuál era la voluntad de Dios sobre una u otra cosa. Y en este caso, el divorcio no era parte de este plan.
- Que la ley sobre el permiso del divorcio no era tanto lo que Dios quería para el hombre, sino, a causa de la maldición sobre el estado de la naturaleza humana, Dios tenía que ceder un poco para evitar peores casos y resultados. Es imposible que el hombre transforma su naturaleza sin la obra redentora de la gracia de Dios – y no vino la gracia hasta la resurrección de Cristo.
- Dios trató con el mundo bajo este precepto. Siendo que la naturaleza condenada era imposible de cambiar antes de la ley, y bajo la ley, las cosas eran tal como eran sin la aprobación, ni bendición de Dios. Dios simplemente tuvo que obrar con lo mejor de lo malo que había – pues antes de la venida, muerte y resurrección de Jesucristo, todo estaba irremediablemente mal.
- Vemos que Dios estaba enseñando al hombre la mayordomía, es decir, la responsabilidad de cuidar lo que Él había entregado en sus manos. Tenemos que comparar a Génesis 2:15 con Apocalipsis 11:18. (Esta mayordomía incluía el amoroso cuidado a la mujer.)
- Entonces el Señor Dios tomó al hombre y lo puso en el huerto del Edén, para que lo cultivara y lo cuidara[60].
- Y las naciones se enfurecieron, y vino tu ira y llegó el tiempo de juzgar a los muertos y de dar la recompensa a tus siervos los profetas, a los santos y a los que temen tu nombre, a los pequeños y a los grandes, y de destruir a los que destruyen la tierra.[61]
En el principio, es decir, en Génesis, tenemos a Dios que da el encargo de la creación al hombre para cuidarla. En el fin de los siglos, tenemos a Dios llamando al hombre a cuentas por su trabajo y fidelidad a su encargo. ¿Ha cuidado bien a la creación, o no?
Es imperativo notar que la palabra griega aquí es “γῆ” (ghay), que significa: “La tierra, país, región, tierra, finca rústica, terreno; Tierra que recibe la semilla; Tierra firme”. No es la palabra, “κόσμος” (kosmos), que quiere decir: “Sistema del mundo presente, la humanidad; Universo; La tierra habitada, el mundo”.
- Ser fiel a la Palabra que Dios te ha dado. Tenemos que comparar a Génesis 2:16-17 con Gálatas 1:6-9.
- Y mandó Jehová Dios al hombre, diciendo: De todo árbol del huerto libremente podrás comer; pero del árbol del conocimiento del bien y el mal no comerás; porque el día que de él comieres, ciertamente morirás[62].
- Estoy maravillado de que tan pronto os hayáis traspasado del que os llamó a la gracia de Cristo, a otro evangelio: No que haya otro, sino que hay algunos que os perturban, y quieren pervertir el evangelio de Cristo. Mas si aún nosotros, o un ángel del cielo os predicare otro evangelio del que os hemos predicado, sea anatema. Como antes hemos dicho, así ahora digo otra vez: Si alguno os predicare otro evangelio del que habéis recibido, sea anatema[63].
- Dios vio la carencia del hombre, aunque el hombre no se enteraba de ella, Génesis 2:18.
- Y dijo Jehová Dios: No es bueno que el hombre esté solo; le haré ayuda idónea para él.[64]
- Dios le dio las pistas para que se enterara de su necesidad, Génesis 2:19.
- Formó, pues, Jehová Dios de la tierra toda bestia del campo, y toda ave de los cielos, y las trajo a Adán, para que viese cómo les había de llamar; y de la manera que Adán llamó a los animales vivientes, ése es su nombre[65].
El principio del reconocimiento de carencias
Ahora bien, la pregunta es, ¿por qué le hizo hacer todo esto en vez de, simplemente, hacer la mujer y presentarla a él? Aquí, el Dios de principios nos está presentando un principio en el principio para que entendamos a través de Su Palabra, que Él es un Dios que opera por medio de principios. No lo hizo porque, aquí, Dios nos está enseñando un principio eterno: Que, aunque Él sabe de nuestras carencias, no nos ayudará con algo a menos que nosotros primero nos demos cuenta de nuestra necesidad.
Un gran ejemplo de esto es el hecho de que Jesucristo murió por los pecados de todo el mundo. Juan 3:16 ¿No? Entonces, ¿Por qué es que hay tantos pecadores perdidos en el mundo si Cristo vino para buscar y salvar lo que se había perdido? Están perdidos porque no se enteran de que están perdidos, o, por lo menos, no admiten que están perdidos. Un pecador debe reconocer que es un pecador antes que Dios le pueda salvar. Un alcohólico que va a Alcohólicos Anónimos nunca podrá recibir ayuda a menos que se humille para reconocer que necesita ayuda. La primera cosa que tiene que hacer, es decir, “Hola, soy Fulano de Tal, y soy alcohólico.”
De la misma manera, el hombre tenía que enterarse de su carencia de una hembra de su especie; O, como Dios lo dijo, “su ayuda idónea”.
El significado de Adán
Siguiendo adelante, os pregunto, ¿Cuál era el nombre que Dios dio a la mujer? (Al saber la respuesta, sabrás que la pregunta está mal enunciada.) La respuesta se encuentra en Génesis 5:1-2.
- Éste es el libro de las generaciones de Adán. El día en que creó Dios al hombre, a la semejanza de Dios lo hizo; Varón y hembra los creó; y los bendijo, y llamó el nombre de ellos Adán, el día en que fueron creados.[66]
Dios puso por nombre de la ayuda idónea que hizo para el hombre, “hombre”. Y no, ¿a dónde vas? Este no es una cuestión del matrimonio “gay”. El término “hombre” no fue dado para indicar el macho de la especie, sino el mismo nombre de la especie. El “nombre” de Adán es “אדם” (‘âdâm) que significa: “Hombre, ser humano” (Gn. 1:26; en 2:7 observe el juego de palabras entre adám y adamáh, “tierra”; rojo, color de tierra). Colectivamente: Hombres, gente, la humanidad Jeremías 47:2.[67] Con connotación negativa: Nadie (Sal. 105:14).[68] Indefinido: Alguien (Lev. 22:5).[69]
Una de las aplicaciones de “‘âdâm” más interesantes para mi es, “ben adám”, o sea, “hijo del hombre”. Esta fraseología se encuentra seis veces en el hebreo, y significa hijo de un ser humano.” (Job 35:8, Sal. 8:4, Sal. 80:17, Sal. 144:3, Isa. 56:2, Daniel 7:13 – que ocupa el término “בּר”, o sea, bar – que es arameo.[70])
¿Qué es lo que aprendemos de esto?
Lo que aprendemos es, que “adán”, o sea, “hombre”, es el nombre de la especie. No es el nombre del macho del género. Es decir, si tienes un canino, un perro, su nombre no es canino o perro. Este es lo que es, no tanto cómo se llama. (Bueno, puede ser que tú hallas puesto por nombre a tu perro Canino, pero no es la norma), Su nombre será Kuki, Troski, o lo que sea. Del canino, hay macho y hembra. La verdad es que la idea es tan sencilla, que casi ofende el explicarlo. Sin embargo, hay que hacerlo para entender este tema satisfactoriamente. Al sexto día, Dios creo el adán; macho y hembra lo creo. El macho adán nombró a la hembra de la especie adán, “Ishshâh Nâshı̂ym” (נשׁים אשּׁה).
Aquí, lo que tenemos que entender es que, en la Biblia, cuando vemos que Dios está hablando al hombre, Él está hablando al ser humano, macho y hembra. Con esto vemos la intensión original de Dios para la humanidad – igualdad en importancia, con propósitos y con funciones distintas ante Dios. No existía esta distinción discriminatoria que cuenta uno de menos valor, importancia y significado ni espiritual o socialmente hablando. Existe una distinción de función, pero esto no implica aminoración de importancias. Un ejemplo inmediato que, también, nos da la Biblia, es el cuerpo (Ro. 12:4-5; 1 Co. 12:12-27). Este es lo que vemos desde el principio. Recuerde, que la mujer es parte del cuerpo del hombre, y en el matrimonio llegamos a ser una sola carne.
Lo que el pecado arruinó
Cristo nos da una clave indispensable para entender que lo que vemos después de la caída, no es para comparar, de ninguna manera, de lo que Dios había establecido antes de la consumación de la maldición de la muerte. Nuevamente, tenemos que ver en Mateo 19:3-8. Cuando los fariseos se le acercaron para preguntar sobre el divorcio, la respuesta de Cristo es tan aclaratoria que transforma, del todo, nuestra perspectiva de la ley y la misoginia del Antiguo Testamento.
Para entender lo que Cristo nos está enseñando, tenemos que ver, lo que llamo, “el principio del principio”. ¿Cómo eran las cosas en el principio cuando todo estaba conforme a la voluntad de Dios? En vez de entender las cosas como se han quedado después de la ruina y caos de la caída, y verlo como la norma y voluntad de Dios, tenemos que ver todo tal como Dios quería que estuviera cuando todo estaba conforme a Su voluntad, y no como está ahora.
Anteriormente en este discurso, mencioné la acusación de misoginia en la Biblia, y prometí aclarar el asunto. Cristo dilucidó todo cuando dijo, “Por la dureza de vuestro corazón Moisés os permitió repudiar a vuestras esposas”. Él presento un principio y una clave para entender muchas cosas de la Tora y los Escritos del Antiguo Pacto.
Este discurso no se presta para explicar la historia de la redención y la ineficacia de la ley mosaica para transformar una vida. Tampoco es para explicar la ley y la gracia. Con todo, creo que todos lo tenemos claro que el propósito de la ley no era para salvarnos, sino para manifestar nuestra necesidad de la salvación. “¿Qué diremos entonces? ¿Es pecado la ley? ¡En ninguna manera! Al contrario, yo no hubiera conocido el pecado a no ser por la ley: Porque no conociera la codicia si la ley no dijera: No codiciarás” (Romanos 7:7 RVG).
El profeta Jeremías dijo, “¿Puede el etíope mudar su piel, o el leopardo sus manchas? Así vosotros, ¿podréis hacer el bien estando acostumbrados a hacer el mal?” (Jeremías 13:23 LBLA). Así que, siendo que era imposible que la vida del hombre cambiara bajo la maldición del pecado y la ley, tuvo que obrar con él conforme lo que había y cómo, con lo que tenía, podría hacerlo. El factor determinante no era el poder de Dios, sino la condición de la humanidad.
Tal como Cristo implicó, Dios permitió la regulación de ciertas leyes que eran formadas en preparación para la impenetrable dureza del corazón del hombre a causa del pecado. Aun así, con esto Dios no nos está dando su aprobación, ni consentimiento, y cuanto menos cuando vemos ciertos eventos o actitudes misóginas en el Antiguo Testamento. El hombre está bajo la maldición de la muerte, y los muertos no tienen la habilidad de cambiar su estado.
Dos palabras: Deseo y señorear
Para entender lo que el pecado arruinó y el nacimiento de la misoginia, tenemos que entender la maldición de Génesis 3:16. La parte clave de este versículo es, “… y tu deseo será para tu marido, y él señoreará sobre ti” (Génesis 3:16 RVG). Muchos interpretan esta parte como una bendición y no para lo que es, una horrible maldición y la destrucción de todos los propósitos de Dios para la relación entre el hombre y la mujer.
¿Qué es lo que Dios nos está declarando aquí? Dios está declarando la muerte de la relación entre el hombre y la mujer (nâshı̂ym) en general, y la relación matrimonial (‘ishshâh) en particular.
Vemos tantos maltratos a este versículo que nos da de entender que la mayoría de la gente tristemente no se enteran de lo que Dios pronunció aquí. Oímos numerosas exposiciones eisegeticas[71] sobre este versículo hasta en conferencias de matrimonio. Casi siempre lo enseñan como si fuera una bendición en vez de la maldición que es. Dicen algo como, “Mira, Dios declaró que el deseo de la mujer es agradar a su marido y él tiene que tener el dominio sobre ella,” como si fuéramos unos neandertales o vikingos o algo así.
Explican: “La mujer deseará a agradar a su marido y le va a desear sexualmente.” Pero, estas cosas son bendiciones. En cambio, este versículo es una maldición y no es un presagio de ninguna cosa buena. Aquí Dios está declarando la muerte de la relación matrimonial. Estas cosas positivas de desear agradar y desear sexualmente son parte de la creación original, y son bendiciones. Pero lo que vemos aquí es la destrucción de todo lo bueno de la relación matrimonial y la relación entre el hombre y la mujer en general. Es la declaración de la muerte de la armonía matrimonial que Dios lo había creado.
¿Qué es esto de “deseo” y “enseñorear”?
La clave para comprender esta parte del versículo comienza por entender la palabra deseo. La palabra hebrea aquí es “teshukah” (תּשׁוּקה) que significa: “estirar para alcanzar algo, y proviene de la raíz ‘shûq’ (שׁוּק) que significa perseguir, seguir agresivamente, atropellar, vencer, inundar, abundar, rebosar.”
Esta palabra ocurre tres veces en el hebreo. La tercera vez ocurre en Cantar de Cantares 7:10, y sí, da un sentido diferente del habitual (un sentido de romanticismo carnal).[72] Pero aquí, en este contexto, no es así.
Con todo, Dios nos dio una ayuda para entender el sentido de la palabra como es usada aquí, porque Moisés utilizó la misma expresión en el mismo sentido y casi con las idénticas palabras en el siguiente capítulo. En Génesis 4:7, leemos: “Si bien hicieres, ¿no serás exaltado? Y si no hicieres bien, el pecado está a la puerta; con todo esto, a ti será su deseo, y tú señorearás sobre él.”
- “… el pecado yace a la puerta y te codicia, pero tú debes dominarlo” (Genesis 4:7 LBLA)
- “… a las puertas duerme el pecado, y a ti será su deseo, y tú te enseñorearás de él” (Genesis 4:7 BDJ)
En este capítulo ¿cuál es el contexto de estas palabras? Aquí es una maldición (otra maldición) que Dios está declarando sobre Caín por haber matado a su hermano.
He aquí, donde nace el conflicto
En Génesis 4:7, tenemos un versículo paralelo con la misma frase. Se cambia el protagonista de la mujer al pecado. Ahora, tenemos que hacer la pregunta: ¿Cuál es el deseo del pecado hacía nosotros? El deseo del pecado es de controlarnos y sujetarnos para hacer lo que él quiere, no lo que debemos hacer. El deseo del pecado es de vencernos y controlarnos; dominarnos del todo y hacernos sus esclavos (Juan 8:34).[73] ¿No es así?
Siendo así el asunto: ¿Cómo tenemos que vencer al pecado? ¿De qué manera tenemos que hacerlo? ¿Lo trataremos suavemente con guantes de seda? De ninguna manera. Pablo, hablando de su lucha contra su propia carnalidad, dijo: “… que sujeto mi cuerpo, y lo pongo en servidumbre; no sea que, habiendo predicado a otros, yo mismo venga a ser reprobado,” (1ª Corintios 9:27). Esta palabra, “sujeto” es la palabra griega “hupōpiazo” (ὑπωπιαζω), que significa: “dar un golpe en el ojo, como un púgil que golpea su contrincante hasta someterlo.”[74] La palabra, “servidumbre”, es, “δουλαγωγέω”, (doulagōgeō), que significa: “Someter a esclavitud, someter bajo control, tratar como esclavo”
Esta definición del griego nos informa que nuestra Victoria sobre el pecado viene por medio de una respuesta agresiva y violenta. La cruz en una respuesta violenta al pecado.
También, es indispensable ver lo que dicen los siguientes versículos para ver el trato que tenemos que tener con el pecado:
- Sabiendo esto, que nuestro viejo hombre fue crucificado con Él, para que el cuerpo de pecado fuera destruido, a fin de que no sirvamos más al pecado. (Romanos 6:6)
- Porque si vivís conforme a la carne, moriréis, mas si por el Espíritu hacéis morir las obras de la carne, viviréis. (Romanos 8:13)
- Pero los que son de Cristo han crucificado la carne con sus pasiones y concupiscencias. (Gálatas 5:24)
- Mas, lejos esté de mí gloriarme, salvo en la cruz de nuestro Señor Jesucristo, por el cual el mundo me es crucificado a mí, y yo al mundo. (Gálatas 6:14)
- Haced morir, pues, vuestros miembros que están en la tierra; fornicación, impureza, pasiones desordenadas, mala concupiscencia y avaricia, que es idolatría; cosas por las cuales viene la ira de Dios sobre los hijos de desobediencia; en las cuales también vosotros anduvisteis en otro tiempo cuando vivíais en ellas. (Colosenses 3:5-7)
“Crucificar,” “haced morir” Todas estas son palaras agresivas y violentas en cuanto a nuestro trato del pecado en nuestras vidas. No hay manera suave de tratar con él.
Es cuestión de vida o muerte; Matas el pecado que hay en ti, o este te matará. Alguien dijo acertadamente, “Sepárate de tus pecados o tus pecados te van a separar de tu relación con Dios.” La cosa es, que esta guerra con el pecado no es un juego, y parece que la mayoría de las veces los únicos que se enteran de esta verdad son los demonios. Sí, esta vida es una lucha de la luz contra las tinieblas y nosotros somos vencedores o vencidos. No hay terreno en medio.
La aplicación
Ahora bien, con lo que hemos visto, vamos a resumir el mensaje de Génesis 4:7 para poder entender mejor a Génesis 3:16. Dice el 4:7, “… si no hicieres bien, el pecado está a la puerta; con todo esto, a ti será su deseo, y tú señorearás sobre él.” Y podemos entender, “El pecado siempre está al asecho con el deseo de conquistarnos, manipularnos, controlarnos y dominarnos, pero tenemos que pelear con agresividad para vencerlo.”
Con esta acertada interpretación del versículo, aportamos luz sobre cuán devastadora era la maldición que ha sido pronunciada sobre la relación entre el hombre y la mujer de la raza adámica en Génesis 3:16. Al entenderlo así, es decir correctamente, entonces ¿Qué es lo que nos dice la maldición de Génesis 3:16 “… tu deseo será para tu marido, y él tendrá dominio sobre ti”? Nos está diciendo que la relación amorosa y armoniosa matrimonial que Dios estableció desde el principio ha muerto.
En cuanto al dominio, acordaos que cuando Dios creó a la mujer dijo, “… No es bueno que el hombre esté solo; le haré una ayuda idónea,” (Génesis 2:18). Esta palabra automáticamente presupone el liderazgo amoroso del hombre y la entrega de la mujer al común acuerdo y colaboración de ayuda idónea. Lo que nos está diciendo Génesis 3:16 es que aquí nació el machismo y se perdió el amoroso liderazgo que el hombre tenía en su hogar. Pero también aquí nació la rebelión de “la liberación femenina,” o sea, una rebelión en contra el orden de Dios en cuanto la relación de la esposa con su marido.
Cuando antes, la mujer sabía que fue creada para ser la ayuda idónea, ahora, con la segunda muerte aún en vigor en su vida, siente que nadie le quiere. Tampoco puede confiar que el hombre hará lo que ella desea, así que tiene el deseo de manipular, dominar, controlar y conquistar al hombre para sus propios fines.
Cuando antes el hombre daba el amoroso liderazgo y amaba a su mujer como Cristo amó a la iglesia, ahora siendo que la segunda muerte sigue en vigor, su frágil ego se siente amenazado y ahora quiere dominarla a fuerza y hasta con agresividad sujetarla, sin tener ni un concepto del amor ni de la ternura. Por un lado, nació el movimiento feminista y la mujer liberada, y por el otro lado nació el machismo, y la misoginia, y un tirano déspota en la casa. El resultado es gasolina y fuego.
Sinopsis del tema en el Antiguo Testamento
La razón que vemos lo que se asemeja a la misoginia en el Antiguo Testamento es cien por cien a causa de la caída y la naturaleza humana caída que, aún con la ley mosaica, jamás podría cambiar y actuar de otra manera. No era porque Dios lo deseaba que fuera así. Guarde en mente que Cristo, al contestar a los fariseos dijo, “En el principio…”[75] indicando la voluntad de Dios, y “Por la dureza de vuestro corazón…[76]”, o sea, a causa de nuestra naturaleza arruinada por el pecado. Cristo concluya al decir, “… pero al principio no fue así.”[77]
La mujer en el Nuevo Testamento
Ahora bien, queremos saber si la situación para la mujer se ha cambiado ahora que estamos en Cristo. Lamentablemente, para muchos creyentes, el cambio es solo en teoría, pero la aplicación práctica está lejos de realizarse a causa de una mentalidad de conceptos prejuiciadas y una eiségesis de las Escrituras que muchos creyentes tienen que repercute negativamente en el avance de la obra de Cristo en su iglesia y el mundo.
Después de un breve estudio descubrimos que la palabra griega para “mujer” es “guné”, y aparece 158 veces en el Nuevo Testamento. Tal como hemos visto antes, su significado es “mujer – específicamente y principalmente, una esposa”. Así que, la gran mayoría de las veces que vemos la palabra “mujer” en el castellano, tanto en el Antiguo Testamento, como en el Nuevo, en los autógrafos, la palabra significa, o implica una esposa. Esto cambia mucho el significado en su correcta exégesis de los contextos particulares, porque la aplicación y papel de la mujer son distintos en el hogar y ambiente familiar y en la iglesia. No olvides que la distinción de funciones no significa la aminoración de importancia.
La iglesia en corinto
Como hemos visto, hay versículos donde su implicación es ligeramente ambigua, pero dado el peso de las evidencias, la inclinación es hacía ser interpretada por esposa. Por ejemplo, en 1 Corintios 11:5–10, hay varias situaciones culturales que ineludiblemente tenemos que tomar en cuenta antes que podamos hacer una aseveración universal de su aplicación contemporánea a la iglesia en general.
Como sabemos, para entender, correctamente, el contexto de cualquier texto es indispensable tomar en cuenta su contexto total. No tan solamente el contexto dentro de texto, sino también el contexto histórico, cultural, geográfico, a quién fue escrito, y por qué fue escrito, entre otras cosas para poder hacer una correcta exégesis del texto. Nuevamente, no pretendamos ser exhaustivo de ninguna manera aquí, pero mencionaré, brevemente, algunas pautas.
Primeramente, Pablo clarifica su tema al comenzar diciendo, “Pero quiero que sepáis que la cabeza de todo hombre es Cristo, y la cabeza de la esposa (γυνή) es su esposo (ἀνήρ), y la cabeza de Cristo es Dios” (1 Corintios 11:3 DHH).[78] Pablo no está diciendo, como algunos suponen, que todo hombre es cabeza de toda mujer. sino que, en el hogar, todo esposo es cabeza de su esposa. Antes bien, esta expresando que en el hogar y ámbito familiar, todo esposo es cabeza de su esposa tal como Cristo es cabeza de la iglesia. Pablo aclara este pensamiento en Efesios 5:22-28.
Las casadas estén sujetas a sus propios maridos, como al Señor. Porque el marido es cabeza de la mujer, así como el Cristo es cabeza de la Iglesia; y él es el que da la salud al cuerpo. Así que, como la Iglesia está sujeta al Cristo, así también las casadas lo estén a sus maridos en todo. Maridos, amad a vuestras mujeres, así como el Cristo amó a la Iglesia, y se entregó a sí mismo por ella, para santificarla limpiándola en el lavamiento del agua por la palabra, para presentársela gloriosa para sí mismo, una Iglesia que no tuviese mancha ni arruga, ni cosa semejante; sino que fuese santa y sin mancha. Así también los maridos deben amar a sus mujeres como a sus mismos cuerpos. El que ama a su mujer, a sí mismo se ama. (Efesios 5:22-28 BDJ)
Muchos se enfocan sencillamente el hecho de la esposa y su sometimiento a su marido. No obstante, la parte más profunda de este pasaje es la porción que habla de la obligación del esposo para amar a su esposa tal como Cristo amó a la iglesia y se entregó a si mismo por ella. Así, cuando vemos cuánto Cristo nos amó y ha entregado Su vida por nosotros, llega de ser muy fácil de someternos a Él.
Volviendo a 1ª Corintios 11:3, vemos que la palabra, “anēr” (ἀνήρ) es usada específicamente como esposo y no la palabra genérica “hombre,” “anthropos” (ἄνθρωπος). Como ha sido indicado, las palabras griegas “anēr” y “gunē” en 1ª Corintios 11:3 indican claramente que el contexto de este versículo es la función relacional entre el esposo y la esposa.
La cobertura de la cabeza de la mujer
En las comunidades judaicas, la cabeza cubierta era, y sigue siendo una señal de una mujer casada. El Rabí Adin Steinsaltz dice en su blog, “Mi aprendizaje judaico”, que, “Cómo y cuándo un judío (hombre o mujer) cubre su cabeza es una declaración espiritual y una matizada declaración social. Se exige que las mujeres casadas cubren su cabello. Esta es una ley [cultural] muy antigua, que tiene unas insinuaciones en la Tora, que ha sido observada entre todos los judíos a través de los siglos[79]”. Siendo una tradición judaica, no es exigente que los gentiles, los que nunca hemos sido judíos, lo tengamos en consideración (1 Co. 7:20).
Siguiendo el contexto, los versículos ocho y nueve, también, están en referencia al matrimonio siendo una referencia directa a Génesis 2:15-25.
¿Mandato universal, o una exhortación puntual?
Si alguien aún alberga alguna duda sobre si 1 Corintios 11:1-16, es un mandato universal y una rectificación puntual y cultural y sobre algo que afecta a los corintios y, aparte de los principios indicados, no tiene implicaciones literales para nosotros el día de hoy o no, quiero que contemplas los versículos 14-15.
Primeramente, tenemos que considerar ¿A quién está escribiendo Pablo? Es evidente que él está escribiendo a una iglesia griega. La cosa interesante aquí, es que, entre los europeos y los mediterráneos, los griegos, por medio de Alejandro Magno, comenzaron la cultura de hombres con el pelo corto y bien afeitados.
La revolución que terminó el reinado de las barbas ocurrió el 30 de septiembre 30, 331 a.C., cuando Alejandro Mango estaba haciendo los preparativos para el enfrentamiento climáctico con el emperador persa para ganar el control de Asia. Fuen en este día que él mandó a sus hombres a afeitarse sus barbas. No obstante, desde incalculable tiempo atrás, en la cultura griega, una barbilla suave y bien afeitada era una señal de un hombre afiminado y degenerado. ¿Cómo podemos explicar este mandato sin precedentes? Cuando el comandante Parmenio le preguntó por el motivo, según el antiguo historiador clásico, Plutarco, Alejandro replicó, “No sabías que en la batalla, no hay cosa más fácil para agarrar que la barba?” Sin embargo, hay causa suficiente para dudar del relato de Plutarco. Historias de tirar de las barbas durante las batallas eran estimadas como mitos y no historia verdadera.
Plutarco e historiadores posteriores entendieron mal el mandato, porque descuidaron un hecho muy pertinente, principalmente que Alejandro tuvo el atrevimiento de hacer lo que ningún líder que respetaba su propia imagen había hecho antes: Se afeitó, dándole a su rostro el mismo aspecto que el semidiós Heracles como le presentaban en pinturas y esculturas en el esplendor de su juventud, sin barba en su plena desnudéz. Alejandro deseaba sobre todo, como dijo a sus generales antes de la batalla, que cada hombre podría verse como una parte crucial de la misión. Ciertamente lo vería así si cada uno llevaba el mismo aspecto que su comandante heróico.[80]
En todo caso, desde entonces, los militares, generalmente, han estilado rostros afeitados y el pelo corto. Siendo que el guerrero representaba la masculinidad), para los griegos, (por lo tanto, Marte = hombre) y a continuación, los romanos prefirieron el pelo corto para representar el imagen del hombre.
En cambio, los judíos no tenían ninguna distinción, prejuicio, o preferencia tal. Muchas veces, el pelo largo en un hombre era una virtud. Podemos tomar los ejemplos de los nazareos (Números 6:1-21), Sansón, Juan el Bautista, o Absalón, quien no era un nazareo (2 Samuel 14:25).
¿Es Un Mandato Que La Mujer Tenga el Pelo Largo?
Otro aspecto cultural y situacional que la iglesia debe considerar exigentemente es la cuestión de que, si Dios exige que la mujer, en toda la iglesia, universalmente, tenga el pelo largo, entonces esto confirma que este dios es regional y racista, y no es el Dios de la Biblia. El Dios de la Biblia creó al universo, de una sangre ha hecho todo el linaje de los hombres, para que habiten sobre toda la faz de la tierra; y les ha prefijado el orden de los tiempos, y los términos de su habitación (Hechos 17:26 RVG). Por lo tanto, creó, también a la mujer africana de sangre y herencia, que genéticamente, ¡no puede crecerle el pelo largo!
En 1 Corintios 14:34–35, nuevamente, estamos hablando del orden en el hogar, y no el papel de la mujer, en la iglesia. Si a la mujer no se le permite hablar en la iglesia, ¿Cómo puede orar y profetizar en la iglesia? (1 Corintios 11:5). Saltando a 1 Timoteo 2:11–12, nuevamente, estamos hablando de la palabra “γυνη” (gune), o sea, esposa.
La exhortación de Pablo a Timoteo
En 1ª de Timoteo 2:11-15, tenemos un pasaje que provoca conflicto si no lo observamos exegéticamente. Dice esta porción de la epístola:
La mujer aprenda en silencio, con toda sujeción. Porque no permito a la mujer enseñar, ni tomar autoridad sobre el hombre, sino estar en silencio. Porque Adam fue formado el primero, después Eva; Y Adam no fue engañado, sino la mujer, siendo seducida, vino a ser envuelta en transgresión: Empero se salvará engendrando hijos, si permaneciere en la fe y caridad y santidad, con modestia. (1 Timoteo 2:11-15 RV-BRG)
Primeramente y como siempre, tenemos que ver cómo los autógrafos expresan este pensamiento. Entonces, tenemos que entender su contexto inmediato, o cercano y lejano guardando en mente que los versículos oscuros se interpretan a la luz de los versículos claros.
En este versículo, nuevamente, Pablo está hablando del orden del hogar y familia del líder de la iglesia y, por medio del ejemplo e influencia del líder, de todas las familias de la congragación. Esta es una antelación de lo que menciona en exhortación a los ancianos en el siguiente capítulo, “Que gobierne bien su casa, teniendo a sus hijos sujetos con toda dignidad (pues si un hombre no sabe cómo gobernar su propia casa, ¿cómo podrá cuidar de la iglesia de Dios?)” (1 Timothy 3:4-5 LBLA).
Pablo establece el curso de su pensamiento con la selección de la palabra, “γυνη” (gune – esposa), en vez de “θῆλυς” (thēlus – hembra, mujer), o “παρθένος” (parthénos – una virgen, soltera, soltero). Éstas son palabras que Pablo empleó en otras ocasiones cuando quería expresar tal pensamiento puntual. Es decir, al usar la palabra “γυνη,” él dio a entender que estaba hablando de la relación entre esposos en el hogar.
En versículo 12, Pablo exhorta a las esposas a permitir al esposo de hacer lo que Dios le mandó hacer, ser el sacerdote de su casa y el líder espiritual. La mujer no debe usurpar este orden. Hay demasiados hombres que son más débiles espirituales que sus esposas, y la esposa no ayuda esta deficiencia si insista en tomar, o arrebatar las riendas del liderazgo espiritual de del esposo. Ella debe pedir al Señor para tener la sabiduría para inspirar y animar a su esposo para ser todo lo que él puede en Cristo, y ser este líder espiritual que Dios le ha mandado a ser.
También, Pablo resalta el hecho de que cuando la mujer cayó en el engaño del Diablo, su naturaleza fue trastornada por la maldición y su actitud original de ayuda idónea fue pervertida para usurpar y controlar el lugar de liderazgo del hombre.
El contexto de los siguientes versículos nos lleva al principio del principio de Génesis, tal como Cristo lo hizo en Mateo 19:4-6. Aquí, Pablo no está hablando de todas las esposas, sino se refiere, específicamente, a Eva. Recuerda, que Eva no conocía de la salvación tal como nosotros tenemos el privilegio de experimentar el día de hoy. No obstante, la promesa de Dios de una esperanza de la salvación que vendría a través de un hijo que saldría, eventualmente, de su linaje fue dada cuando Dios dijo:
Y pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu simiente y su simiente; Él te herirá en la cabeza, y tú le herirás en el calcañar. A la mujer dijo: Multiplicaré en gran manera tus dolores y tus preñeces; con dolor darás a luz los hijos; y tu deseo será para tu marido, y él señoreará sobre ti. (Génesis 3:15-16 RVG).
Es importante notar que inmediatamente después que Dios maldijo la serpiente (Satanás), menciona como, por medio del dolor de la mujer, vendría el Salvador del mundo. Esta misma idea de la venida de nuestro Salvador por medio del dolor de la mujer se expresó en Lucas 2:34-35:
Simeón los bendijo, y dijo a su madre María: He aquí, este ha sido puesto para la caída y el levantamiento de muchos en Israel, y para ser señal de contradicción (y una espada traspasará aun tu propia alma) a fin de que sean revelados los pensamientos de muchos corazones. (Lucas 2:34-35 LBLA)
Una proclamación profética de la mujer en el ministerio
- El Señor da la palabra; las mujeres que anuncian las buenas nuevas son gran multitud (Salmos 68:11 LBLA).
- El Señor dio la orden y muchas son las mujeres que fueron a contar las buenas noticias: (Salmos 68:11 PDT)
- El Señor dio un mensaje; muchas mujeres lo anunciaban (Salmos 68:11 DHH)
- El Señor ha emitido la palabra, y millares de mensajeras la proclaman (Salmos 68:11 NBD)
- El Señor ha emitido la palabra, y millares de mensajeras la proclaman: (Salmos 68:11 CST)
- El Señor da la palabra, y una gran hueste de mujeres anuncia la buena nueva: (Salmos 68:11 RVA-2015)
- RVC El Señor emitió su palabra, y muchas mensajeras dieron la noticia: (Salmos 68:11 RVC)
- El Señor daba palabra; Había gran multitud de mujeres que transmitían las buenas nuevas. (Salmos 68:11 RVR 1977)
- El Señor daba la palabra, multitud de mujeres anunciaba las buenas nuevas: (Salmos 68:11 RVR 1995)
- Tú, Dios mío, hablaste, y miles de mujeres dieron la noticia: (Salmos 68:11 TLA)
La redundancia de esta cita es intencional, porque hay muchas traducciones que no extraen el hecho de que los protagonistas de este versículo son las mujeres.
El Dr. Albert Barnes dice de este versículo:
“Las palabras utilizadas aquí están en el género femenino, y hace referencia la costumbre en que las mujeres celebraron las victorias en cántico y danza. (Vea a Ex. 15:20-21; Jue. 11:34; Jue. 21:21; 1S. 18:6-7). La idea es que, cuando había una proclamación de Guerra, cuando Dios mandaba a Su pueblo a la batalla, las mujeres de la tierra estaban listas para hacer conocida la Victoria… y así animar a sus esposos, hermanos y padres.”[81]
Dr. Adam Clark comenta del mismo versículo:
“Grande era la compañía de las que lo publicaron” “רב צבא המבשרות” (hammebasseroth tsaba rab); “de las predicadoras había un gran ejecito.” Tal es la traducción literal del pasaje…[82]
El Comentario Benson dice: “Ciertamente la palabra hebrea המבשׂרות, hambasseroth, como aparece aquí, “que lo publicaron,” está en el género femenino, y por lo tanto se refiere principalmente a las mujeres, …”[83]
Este versículo es una profecía de la restauración que Jesucristo efectuará por medio de Su muerte y resurrección. Por lo tanto, la iglesia que confiesa creer en la obra redentora y reconciliadora de la muerte vicaria y resurrección de Cristo, y Su poder para destruir todo poder y efecto de la maldición se queda indefensible en su justificación de la postura de mantener a las mujeres bajo los patrones de la mentalidad de la creación y la humanidad arruinada por el pecado. La obra de restauración del Señor Jesucristo ha reestablecido a la mujer, y ellas deben tener la plena libertad de proclamar al Evangelio en cada sentido y con plena igualdad que los hombres de la iglesia.
En el Nuevo Testamento, bajo el ministerio terrenal de Jesucristo, aún vemos a la mujer en el simple puesto de sirviente de los hombres. Recuerda, que estaban aún bajo el Antiguo Pacto, y que el Nuevo Testamento es el principio de la restauración de todas las cosas que fueron destruidas en la caída del hombre en el pecado. Guarda en mente, que el Nuevo Testamento comienza con la resurrección de Cristo.
Vemos en los Evangelios, que, con pleno propósito e intención, Jesucristo escogió a unas mujeres para ser las primeras portavoces del evangelio. Él podría haber aparecido a cualquier hombre que quería tal como hizo posteriormente. Pero en cumplimiento de la profecía de Salmos 68:11, escogió aparecer primeramente a unas mujeres cuando apareció a María Magdalena y a otra María y que fueron comisionadas por un ángel para llevar las buenas nuevas de la resurrección. ¿Debemos considerar este acto como una cosa insignificante o de escasa importancia? Éste cumplimento de la profecía es la primera evidencia de la obra restauradora de Cristo, elevando a la mujer a su lugar original, al lado del hombre en el servicio de su Creador.
El diaconado
En el libro de los Hechos capítulo seis, la iglesia estableció el ministerio del diaconado para ministrar a las necesidades físicas de la iglesia. Aunque hechos seis no los menciona como diáconos, la palabra “servir” en el versículo dos es la palabra griega, “διακονeω” (diakoneō), y de allí proviene la palabra, “diácono” (διaκονος). Con todo, todos los candidatos tenían que tener un ministerio activo en la Palabra de la misma manera que los Apóstoles tuvieron su ministerio en la palabra (Hechos 6:3) “Buscad, pues, hermanos, de entre vosotros a siete varones de buen testimonio, llenos del Espíritu Santo y de sabiduría, a quienes pongamos sobre este trabajo”. Lo que tropieza a muchos es el hecho de que el versículo dice específicamente, que buscaran a “siete hombres”.
Sin embargo, si se interpreta ese versículo como si el diaconado existe solamente para los hombres, entonces, ¿Cómo explicamos la existencia de Febe en Romanos 16:1 (y, en algunas traducciones versículo 27)? Para ayudaros a entenderlo, debemos ir a lo que llamamos la revelación progresiva.
A través del Antiguo Testamento tenemos la promesa de la salvación y reconciliación de nosotros, los gentiles. No obstante, no fue sino hasta Hechos 10 que la iglesia pudo captar el alcance de la salvación; que era una promesa, también, para los gentiles. De la misma manera, la iglesia primitiva tuvo que crecer hasta el punto de entender que cada aspecto de la reconciliación y restauración de la salvación era tanto para el judío, el griego, el gentil, para el hombre y para la mujer. “… pues todos sois hijos de Dios mediante la fe en Cristo Jesús. Porque todos los que fuisteis bautizados en Cristo, de Cristo os habéis revestido. No hay judío ni griego; no hay esclavo ni libre; no hay hombre ni mujer; porque todos sois uno en Cristo Jesús. Y si sois de Cristo, entonces sois descendencia de Abraham, herederos según la promesa” (Gálatas 3:26-29 LBLA). Es imposible interpretar a este versículo y hacer una dicotomía.
¿Qué es lo que quiere decir cuando nos dice que no hay hombre ni mujer? En lo natural, es evidente que físicamente existe la distinción de sexos. Pero cuando habla de las distinciones de función, son aplicaciones que son pertinentes al hogar; no se refiere al papel en el ministerio de la iglesia. Es imposible hacer dicotomía de la interpretación de Gálatas 3:26-29. Si no hay diferencia entre judío y griego (gentil), esclavo y libre, porque en la iglesia, todos tienen el mismo valor y libertad de función y servició, ¿Cómo sería posible para demarcar una distinción entre hombre y mujer?
Parece inconcebible reconciliar esta mentalidad al cristianismo ortodoxo y la verdadera fe en Cristo Jesús. Pero no han pasado muchos años desde que muchas iglesias de los Estados Unidos intentaban hacer una distinción entre las razas. Algunas iglesias aún siguen con este racismo y lo justifican diciendo que Dios no quiere que su pueblo se mezcle con las naciones. ¡Esto es abominable, porque Jesucristo no hace distinción de personas! La misma aberración se comete cuando se intenta marcar una diferencia entre hombre y mujer, como si el nacer como mujer fuera un punto negativo para negarle el privilegio de participar en todo lo que Dios ha dado a la humanidad.
Algunos intentan marcar una diferencia entre Febe y los siete de Hechos 6, porque Pablo llama a Febe una diaconisa, y los seis eran diáconos. Así que, uno era el lugar que solamente los hombres podrían cumplir, y el otro, solamente para las mujeres. Lo siento, pero la palabra griega es la misma: “διάκονος”, no hay ninguna diferencia, o motivo para marcar una diferencia.
En Romanos 16, Pablo menciona a otras seis obreras importantes de la iglesia: Priscila (16:3), María (16:6), Junias (16:7), Trifena, Trifosa y Pérsida (16:12). Aquí, menciona a Priscila, y no Aquila.
No hay duda de que Priscila y Aquila eran personajes importantes en la iglesia primitiva y en el ministerio de Pablo. Pero, de las cinco veces que se mencionan en las Escrituras, Priscila se menciona primero tres veces: Hechos 18:2,18,26; Romanos 16:3; 1 Corintios 16:19. Es un principio, y una indicación cultural de prioridad de propósito.
Esto también se ve en la expresión “Hijos de Sarvia” mencionada cinco veces en el Antiguo Testamento. Sarvia se menciona 25 veces en el Antiguo Testamento: 1 vez en 1º Samuel, 14 veces en 2º Samuel, 3 veces en 1º Reyes, 8 veces en 1ª Crónicas. No obstante, debemos hacer la pregunta ¿Quién era Sarvia?
Sarvia era una de las dos hermanas de David (2º Samuel 17:25; 1ª Crónicas 2:13-16.) ¿Por qué no menciona a los primos de David como “hijos de su padre”? Que, por cierto, ni siquiera sabemos quién es el esposo. Sarvia es importante porque es la hermana del rey, que le hace una princesa, sangre azul. Ella es más importante que su esposo, y por esto se menciona en lugar de él.
Tanto el Antiguo Testamento (Jueces 4:4; 2º Reyes 22:14; 2º Crónicas 34:22; Nehemías 6:14), como el Nuevo Testamento mencionan a mujeres como profetas (Lucas 2:36; Hechos 21:29). El ministerio de profeta es, simplemente, otro ministerio de un predicador del evangelio, o sea, un portavoz del Señor.
Conclusión
¡Cristo destruyó toda obra del diablo! Una gran parte de la obra del diablo era la destrucción de la relación entre el hombre y la mujer. Esta destrucción dio inicio al machismo, la misoginia, y la destrucción de la armonía amorosa que Dios propuso desde el principio. El machismo y la misoginia han incapacitado el amor de los hombres para sus esposas, en particular, y su respeto a las mujeres, en general.
Es interesante notar como Pablo nunca exhorta a las mujeres a amar a sus esposos, sino someterse a ellos. En cambio, cada vez que incita a las mujeres a someterse a sus esposos, lo hace juntamente con la exhortación a los hombres a amar a sus esposas. Cuando el hombre llegue a amar a su esposa como Cristo amó a su iglesia[84], comenzará a ver la restauración del propósito original de Dios en sus vidas.
Biblias de Referencia:
BDJ – Biblia de Jubileo
CST – Nueva Versión Internacional (Castilian)
LBLA – La Biblia de Las Américas
DHH – Dios Habla Hoy
NVI – Nueva Versión Internacional
NBD – Nueva Biblia al Día
PDT – Palabra de Dios para Todos
RV – Reina-Valera 1960
RVA-2015 – Reina-Valera Actualizada
RV-BRG – Reina-Valera BRG
RVC – Reina-Valera Contemporánea
RVG – Reina-Valera Gómez
RVR1977 – Reina-Valera 1977
RVR1995 – Reina-Valera 1995
TLA – Traducción en Lenguaje Actual
Bibliografía Recomendada:
BILEZIKIAN, Gilbert. El lugar de las mujeres en la iglesia. Nueva Creación/Eerdmans, Grand Rapids, Michigan, segunda edición, 1993.
SAYERS, Dorothy. Are Women Human? William B. Eerdmans Publishing Company, Grand Rapids, Michigan, 1971.
BESANCON SPENCER, Aida Dina. Beyond the Curse: Women Called to Ministry. Thomas Nelson Publishers. Nashville, TN. 1985.
GAEBELEIN HULL, Gretchen. Equal to Serve: Women and Men Working Together Revealing the Gospel. Fleming H. Revell Company. 1991.
BOOTH, Catherine. Female Ministry: Women’s Rights to Preach the Gospel. Departamento de imprenta y publicaciones del Ejercito de la Salvación, Nueva York. 1859, reimpresión 1975.
CUNNINGHAM, Loren; HAMILTON, David Joel. ¿Por qué no la mujer? Editorial JUCUM. 2003.
KEENER, Craig S. Paul, Women and Wives: Marriage and Women’s Ministry in the Letters of Paul. Hendrickson Publishers, Peabody, 1992.
HANSEN, Jane. Fashioned for Intimacy: Reconciling Men and Women to God’s Original Design. Regal Books, Ventura. 1997.
CLARK KROEGER, Richard y Catherine. I Suffer Not a Woman: Rethinking 1 Timothy 2:11-15 in the Light of Ancient Evidence. Baker Books House. Grand Rapids. 1992.
[1] misogyny – Dictionary Definition: Vocabulary.com. (n.d.). Retrieved from https://www.vocabulary.com/dictionary/misogyny
[2] Strong’s G407 Andrizomai (ἀνδρίζομαι) Hacer que sea hombre, o valiente; Mostrar a otros que uno es hombre y valiente.
[3] 27 de abril de 2017
[4] En contraste con los barcos de los colonos (quienes, inicialmente, eran mayormente) evangélicos ingleses que llevaban a sus familias enteras.
[5] La Amistad era una goleta de velacho mercante española en la que se llevó a cabo una rebelión de esclavos en 1839, cuando el buque viajaba frente a las costas de Cuba.
[6] BEHRENDT, Stephen D. RICHARDSON, David, ELTIS, David, W. E. B. Du Bois Institute for African and African-American Research, Harvard University. (1999). «Transatlantic Slave Trade». Africana: The Encyclopedia of the African and African American Experience. New York: Basic Civitas Books. ISBN 0-465-00071-1.
[7] «Skeletons Discovered: First African Slaves in New World», 31 January 2006, LiveScience.com. Adquerido el 27 de septiembre de 2006. Un cementerio en Campeche, México, da evidencias de que esclavos africanos fueron introducidos poco tiempo después de la llegada de Hernán Cortés para completar la subyugación de los aztecas y los mayas de México en el siglo 16. El panteón estaba en uso desde aproximadamente 1550 hasta los finales del siglo 17.
[8] Latín – Huérfano y sin padre.
[9] Este concepto tuerce la verdad y resulta ser una perversión fatal de una verdad bíblica. Originalmente, Dios creó a la mujer para ser la perfecta ayuda idónea para el hombre. No obstante, con el plan de Dios, el hombre era la figura perfecta y ejemplo del amor que Cristo, un día, manifestaría para Su iglesia cuando se entregó a sí mismo por ella.
[10] Que, por cierto, ésta figura morena proviene de los árabes (moros) que antes ocupaban la región, es oriunda de Guadalupe, Badajoz. Los autóctonos americanos tomaron la figura como natural de ellos por su piel morena tal como ellos tenían. Todos esto facilitaba la conquista y subyugación de los nativos.
[11] Caliginefobia: Miedo a las mujeres guapas o hermosas – 5/20/2017 http://psicologiayautoayuda.com/fobias/caliginefobia-miedo-a-las-mujeres-guapas-o-hermosas/
[12] © 2017 GuíaPsicología.com. http://guiapsicologia.com/fobias/caliginefobia/ – 5/20/2017
[13] Según «WordNet», de Princeton University, (Revisado 24-07-2017). La ginefobia o ginecofobia (del Gr. gyné = mujer + phóbos = miedo) es un trastorno nervioso caracterizado por un temor mórbido o una aversión patológica a las mujeres.
[14] CORSINI, Raymond Joseph. (1999) «The Dictionary of Psychology», ISBN 1-58391-028-X, p. 452.
[15] El Prof. Jesús García Barcala, ofrece una lectura interesante sobre este tema en su blog, CIENCIA HISTÓRICA: http://www.cienciahistorica.com/2015/06/11/las-guerreras-amazonas-no-todo-es-mito/
[16] PRADOS, L., LÓPEZ, C., PARRA, J., (eds.). La arqueología funeraria desde una perspectiva del género. Colección Estudios 145. Universidad Autónoma de Madrid, 2012.
[17] QUESADA SANZ, Fernando. Mujeres, amazonas, tumbas y armas: Una aproximación transcultural. Colección Estudios 145. Universidad Autónoma de Madrid, 2012.
[18] National Geographic España, La vida de los amantes de la sabiduría: Filósofos de Grecia. 6 de agosto de 2014.
[19] LAERCIO, Diógenes. Vidas y opiniones de los filósofos ilustres. Traducción e introducción de Carlos García Gual. Alianza, Madrid, 2013.
[20] SOUPIOS, M.A. y MOIRDOUKOUTAS, P. Diez reglas de oro: la sabiduría de los griegos. Ediciones B, Barcelona, 2010.
[21] DE AZCÁRATE, Patricio. Obras de Aristóteles. tomo 3, páginas 38-42. Proyecto Filosofía en español. © 2005 www.filosofia.org. Madrid 1873.
[22] URL: http://www.thewildrose.net/buddhism.html., Website Title: Buddhism – The Path. Date Accessed: June 05, 2017
[23] KULANANDA. Budismo, Windhorse Publications. D.R. 2010. Centro Budista de la Ciudad de México A.C. Jalapa 94 Col. Roma Norte Del. Cuauhtémoc Código Postal 06700, México D.F.
[24] http://www.monografias.com/trabajos28/religiones/religiones2.shtml#ixzz4hElIzSmF
[25] Biblioteca de Consulta Microsoft ® Encarta ® 2005. © 1993-2004 Microsoft Corporation.
[26] WILSON, Ann-Marie. (2013) How the methods used to eliminate foot binding in China can be employed to eradicate female genital mutilation, Journal of Gender Studies, 22:1, 17-37, DOI: 10.1080/09589236.2012.681182
[27] ibid
[28] FOREMAN, Amanda. Why Foot-binding Persisted in China for a Millennium, Smithsonian Magazine, February 2015. http://www.smithsonianmag.com/history/why-footbinding-persisted-china-millennium-180953971/#Aktyi877kTejC8JD.99
[29] https://eukleria.wordpress.com/2012/11/09/la-mujer-hindu/
[30] http://www.lavanguardia.com/vida/20120411/54284341986/la-india-4-pais-mas-peligroso-para-nacer-mujer.html
[31] COURTRIGHT, Paul B. Sati, the Blessing and the Curse: The Burning of Wives in India. Editor: John Stratton Hawley. (1994) Oxford University Press.
[32] SAMUEL, Dibin. William Carey tuvo un papel importante en la abolición del Sistema sati. Christianity Today, Mission; 4 de diciembre de 2009.
[33] No es el motive del autor de presentar la siguiente información para inspirar sentimientos anti-islámicos en esta observación académica.
[34] SAHIH INTERNATIONAL. Sura 4:34
[35] HIRSI ALI, Ayaan. Yo acuso: Defensa de la emancipación de las mujeres musulmanas. Galaxia Gutenberg; 1 edición (octubre 1, 2014).
[36] Arabia Saudita
[37] Khawla bint Hudhayl: She was a princess from the powerful Christian Taghlib tribe in northern Arabia. Her uncle arranged the marriage, which was expected to be politically advantageous on both sides. Muhammad signed the contract, but Khawla died on her journey to Medina, before they met in person.
[38] Safiyah bint Huyayy: She was the beautiful daughter of a Jewish chief, Huyayy ibn Akhtab. Muhammad married her on the day he defeated the last Jewish tribe in Arabia, only hours after he had supervised the slaying of Kinana her second husband. His earlier victims had included her father, brother, first husband, three uncles and several cousins. This marriage was of no benefit to Safiyah’s defeated tribe, who were banished from Arabia a few years later; its real political significance was that Safiyah’s presence in Muhammad’s household was an open demonstration that he had defeated the Jews.
[39] La historia dicta que se debe mencionar que lo que sigue a continuación, debe ser observado completamente desde la perspectiva académica sin ánimos de antisemitismo, y mucho menos, con motivos de naturaleza antiisraelí. No obstante, tal como hemos observado las otras religiones, tenemos que examinar todas con la misma luz para alcanzar la meta de nuestra investigación.
[40] Que significa, instrucción o enseñanza.
[41] Difference Between Talmud and Torah | Difference Between. (n.d.). Retrieved from http://www.differencebetween.net/miscellaneous/religion-miscellaneous/difference
[42] 5647 עבד ‛âbad: 1) Trabajar (Exo. 5:18). 2) Cultivar la tierra (Gén. 2:5, 15). 3) Servir, trabajar para otro (2 Sam. 16:19; Exo. 21:6). 4) Con la Prep. ב se traduce “servirse de” (Lev. 25:46). 5) Prestar servicio en el culto (Núm. 3:7; 8:25). 6) Celebrar un rito — Lit., la-avód et avodáh (Exo. 13:5). 7) Servir, rendir culto (2 Rey. 21:3; Exo. 3:12). — Perf. עָבַד ; Impf. יַעֲבֹד ; Impv. עִבְדוּ ,עֲבֹד ; Inf. עֲבֹד ; Part. עֹבֵד ; Const.pl. עֹבְדֵי
[43] 8104 שׁמר shâmar: 1) Guardar, cuidar (Génesis 2:15; 1 Sam. 17:20; Ester 2:3). 2) Respetar, escatimar: shmor nafshó = respeta su vida (Job 2:6). 3) Guardar, proteger (Sal. 121:7). 4) Guardar, conservar (Génesis 41:35). 5) Guardar en la mente, tener presente (Génesis 37:11). 6) Observar: shomer et píha = observaba la boca de ella (1 Sam. 1:12). 7) Mantener el sitio, guardar bajo asedio (2 Sam. 11:16). 8) Considerar: éin li-shmór le-majleqót = sin considerar sus grupos = sin distinción de sus grupos (2 Crónicas 5:11). 9) Espía, guardia 747 enemigo (Jueces 1:24). 10) Montar guardia, vigilar (Neh. 12:25; Job 10:14). 11) Guardar, obedecer, cumplir: shamrú dérej YHVH = guardad el camino de YHVH, es decir, observad la conducta que es concorde con la voluntad de Dios (Gén. 18:19; Comp. 17:9). 12) Esperar, tener la expectativa puesta en (Sal. 31:7/6).
[44] B. Bava Batra 58a.
[45] El Talmud ocupa el término Yiddish “shiksa”. La etimología de la palabra “shiksa” viene del término hebreo שקץ shekets, que significa «abominación», «impuro,» u «objeto de aborrecimiento», dependiendo del traductor. Retrieved June 20, 2017.
[46] PALOMARES JIMÉNEZ, Cristina. TFG “Aproximación al aconsejamiento pastoral en mujeres abusadas sexualmente”. Facultad de Teología, FADE. La Carlota, Córdoba. 2017
[47] BURN, Henry J. Biblical Illustrator. Published 1900; Public Domain.
[48] NICOLL, William Robertson. Sermon Bible Commentary. Published in 1888-1893; Public Domain.
[49] MURDOCH, Lindsay. The Sydney Morning Herald. APRIL 6 2017. http://www.smh.com.au/world/outrage-after-malaysian-mp-condones-rapists-marrying-their-victims-20170406-gves82.html
[50] SU, Alice. Global News – The Associated Press. http://globalnews.ca/news/3638970/jordan-repeals-marry-the-rapist-law/. August 1, 2017.
[51] COCKBURN, Harry. Independent News. http://www.independent.co.uk/news/world/asia/malaysian-man-ahmad-syukri-yusuf-rape-charge-escapes-jail-marrying-14-year-old-victim-a7171276.htmlThursday 4 August 2016
[52] Sentimientos y reacciones comunes ante la violación. (2012, septiembre 26). Recuperado 18 de mayo de 2017, a partir de https://www.mehanviolado.com/sentimientos-y-reacciones-comunes-ante-la-violacion/
[53] PRIDDY, E.F. (2010). Extraordinarias mujeres de la Biblia / Extraordinary Women of the Bible. p.53. Editorial Portavoz.
[54] LAW DICTIONARY & BLACK’S LAW DICTIONARY 2ND ED. Britt c. 107. El acto o práctica de cohabitar, en comercio sexual, sin la autoridad de la ley o un matrimonio legal. Una protección contra una mujer que quiere hacer una demanda para una herencia sobre la base de que ella era una concubina, y no la esposa del hombre cuya propiedad ella buscaba recibir en heredad.
[55] Horayot 3.7
[56] BROWN, Francis, DRIVER, S.R., BRIGGS, Charles. Brown-Driver-Briggs’, Hebrew Definitions. Clarendon Press, Oxford, England, 1906
[57] Ibid.
[58] Strong’s H802 ‘ishshâh אִשָּׁה: 1.) Mujer (Gn. 2:23). 2) Esposa:
[59] Mt. 19:3-8 (LBLA)
[60] Génesis 2:15 (LBLA)
[61] Apocalipsis 11:18 (LBLA) Cursivo del autor
[62] Génesis 2:16-17 (RVG)
[63] Gálatas 1:6-9 (RVG)
[64] Génesis 2:18 (RVG)
[65] Génesis 2:19 (RVG)
[66] Génesis 5:1-2 (RVG)
[67] (Jeremiah 47:2 Hebrew OT) כה אמר יהוה הנה־מים עלים מצפון והיו לנחל שׁוטף וישׁטפו ארץ ומלואה עיר וישׁבי בה וזעקו האדם והילל כל יושׁב הארץ׃
[68] (Psalms 105:14 Hebrew OT) לא־הניח אדם לעשׁקם ויוכח עליהם מלכים׃
[69] (Leviticus 22:5 Hebrew OT) או־אישׁ אשׁר יגע בכל־שׁרץ אשׁר יטמא־לו או באדם אשׁר יטמא־לו לכל טמאתו׃
[70] BROWN, Francis, DRIVER, S.R., BRIGGS, Charles. Brown-Driver-Briggs’, Hebrew Definitions. Clarendon Press, Oxford, England, 1906
[71] Eiségesis es todo lo contrario a exégesis. Si en exégesis buscamos obtener el significado de un texto, en eiségesis buscamos forzosamente meter cualquier significado que en realidad no está contenido en el texto. Eiségesis es interpretar un texto con prejuicios o en el peor de los casos, con artimañas y estratagemas.
[72] Comunica un sentir carnalmente romántico, lo cual es un buen argumento para dar la misma interpretación y significado para su uso en Génesis 3:16. No obstante, el contexto exegético puede alegar en contra con el mismo vigor.
[73] Claro que este es el uso bíblico de lo que llamamos una prosopopeya o la personificación de objetos inanimados, tangibles o intangibles, y darles el mismo trato como si fueran criaturas vivientes. Aunque todos entendemos que el pecado, en sí, no es un ser viviente, reconocemos que, aun así, parece como si fuera una criatura sutil y astuto en sus tratos con nuestras vidas. No es tanto que el pecado es astuto, sino que los demonios que utilicen los pecados para encantar sí son sagaces.
[74] THEYER, Joseph Henry. Theyer’s Greek Definitions. Hendrickson Publishers, Peabody, Massachusetts. 1996
[75] Mt. 9:4
[76] Mt. 9:8
[77] Mt. 9:8
[78] Una traducción acertada
[79] STEINSALTZ, Adin. My Jewish Learning. Reprinted with permission from Teshuvah: A Guide for the Newly Observant Jew (Jason Aronson). http://www.myjewishlearning.com/article/kippot-hats-and-head-coverings-a-traditionalist-view/ Recuperado el 19 de mayo de 2017.
[80] OLDSTONE-MOORE, Christopher. Of Beards and Men: The Revealing History of Facial Hair. published by the University of Chicago Press in January 2016. Retrieved 07/10/2017 from: https://www.theatlantic.com/magazine/archive/2016/03/off-with-their-beards/426873/
[81] BARNES, Albert. (1798-1870) Albert Barnes’ Notes on the Bible. Publicado en 1847-85, Public Domain.
[82] CLARK, Adam. Commentary on the Bible. Publicado en 1810-26. Public Domain.
[83] BENSON, Joseph. Commentary of the Old and New Testaments., By T. Carlton & J. Porter, 200 Mulberry-Street. New York. Publicado en 1857.
[84] Efesios 5:25
Sobre el autor:
Hijo de un oficial militar (estadounidense) no comisionado, el Dr. Parker pasó una gran parte de su vida viviendo en diferentes países y viajando. Tuvo su encuentro con Cristo el 7 de mayo de 1971. Tenía 17 años de edad.
Después de haber terminado sus estudios de educación secular (era un profesor de colegios secundarios y de universidad por varios años) reanudó a sus estudios en preparación para servir al Señor plenamente en el ministerio. Sus primeros estudios teológicos estaban con una extensión de Moody Bible Institute. A continuación, siguió con sus estudios en Trinity Evangelical Seminary y Christ’s Church Seminary en Canterbury, Inglaterra. Completó sus estudios graduados con el grado de doctorado (Th.D.) en “La Universidad Cristiana Para Las Naciones”. También ha recibido un doctorado honorífico (D.D.).
En sus 46 años de ministerio, ha plantado o pastoreado 18 iglesias en varios países. También es músico y ha grabado cinco discos de música cristiana y producido otros y ha trabajado con muchos de los músicos más notables del habla castellano. Ha escrito varios libros y numerosos artículos para revistas y periódicos cristianos tanto en castellano como en inglés.
Casado con Guillermina Olmos Avalos desde 1976, son padres de cuatro hijos adultos y trece nietos.
El Dr. Parker ha sido un ministro de las Asambleas de Dios desde 1975 (EEUU) y desde 1990 de las Asambleas de Dios de España. Actualmente es miembro del cuerpo docente permanente de la Facultad de Teología FADE en La Carlota, Córdoba.