Por: Osmany Cruz Ferrer.
Introducción.
Queridos hermanos, les ruego que se fijen en los que causan pleitos en la iglesia. Ellos están en contra de todo lo que a ustedes se les ha enseñado. Apártense de esa gente, porque no sirven a Cristo, nuestro Señor, sino que buscan su propio bien. Hablan a la gente con palabras bonitas, pero son unos mentirosos y engañan a los que no entienden (Ro. 16:17, 18).[1]
Pablo, a través de su epístola a los Romanos le hace una solemne advertencia a los cristianos de todos los tiempos. Es un llamado de atención ante la posible aparición del error mediante hombres inescrupulosos que “medran falsificando la palabra de Dios”.[2] Su sentencia para tales personas no se hace esperar, el apóstol nos dice: “Apártense de ellos”.[3] ¡Con el error no se puede fraternizar! Es imposible mantener una conducta en consonancia con las Sagradas Escrituras si a la vez se simpatiza con la herejía. Es por esta razón que la iglesia debe cerrar filas ante la avalancha de nuevas doctrinas y poner en práctica el mandamiento antiguo: “Pónganlo todo a prueba, pero quédense solo con lo bueno y rechacen todo lo malo” (1 Ts. 5:21, 22).[4]
Un nuevo movimiento se ha levantado, y por la pronta propagación que ha tenido, merece un minucioso examen y una opinión conclusiva sobre sus propuestas fundamentales. Sus fundadores lo han llamado el Gobierno de Doce (G12) y aunque comenzó en Colombia, Sur América, se ha extendido por todo el continente Americano hasta llegar a Europa y a otras latitudes en menor grado. El Consejo de Doctrina de las Asambleas de Dios de Brasil reseña a este movimiento en los siguientes términos:
A veces, aparecen en el escenario evangélico […] algunos movimientos de características eminentemente fluctuantes. En estos días, el más nuevo de ellos es el G-12. Sutilmente promueve un nuevo estilo de vida cristiana, calzado en la visión de un éxito rápido y fácil, y de un crecimiento mágico y milagroso de la iglesia. A través de una supuesta revelación de Dios recibida por el líder del G-12, que sueña con tener la mayor iglesia del mundo, haciendo así cualquier cosa para alcanzar sus intentos de auto promoverse como líder mundial interdenominacional, proponiendo un “nuevo concepto” religioso, con cambios en la liturgia, en las buenas costumbres, en la doctrina sagrada, en el concepto real de la Iglesia de Cristo, en el lenguaje genuino de la predicación del Evangelio, en la conducta cristiana, en el comportamiento ético-estético del creyente, con una dosis excesiva de estímulo y la búsqueda frenética por la prosperidad instantánea, liberación autosuficiente, unción mágica y perfección absoluta, valiéndose para ello de incautos e inocentes para esparcir sus herejías.[5]
No obstante a lo antes dicho, el Señor de la mies está dejando al descubierto las falacias que emplea el G12 para propagar sus doctrinas. En junio de 2005, la página Web evangélica, labibliaweb.com, hizo una encuesta bajo la pregunta: “¿Os parece bíblico el G-12?” Los resultados fueron elocuentes. El 78.57 % respondió negativamente y solo el 21.43 % lo hizo positivamente. Esta no es una pesquisa mundial. Tuvieron la oportunidad de responder sólo los que conocen el Sitio y lo visitan de cuando en cuando. Sin embargo, nos da un panorama de la popularidad del movimiento, el cual comenzó arrolladoramente, pero ahora está viviendo su decadencia y falta de aceptación.
Sección # 1: Breve historia del movimiento G12.
El G12 dice ser un movimiento de iglecrecimiento y discipulado, pero en realidad es más que eso. Surge en Colombia en el año 1991,[6] aunque la fecha es imprecisa, por cuanto el propio fundador del movimiento se contradice y en ocasiones fija los comienzos del movimiento en el año 1990.[7] Los proponentes del G12 son César Castellanos Domínguez y su esposa Claudia.
Todo comenzó a partir de una gran insatisfacción ministerial que movió al matrimonio Castellanos a renunciar al pastorado en el año 1983 y encontrar un trabajo secular.[8] Cuatro meses después de tomar esta radical decisión, Castellanos recibe lo que él llamó una palabra profética donde Dios le pidió que soñara con una iglesia tan numerosa como las estrellas del cielo y la arena del mar. “Me mostró –dijo Castellanos- que cada partícula de arena se convertiría en una persona”.[9] Un mes después de la visión, Castellanos comenzó en la sala de su casa, lo que hoy se conoce como la Misión Carismática Internacional (MCI). Le dio este nombre a la denominación que fundó tratando de alejarse de la palabra evangélico, la que según Castellanos le es de tropiezo a los católicos, mientras que la palabra carismático es más tolerada por ellos.
Ocho años después, mientras Castellanos trataba de implementar el modelo celular de Corea en su iglesia, sin el éxito esperado, recibió el modelo de los doce como una “revelación” de Dios.[10] A partir de ese momento ha trabajado en la perfección del modelo para hacerlo más efectivo.
César Castellanos asegura que el origen del G12 es totalmente bíblico y está profetizado desde el Antiguo Testamento en Habacuc 2:2,3: “Y Jehová me respondió, y dijo: Escribe la visión, y declárala en tablas, para que corra el que leyere en ella. Aunque la visión tardará aún por un tiempo, mas se apresura hacia el fin, y no mentirá; aunque tardare, espéralo, porque sin duda vendrá, no tardará”. Castellanos dice: “La visión que desarrollamos ya estaba escrita, siempre ha existido, y el Señor dijo que permanecería sellada hasta el tiempo del fin.”[11]
Los orígenes de este movimiento avisan al escrutador diligente acerca de los peligros del mismo. Por ejemplo, la profecía que dice haber recibido presenta al menos dos dificultades: (1) Es una reiteración con algunos pequeños cambios, de lo que Dios le dijo a Abraham en Génesis 22:17, en lo que constituiría una especie de doble cumplimiento profético de la promesa echa al patriarca. Es difícil comprender tal cosa a la luz de la promesa primigenia. Esto, sumado a los problemas que Castellanos tiene con su comprensión alegórica del Antiguo Testamento, dejan un tanto maltrecho el vaticinio. (2) La promesa que recibió Castellanos significa que él pastorearía la iglesia más grande del mundo, lo cual suena muy pretencioso; pero aun así, se quedaría por debajo de ser tan numerosa como las estrellas del cielo o la arena del mar, a menos que todas las denominaciones del mundo converjan bajo su ministerio.
En cuanto a su afirmación categórica de que el modelo G12 lo recibió por revelación de Dios, es incomprensible, en vista de los múltiples cambios que han tenido que implementarle. Castellanos nos dice: “Darle forma a ese hermoso modelo nos ha tomado un promedio de diez años de correcciones manteniendo una gran sensibilidad a la guía del Espíritu Santo.”[12] Por tanto, es incoherente la declaración presentada por Castellanos acerca de un modelo que no se adapta sino que se adopta, sobre todo si sus promotores confiesan que han tenido que reestructurarlo con el tiempo.
El interés fundamental de Castellanos con la implementación del G12 es lograr que el mundo entero se vuelva a esta visión. Castellanos asegura: “Sé que las naciones del mundo se volverán a esta visión de los doce y, quienes lo hagan, se multiplicarán grandemente porque es la estrategia de Dios para el siglo XXI.”[13] De semejante declaración se infiere que si no se aplica este método específico, las iglesias no sólo carecerán de un notable crecimiento, también estarán fuera “de la estrategia de Dios”.
La explicación que le confiere Castellanos al texto bíblico usado para darle razón de ser a su visión es una eiségesis ingenua del pasaje. En su extravío no solo añade a las Escrituras, también demuestra su total ignorancia del contexto histórico en que ocurre este pasaje. En el contexto el Señor le está hablando a Habacuc acerca del juicio que ejecutará sobre la nación de Babilonia y la restauración de Judá; no se refiere al G12 y no se comprende cómo Castellanos puede ver allí tal cosa. Además, al analizar el pasaje, asegura que “el Señor dijo que [la visión] permanecería sellada hasta el tiempo del fin”, pero la porción en cuestión dice: “mas se apresura hacia el fin”. No habla en ningún momento acerca del tiempo del fin; esa es otra eiségesis arbitraria.
Para justificar bíblicamente la visión del G12 en el Nuevo Testamento, César Castellanos encuentra en Mateo 10:1 el pasaje rector del movimiento: “Entonces llamando a sus doce discípulos, les dio autoridad sobre los espíritus inmundos, para que los echasen fuera, y para sanar toda enfermedad y toda dolencia.” Lo que deja de notar Castellanos es que lo dicho a doce, es dicho también a setenta: “Después de estas cosas, designó el Señor también a otros setenta, a quienes envió de dos en dos delante de él a toda ciudad y lugar adonde él había de ir […] He aquí os doy potestad de hollar serpientes y escorpiones, y sobre toda fuerza del enemigo, y nada os dañará” (Lc. 10:1, 19). Finalmente, lo dicho a setenta es dicho también a todos: “Y estas señales seguirán a los que creen: En mi nombre echarán fuera demonios; hablarán nuevas lenguas; tomarán en las manos serpientes, y si bebieren cosa mortífera, no les hará daño; sobre los enfermos pondrán sus manos, y sanarán” (Mr. 16:17, 18). ¿Por qué el G12 puntualiza tanto un pasaje sin tomar en cuenta otros? Esto revela, evidentemente, la base desacertada del movimiento.
Castellanos crea el G12, no como resultado de un método que encontró en las Escrituras, sino como consecuencia de un gran desconocimiento bíblico. Él mismo relata sus orígenes cuando escribe:
Algo similar fue lo que me sucedió en 1991, cuando el Señor corrió el velo de mi mente permitiéndome entender a profundidad el significado de los doce. Empecé a preguntarme: ¿Por qué el Señor capacitó a doce y no a once o a trece? ¿No era mejor capacitar al mismo tiempo a un grupo grande? […] ¿Por qué solo invirtió sus fuerzas en doce?, ¿cuál es el secreto que hay en los doce? Dios usó todas estas interrogantes para traer claridad a mi vida con relación al modelo de los doce. Pude oír en lo profundo de mi corazón la voz del Espíritu Santo que me decía: Si entrenas doce personas y logras reproducir en ellas el carácter de Cristo que ya hay en ti, y si cada una de ellas hace lo mismo con otras doce, y si éstas, a su vez, hacen lo mismo con otras doce trasmitiendo el mismo sentir entre unos y otros, tú y tu iglesia experimentarán un crecimiento sin precedentes.[14]
Castellanos no sabía la razón por la cual el Señor había escogido a doce, aun cuando la Biblia lo refiere con toda claridad. Ellos (los Doce) tendrían una participación fundamental en la propagación y preservación inicial del evangelio (Ef 2:20). Además, habían recibido específicas promesas escatológicas de parte de Señor (Ap. 21:12-14; Mt. 19.28; Lc. 22:29, 30). En ningún momento Jesús hizo referencia a métodos de iglecrecimiento, ni entregó disposiciones a los apóstoles sobre elegir cada uno a doce en su lugar. Todas las conclusiones de Castellanos al respecto responden a una fértil imaginación, no a una sana hermenéutica. En la Posición Oficial de Las Asambleas de Dios de Cuba Frente a La Nueva Reforma Apostólica (NRA) se expresa muy claramente el propósito de los Doce:
[Los Doce] ocupan un lugar de especial honor como apóstoles, tanto por su cercanía a Cristo en los días de su carne, como por el lugar guardado para ellos en el futuro profetizado y en la eternidad. Estos Doce son los homólogos de los doce hijos de Jacob, a partir de los cuales surgieron las doce tribus de Israel. De esta manera, la deserción y subsiguiente suicidio de Judas destruye la simetría entre las doce tribus de Israel y los doce apóstoles.[15] Por esta razón fue necesario encontrar un sustituto de Judas para cumplir, “este ministerio y apostolado” (Hch. 1:25 KJV). En la frase “ministerio y apostolado”, la palabra “ministerio” (diakonias) es una transliteración, mientras que la palabra “apostolado” (apóstoles) está sin traducir. Si ambas palabras hubieran sido dejadas sin traducir, el texto leería “diaconado y apostolado” (diakonias kai apóstoles).[16]
No se comprende, además, la revelación del Espíritu Santo que Castellanos recibió como respuesta a sus interrogantes sobre los Doce; ella no era la explicación escrituraria del propósito de los Doce, y “[Dios] no puede negarse a sí mismo” (2 Ti. 2:13). La razón para la existencia de los Doce está claramente reflejada en las Escrituras; no se necesita una revelación especial para comprenderla.
Sección # 2: El papel de las revelaciones en el G12.
César Castellanos asegura que el G12 es la panacea espiritual del nuevo milenio. En palabras literales, Castellanos asegura: “sé que la visión de los doce es la visión de Dios para el nuevo milenio”.[17] Esta declaración no solo es pretenciosa, también es excluyente. Es asombroso que en las contraportadas de sus libros se registren altisonantes comentarios a favor del G12 firmados por Luis Palau, Carlos Annacondia y otros connotados predicadores, sobre todo, si se comprende que Castellanos está menospreciando la labor de cualquiera que no aplique al pie de la letra su método.
Para certificar el movimiento como proveniente de Dios, Castellanos encuentra en confusas experiencias su principal fuente de validación. Él relata el testimonio de un pastor de Manaos, Brasil, que adoptó el G12 en su congregación y más tarde fue invitado a Jerusalén, donde habló sobre la visión de los doce. Después que el pastor brasilero terminó de predicar, una mujer se le acercó y le obsequió un botón que era una réplica fidedigna del pectoral del sumo sacerdote judío con las doce piedras. La mujer entonces le dijo al pastor: “Pastor, hace 22 años hice este botón, y el Señor me dijo: Un hombre vendrá a predicar el modelo de los doce, cuando lo escuches dáselo, porque esta es mi visión y será la visión que impactará a las naciones de la tierra”. Castellanos continúa refiriendo: “aquel fue un momento emocionante para el pastor brasilero pues, de esta manera, Dios le confirmó que estaba en la visión correcta.” Sin embargo, nos preguntamos. ¿Qué tiene que ver el pectoral judío con nosotros, la iglesia de Jesucristo? ¿Qué sincrética mezcla de prácticas nos quiere suministrar el G12, donde prendas del sacerdocio del Antiguo Testamento sean confirmaciones a métodos de iglecrecimiento y a doctrinas neopentecostales? Esto es inaceptable y herético. ¿Cómo es posible que si esta es la visión de Dios, nadie antes la había comprendido? Bases tan dudosas descalifican al G12 como el modelo de Dios para la iglesia y lo convierten en un movimiento esotérico.
Castellanos refiere en sus libros otras ocasiones en las que le otorga a la profecía preponderancia en su ministerio, sin hacer nunca referencia a que sometiera esa profecía a la consideración de otros, o al examen bíblico de las mismas. El error de Montano[18] está demasiado popularizado en nuestros días; cada vez son más los que olvidan que por encima de toda revelación, nosotros tenemos “la palabra profética más segura, a la cual hacéis bien en estar atentos como a una antorcha que alumbra en lugar oscuro, hasta que el día esclarezca y el lucero de la mañana salga en vuestros corazones” (2 P. 1:19).
Castellanos tiene graves problemas con su concepción del don de profecía. Llega a colocar el don como un instrumento que usamos a voluntad para nuestro propio beneficio. Él explica que podemos trazar el destino de cada día a través de palabras proféticas. Para justificar tal afirmación, Castellanos hace una comparación entre Adán y la iglesia argumentando que de la misma forma que Adán le puso nombre a los animales, nosotros debemos darle nombre a los días haciendo proclamaciones proféticas sobre ellos. Para validar esta afirmación cita fuera de contexto a Isaías 58:5.[19] Lo que no discierne Castellanos es que el pasaje en cuestión está hablando de ayuno y justicia social, no de nombrar cada día de la semana. ¡Qué distinta toda esta fantasía alegórica a lo que Santiago dijera: “no sabéis lo que será mañana. Porque ¿qué es vuestra vida? Ciertamente es neblina que se aparece por un poco de tiempo, y luego se desvanece. En lugar de lo cual deberíais decir: Si el Señor quiere, viviremos y haremos esto o aquello. Pero ahora os jactáis en vuestras soberbias. Toda jactancia semejante es mala” (Stg. 4:14-16). No podemos declarar proféticamente lo que va a ocurrir cada día del año, pero sí podemos afianzarnos en el amparo y la protección de nuestro Dios (Mt. 28:20).
La fascinación desproporcionada de Castellanos por las revelaciones lo conduce a enunciar que “los sueños son el lenguaje del Espíritu”, declaración esta que se identifica plenamente con el movimiento positivista muy en auge en la segunda mitad del siglo XX. Este es un tema tan cardinal en su ministerio que Castellanos encontró necesario escribir un libro al respecto, el cual lleva por título: Sueña y ganarás el mundo.
Aunque Castellanos trata a veces de ser conservador en la presentación de sus conceptos, termina por extraviarse de la ortodoxia bíblica delimitando, por ejemplo, cuándo un sueño es genuino o no. Declara que si te ves viviendo una vida de abnegación, sacrificios y pobreza entonces estás fuera del sueño de Dios, pues, los sueños de Dios son bienestar, paz, seguridad y felicidad.[20] ¿Dónde quedan entonces pasajes como: “Es necesario que a través de muchas tribulaciones entremos en el reino de Dios” (Hch. 14:22)? Ver también: Hch. 20:23; Ro. 5:3; 2 Co. 1:4; 1 Ts. 3:3, 4; 2 Ts. 1:4; Heb. 10:33. Castellanos ha adoptado su propia versión de lo que debiera ser la revelación espiritual.
Los pastores del Harvest World Outreach, Bray y Diane Sibley, grafican muy bien la concepción que tiene el G12 con respecto al papel que juega el ministerio profético en la implementación del modelo. Ellos ponderan el ministerio profético del matrimonio Castellanos al decir:
Los pastores César y Claudia Castellanos están continuamente recibiendo revelación fresca para bendecir y equipar las iglesias […] Los pastores Castellanos tienen una función apostólica, son los apóstoles de la visión, así como John Wesley fue el Apóstol del movimiento Metodista […] La visión G-12 corre con el combustible de la revelación del Espíritu Santo, cuanto mayor sea la revelación que obtenga un pastor o un líder, mayor será el éxito que obtendrá en el desarrollo de ella.[21]
El matrimonio Sibley acota este planteamiento en “G-12 Net”, una página Web que fue creada para promover los intereses del movimiento de Castellanos. El artículo en cuestión es un llamado a la unificación de todos los que han implementado el G12 en sus respectivos países e iglesias para que formen parte de una gran red internacional. Entre las causas propuestas para la necesaria creación de esta red está persuadir a los que han adaptado el G12 para que lo adopten tal y como lo refiere Castellanos. Para convencerlos se apela a las dotes proféticas de los fundadores del movimiento. Esta es la credencial que propone el G12 para su aceptación; un papado evangélico donde el máximo líder tiene la virtud de la inerrancia; un montanismo contemporáneo donde la profecía tiene un papel elevado a la altura de las propias Escrituras.
Ante tanta sublimación a la persona de César Castellanos nos preguntamos: ¿son estas revelaciones, en verdad, provenientes de Dios? ¿Es cierto que el matrimonio Castellanos está “continuamente recibiendo revelación fresca”? En el año 1992, en una reunión del MCI, Castellanos dijo: “Ganaremos en diez años a Colombia para Cristo”. Esto, definitivamente no fue así. De hecho está demostrado que el MCI tiene un enorme por ciento de deserciones. Según datos obtenidos del registro de consolidación del G12, un 70 % no permanece en la filas gedocistas después de hacer profesión de fe.[22] Castellanos ha tenido otros desaciertos en sus proclamaciones. Cierta vez le aseguró a su congregación: “el candidato [político] que apoyemos ese será el alcalde”. El MCI apoyó a Juan Lozano, pero fue Lucho Garzón el favorito del pueblo.[23] Estos dos ejemplos responden ampliamente a las dos preguntas del inicio de este párrafo.
Castellanos, por otra parte, tiene prohibida la profecía en las células. Según él, para evitar la herejía y la división en la iglesia.[24] Esto es debido a que el MCI es una iglesia guiada esencialmente por revelaciones. Castellanos procura a toda costa que se den las profecías “correctas”, por la gente “adecuada”. La Biblia nos manda a Juzgar la profecía, no a prohibirla (1Co. 14:29-31). Castellanos está en abierta desobediencia a la Palabra de Dios prohibiendo lo que Dios alienta a practicar, siempre que el Espíritu lo inicie (1Co. 12:11; 14:26, 29, 30, 39).
Sección # 3: Modelo eclesiástico.
Es un movimiento segregacionista.
El G12 es un movimiento misionológicamente segregacionista. Separa a las personas y privilegia a las grandes ciudades con el mensaje del evangelio, bajo la bandera insana de que “hay que pensar en grande”. “El evangelismo –dice Castellanos- debe realizarse primero en las grandes urbes y de ahí ramificarse a los pueblos pequeños”.[25] Para el G12, el evangelismo tiene que ver con publicidad y números. ¡Qué distinto este pensamiento a la praxis que Jesús legó a sus discípulos! De ellos se dice: “Y saliendo, pasaban por todas las aldeas, anunciando el evangelio y sanando por todas partes” (Lc. 9:6). La iglesia primitiva hizo lo mismo. Hechos 8:4 relata: “Pero los que fueron esparcidos iban por todas partes anunciando el evangelio.” Pablo no hizo diferencia entre grandes o pequeñas ciudades; de su ministerio dijeron sus detractores: “Este es el hombre que por todas partes enseña a todos contra el pueblo, la ley y este lugar” (Hch. 21:28).
Es segregacionista, además, porque menosprecia cualquier otro método de evangelismo y discipulado que no sea el G12. “Es el modelo de los doce –dice Castellanos- el que permite el alcance de la visión que viene de Dios”.[26] Este pensamiento es recurrente en sus libros y mensajes. El mandamiento de nuestro Señor Jesucristo, sin embargo, fue predicar; él mismo lo hizo en varias formas, sin acuñar alguna de ellas como la mejor o la única. Sería contraproducente exaltar un método evangelístico por encima de otro. Una conducta semejante promueve la división entre los hermanos, algo que reprueba las Escrituras (Jn. 13:34–35; 17:23; Ro. 12:10; Ef. 4:25; Col. 2:2; 1 Ts 5:13).
Si el G12 es el único método para ganar las almas como verdaderamente Dios lo desea, entonces, ¿cómo alcanzar a los más de 11 000 grupos no evangelizados todavía? ¿Será el G12 el método correcto? Si es la visión de Dios, ¿cómo es que no se ha podido implementar en todas partes? La única manera para llegar a algunos de los países más reacios al evangelio ha sido mediante las radioemisoras evangélicas. Si un misionero osara poner los pies allí moriría inmediatamente. De esto podemos concluir que los métodos de iglecrecimiento pueden tener toda la variedad que sea necesaria, sin ponderar a uno por encima del otro y sin separarlos del tenor bíblico.
El G12 llega al colmo de la segregación al retirarle el discipulado a quienes no hayan podido lograr tener un grupo celular en poco tiempo. Luis Salas, uno de los doce de Castellanos, no gradúa del primer semestre de la Escuela de Líderazgo a quien no tenga por lo menos una célula. A menudo ni siquiera le da una segunda oportunidad; simplemente, termina con ellos la relación que mantenía.[27] El simpatizante del G12, Joel Comiskey cita textualmente en uno de sus libros un correo electrónico que le envió César Fajardo en respuesta a una pregunta que él le hiciera. La pregunta de Comiskey fue: “¿puede usted decir que una persona forma parte de sus doce si la persona no ha abierto todavía un grupo celular?” César Fajardo le respondió: “está claro que si alguien no está dirigiendo un grupo celular, él o ella no son un líder de algo y los grupos G12 son grupos de líderes.”[28] Para el G12 las personas son meramente instrumentos; simples medios para glorificar un método separatista, anticristiano y deshumano.
Es un movimiento cismático.
El G12 es un movimiento cismático desde sus primeros postulados. Su fundador indica las implicaciones que supone adoptar el modelo cuando escribe: “implementar el modelo de los doce implica abandonar lo tradicional y lanzarse a conquistar un mundo totalmente diferente”.[29] Cuando Castellanos habla aquí de “un mundo diferente” se refiere al ámbito eclesial, no al evangelístico. Él escribe más adelante: “el modelo de los doce es muy celoso, o se toma en su totalidad, o no, no hay términos medios”.[30] Estos son los “amigables” términos de un movimiento que está buscando a todas luces el cisma dentro de la iglesia.
El G12 se erige a sí mismo como el modelo único de formación de líderes, evangelización y discípulado. Esta pretensión es un rechazo al trabajo y desempeño histórico de la iglesia, a la vez que es un menosprecio a los métodos actuales que con mucho éxito están usando las distintas denominaciones en el mundo entero. Este pensamiento hegemónico es y será agente desmembrador, antes que instrumento de unidad para la iglesia.
Castellanos tiene en mente una cruzada en contra de la propia iglesia. Él proclama que ha llegado la hora de una revolución espiritual para la iglesia; esa revolución supone cambios de lo tradicional y, aunque parece benévola y justa esta aspiración, su subsiguiente finalidad es inadecuada:
Ha llegado la hora de acabar con el encierro de la iglesia entre cuatro paredes, entre ritos dogmas y tradiciones, y de cambiar la liturgia tradicional. Dios anhela establecer una revolución espiritual en su iglesia, cambiar la vieja mentalidad que afecta al cuerpo de Cristo y transmitirle la esencia viva de su Espíritu para que cada creyente navegue en el río del poder […] La conquista es ahora. La iglesia ha sido llamada a ser parte de la solución en cada país. Somos conquistadores.[31]
Castellanos propone cambios radicales para que la iglesia se erija como conquistadora de naciones y como parte de la solución de los disímiles problemas que tienen los países. Esto abre el espacio para el sincretismo iglesia-estado que en su propia familia[32] él ha implementado y que le costó casi la vida cuando en un atentado, en el año 1997, le dispararon cinco veces a él y tres veces a su esposa.
El G12 ha llegado a oponerse tanto a la práctica histórica y funcional de la iglesia, que en Brasil han colocado carteles en las calles con rótulos tan ofensivos como este: “el diablo está construyendo iglesias para que los cristianos no vayan a las células”.[33] Cualquier movimiento o método que pretenda contravenir la oración sacerdotal de nuestro Señor Jesucristo (Jn. 17:21, 22) no está actuando en conformidad a la enseñanza bíblica (Jn. 17:26; Ro. 13:8–10; 1 Co. 10:24; 1 Co. 13:3; Ef. 4:1–2; 1 Co. 14:1; 1 Co. 16:13–14; Col. 3:12–14; 1 Ts. 3:12).
Sección #4: El G-12, defensor de un nuevo pragmatismo evangélico y de una ética perniciosa.
El pragmatismo de Castellanos.[34]
El G12 expone que sus resultados a nivel mundial dictan que éste es “el método de Dios” para la iglesia universal.[35] Miden la veracidad del movimiento por la cantidad de seguidores. Esta es, sin dudas, una filosofía pragmática que asegura que lo práctico es lo que debe aprobarse, no considerando todos los elementos relacionados a la conducta empleada. Si fuéramos a aplicar esta filosofía tendríamos que concluir que no es el G12 la verdadera praxis para el mundo, sino el Islam que tiene 1 200 000 000 de seguidores, o sea, 1 de cada seis habitantes del mundo profesa el Islam. O tal vez el hinduismo, si se tiene en cuenta que poseen alrededor de 985 000 000 de discípulos; o el budismo, que tiene 1 100 000 000 de adeptos; o el animismo, que tiene la asombrosa cifra de 1 175 000 000 de partidarios. La cantidad de seguidores no justifica la veracidad de ningún movimiento; sólo su doctrina revelará la verdad sobre cualquier método que se quiera implementar en la iglesia del Señor. “Así que, hermanos, estad firmes, y retened la doctrina que habéis aprendido, sea por palabra, o por carta nuestra” (2 Ts. 2:15).
El MCI tiene por filosofía que todo el mundo debe ser líder y serlo en poco tiempo. Para ellos esto es práctico y funcional. Esta estrategia obvia el proceso de Dios para la formación del carácter de un cristiano y entrega a neófitos altas responsabilidades para las que no están preparados. El G12 tiene a personas con grabes problemas matrimoniales frente a grupos celulares a pesar de lo que la Biblia ordena: “que gobierne bien su casa, que tenga a sus hijos en sujeción con toda honestidad (pues el que no sabe gobernar su propia casa, ¿cómo cuidará de la iglesia de Dios?); no un neófito, no sea que envaneciéndose caiga en la condenación del diablo (1Ti 3:4-6). Comiskey relata cómo un líder llamado Mario anima a seguir adelante a Juan (uno de sus doce) con las células y con su grupo de doce, a pesar de que Juan acababa de confesar públicamente que está “luchando con su matrimonio”.[36] Para el G12 lo importante es que no se detenga la maquinaria gedocista, aunque esto conduzca a muchos al descalabro familiar, a la deshonra y al fracaso. Las personas como individuos no cuentan, solo los números tienen la preponderancia.
La megalomanía del G12.
Castellanos entiende que el verdadero éxito en el ministerio consiste en luchar por encontrarse entre los más destacados.[37] Es una competencia por estar dentro de los más nombrados. Tal espíritu no es de Dios. El Señor dijo que el mayor es el que sirve. No se trata de escalar y hallar renombre; se trata de servir sin pretensiones carnales y sin buscar otra alabanza que la de Dios (Mt. 18:2–4; 1 Co. 3:7).
El plagio en la literatura gedocista.
En el manual del G12, Intercesión. Seminario nivel 2. Guía del maestro, Castellanos plagia frases completas del Nuevo Diccionario Ilustrado de la Biblia. En ningún momento cita fuente alguna, lo que hace creer al lector que los conceptos reflejados son de su propia autoría. Aunque al final del libro cita entre las doce bibliografías consultadas[38] al diccionario que hemos hecho referencia, no hay ninguna indicación en el texto que diga cuándo se vale de la bibliografía, o más importante aún, cuándo cita textualmente obras de otros autores. Veamos algunos ejemplos:
En la página 11, párrafo 1, Castellanos expresa el concepto de intercesión diciendo: “intercesión es la acción de presentar súplicas o peticiones a Dios, siemrpe [sic] en favor de otros. Tanto el verbo hebreo ‘paga’ como el griego ‘entygjano’, quieren decir «encontrarse con una persona», y su significado deriva de «buscar su auxilio».”[39] Veamos a continuación lo que dice el Nuevo Diccionario Ilustrado de la Biblia: “Acción de presentar súplicas o peticiones a Dios generalmente a favor de otros. Tanto el verbo hebreo paga como el griego entygjano quieren decir «encontrarse con una persona», y su significado deriva de «buscar su auxilio».”[40] El concepto de Castellanos es idéntico al del referido libro de consulta, con unas pocas excepciones.
En la página 11, párrafo 2, Castellanos indica: “la intercesión depende de: un sentido de solidaridad entre los hombres, que induce a buscar el bien del otro.”[41] Ahora veamos lo que dice el Nuevo Diccionario Ilustrado de la Biblia: “En los ejemplos veterotestamentarios la intercesión depende de: un sentido de solidaridad entre los hombres que induce a buscar el bien del otro.”[42] La única diferencia es que Castellanos pone una coma después de la conjugación “que” y obviamente introduce la frase de otra manera para que sirva mejor a su propósito. Evidentemente esto es plagio.
En la página 11, párrafo 3, Castellanos continúa expresando que la intercesión depende de “la convicción por parte del intercesor de que Dios puede salvar o bendecir a la persona necesitada por quien se está intercediendo.”[43] Veamos lo que acota el Nuevo Diccionario Ilustrado de la Biblia: “[la intercesión depende de] la convicción del intercesor de que Dios puede salvar o bendecir a la persona necesitada por quien se intercede.”[44] No hay otra explicación aquí para lo que Castellanos hace en su libro. Él copia, sin cuidado alguno, de otros autores y disfruta de los resultados de este acto indigno y anti-ético.
Sección # 5: El pre-encuentro, el encuentro y el pos-encuentro. Sus Semejanzas a movimientos religiosos extremos.
El G12 tiene un curioso parecido a la orden católica y religiosa “La Compañía de Jesús” o como más popularmente se les conoce: “Los Jesuitas”.[45] La orden de los Jesuitas fue fundada por Ignacio de Loyola, sacerdote católico español. Loyola escribió un manual para las necesarias meditaciones sobre el sentido de la vida y sobre el perfeccionamiento de la forma de vivir, divididas en cuatro periodos o semanas. A este manual le puso por nombre: Ejercicios espirituales para vencerse a sí mismo y ordenar su vida sin determinarse por afección alguna que desordenada sea. Es el manual de prácticas que se utiliza todavía en los retiros católicos de dicha orden. Este manual tiene prescripciones rigurosas que el que aspira a una espiritualidad superior debe observar con detalle. A continuación lo explicamos mejor:
En la primera [semana], el ejercitante cristiano debe meditar sobre el pecado, reconocerse como pecador y realizar propósito de enmienda. Purificada ya su alma, durante la segunda semana ha de meditar sobre la vida de Jesucristo, que tomará como modelo. La asunción de que sólo el sacrificio puede ser el camino para acercarse a la vida de Jesucristo, determina que la tercera semana se dedique a la reflexión sobre su pasión y muerte. A lo largo de la cuarta semana, el cristiano medita sobre la recompensa que supone el sacrificio: la transformación de la persona que se identifica de forma plena con el Salvador resucitado y triunfante, glorificando a Dios Padre.[46]
Algo muy parecido se puede ver en los llamados “encuentros” promovidos por César Castellanos. El G12 establece como práctica de iniciación para los nuevos creyentes una actividad espiritual de tres días a la que llaman el Encuentro. Castellanos llega a decir que en el “encuentro” es donde la persona nace de nuevo, aun cuando haya hecho profesión de fe antes. Castellanos describe este evento diciendo: “El Señor colocó en nuestro corazón el sentir de los encuentros, retiros espirituales de tres días en los que cada creyente reafirma su fe y obtiene un nuevo nacimiento genuino”.[47] Para el G12 la conversión de una persona no se hace efectiva hasta que pasa por el encuentro que ellos propician. Castellanos llama creyentes a aquellos que van al “encuentro”. Si son creyentes, entonces ¿por qué han de nacer de nuevo? La Biblia instituye una pauta muy diferente a la que propone el G12 cuando afirma: “porque todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo” (Ro. 10:13).[48] Ver además: Hch. 4:12; 16:31; Ro. 3:22–24; 4:4–8; 5:1–2; 6:23; Ef. 1:7–8; Col. 1:13–14; Tito 3:4–8 y Heb. 7:25.
Cuando alguna persona es alcanzada con el mensaje del evangelio inmediatamente es preparada para que esté lista para un evento anterior al “encuentro”, al cual el G12 llama, “pre-encuentro”. El pre-encuentro consiste en una serie de conferencias que preparan a la persona con respecto al encuentro de tres días al que va a asistir. Allí le previenen de manifestaciones que van a ver y procuran disipar los temores de los nuevos profesantes. Es una especie de lavado de cerebro.
Los nuevos creyentes son más tarde invitados al “encuentro” que dura tres días. “¿Por qué tres días? –se pregunta retóricamente el propio Castellanos y se responde- creemos que es el tiempo correcto para que el Espíritu de Dios pueda impactar sus vidas”.[49] Castellanos justifica la importancia de los tres días colocando a Pablo como ejemplo, quien estuvo tres días en ayuno hasta que Ananías oró por él. Castellanos dice que después de esos tres días, Pablo dejó de ser el mismo. Pablo, sin embargo, en los relatos de su conversión exalta su encuentro con Jesús por encima de cualquier otra experiencia posterior, incluso, en Hechos 26:12-18, ni siquiera menciona los tres días subsiguientes a su conversión.
En el manual Pre-encuentro. Guía del alumno, Castellanos regresa a ponderar la importancia de los tres días del encuentro, citando como apoyo a Juan 2:19: “Respondió Jesús y les dijo: Destruid este templo, y en tres días lo levantaré.” Sobre este verso Castellanos explica: “el encuentro debe tener una duración de tres días, lo cual le permite a Dios realizar una profunda obra de transformación en cada vida.” Sin embargo, no se percibe cómo encaja este texto en su propósito. Esta es sin duda otra ocasión en la que el G12 fuerza la Escritura para manipular a las personas a ir a sus eventos.
Castellanos mistifica a tal punto “el encuentro” que llega a afirmar: “el salmista dijo: Encomienda a Jehová tu camino, y confía en él; y él hará (Salmos 37:5). Poder encomendar, entregar, rendir la totalidad de nuestra vida es algo que podremos lograr solamente en el Encuentro”.[50] Vean como Castellanos usa el adverbio de modo “solamente”. El G12 le hace sentir a sus seguidores una gran incapacidad para relacionarse con Dios. Nublan con declaraciones como estas el sacerdocio de todos los creyentes, mediante el cual, todo hijo de Dios puede tener libre acceso a Su presencia.
Para estos “encuentros” el G12 ha elaborado un manual con aspectos muy parecidos al que creó Loyola. En el manual utilizado por Castellanos para los encuentros se prohíbe la asistencia si el que ha sido invitado no puede asistir desde la primera noche del evento: “Nadie puede ser recibido en el “encuentro” después de la ministración de la primera noche. Es expresamente prohibido tal hecho. En caso que la persona no pueda ir desde la primera noche, deberá aguardar en oración la oportunidad que Dios le dará para que pueda hacer todo el encuentro”.[51] Vean lo místico de la práctica del G12.
El manual del G12 tiene otras prohibiciones no menos dudosas que la anterior. No se comprende cómo, si los encuentros son actividades espirituales, se permita la asistencia solo a quienes cumplan una larga lista de requisitos. El G12 se parece cada vez más a las antiguas sociedades secretas que tantas veces cometieron hechos escandalosos.[52] En el manual de “encuentros” dice: “Es expresamente prohibida la ida de personas que no hayan pasado por el ‘pre-encuentro.”[53] Llegan a pedir extrema precaución aún con los cocineros que se seleccionen. En el manual dice: “Tenga un cuidado especial con el equipo de la cocina. Seleccione a personas aptas y que entiendan del asunto”.[54] Nos preguntamos; ¿qué tanto esconde el G12? Ellos llegan a hacerle prometer a los que asisten a sus encuentros que no le digan a nadie lo que ocurre en sus reuniones. Esto es más parecido a la fragmasonería del siglo XIV y a los rosacruces del siglo XVII que a un movimiento evangélico de iglecrecimiento y discipulado.
El manual del “encuentro” del G12, en su página 3 dice: “Es expresamente prohibida la lectura o manoseo de este manual por personas que aún no pasaron por el ‘encuentro”.[55] Esta declaración es muy similar al manual de Ejercicios Espirituales de Loyola que ordena: “No ponerles en contacto [a las personas] con el libro sin la preparación suficiente. De ordinario ha prevalecido la letra sobre el espíritu y más perjuicio que ventajas […]” En el manual de Loyola también aparece una consecución de actividades que no se deben dejar de observar en el orden que se prescriben. Lo mismo ocurre con los encuentros del G12 que tienen un orden de oraciones y prácticas a seguir.[56]
El señuelo que el G12 halla para reclutar cada vez más personas para los “encuentros”, es la afirmación de que un “encuentro” equivale a un año de crecimiento espiritual.[57] El “encuentro” se ha convertido en una especie de indulgencia evangélica y un ente con vida propia, tanto que puede hacer más en tres días que lo que el propio Señor puede hacer en un año en la vida de un creyente. Lo curioso es que las estadísticas del MCI revelaron que después de un “encuentro” había una enorme cantidad de personas que dejaban de ir a las células y evitaban involucrarse otra vez con el G12. En la búsqueda de la solución, Castellanos concluyó que este era un contraataque del Diablo, por lo que estableció el “post-encuentro”, una nueva estrategia para retener a los conversos.[58] Ante esto el escrutador sincero no deja de preguntarse: ¿cómo es posible que un “encuentro” de tres días equivalga a un año de crecimiento espiritual y saliendo del mismo haya una abrumante deserción? ¿De qué sucesos fueron testigos estos cristianos principiantes, que nunca regresaron a la iglesia?
El G12 ha llegado a prácticas tan escandalosas como la imposición de manos sobre los órganos sexuales para la consagración de los mismos. En sus “encuentros” se pretende ayudar a mujeres y hombres que tuvieron diferencias con sus padres (ahora fallecidos), proveyéndoles guías que simulen ser sus padres y les carguen en sus piernas para identificarse mejor con ellos. Se escriben cartas a los muertos para ser quemadas más tarde en hogueras que se realizan con ese fin. Se realizan pactos de silencio, y otras prácticas cuestionables.[59]
Sección # 6: El modelo de gobierno del G12.
El gobierno de los doce reclama ser el modelo perfecto para dirigir a la iglesia, y pretende ser el método bíblico establecido por el Señor Jesús; aunque en verdad, basa su práctica sobre sucesos del Antiguo Testamento. Castellanos presenta a Moisés como uno de los primeros en entender el modelo de gobierno de los doce cuando nombra a doce príncipes para que vayan a examinar la tierra de Canaán.[60] Esto es un argumento en contra del propio modelo de los doce, porque de aquella docena de príncipes solo dos hablaron y guiaron al pueblo con genuina fe y rectitud (Nm. 13:32). Por otra parte, el Antiguo Testamento no prescribe un sistema estricto de gobierno para la iglesia; las circunstancias y el propósito de Dios con la nación de Israel en aquel entonces eran diferentes al momento y al trato de Dios hoy con su cuerpo, que es la iglesia. En verdad vemos un cuadro de gobierno muy diferente al modelo del G12 cuando examinamos el Nuevo Testamento, especialmente las epístolas:
El cuadro que presenta el Nuevo Testamento, es el de un gobierno local con cierta supervisión por parte de los apóstoles y otros líderes de la iglesia, la que se ejercía en varios niveles. Las iglesias, a nivel de la congregación, parecen haber adoptado formas de gobierno que heredaron de la comunidad judía donde tuvo sus inicios. Las sinagogas, característicamente eran regidas por un grupo de ancianos, palabra que en griego (presbúteroi) era la misma con que se denominaban los ancianos de las iglesias. Los ancianos de las sinagogas eran también diferenciados entre archisunágogoi (líderes de la asamblea), que podían ser uno o varios, y los huperetai (siervos). Los cristianos usaban la palabra ekklesía (iglesia) en lugar de sunagogé (sinagoga); las dos son sinónimos. Archisunágogoi (líderes de la sinagoga) también corresponde a epískopoi (supervisores, obispos), y designa a las personas que son los principales encargados de la asamblea. Huperetes y diákonos son también sinónimos, designando a los siervos o ministros de la congregación judía y de la cristiana respectivamente (Dictionary of the Later New Testament, s.v. «Church Order, Government»). Por supuesto, los cristianos adaptaron las formas heredadas del ámbito judío, según sirvieran mejor a sus propósitos en el Señor y a la índole carismática de su culto, adaptándolas también al nuevo entorno gentil al entrar la obra cristiana en este campo.[61]
En el Nuevo Testamento se hace provisión para el nombramiento de líderes debidamente calificados (obispos, presbíteros, diáconos), pero nada se dice de grupos de doce que gobiernen en las ciudades o en las iglesias. Todo esto es el fruto de un forzado intento por armonizar textos sueltos del Antiguo y Nuevo Testamento, sin prestar atención al contexto en el que fueron escritos.
El gobierno que propone Castellanos tiene serias deficiencias en la calificación que establecen para la elección de doce. Es sabido que cada quien se busca los doce que van a liderar junto con ellos. La exhortación de Castellanos es: “su equipo de doce va a ser escogido teniendo en cuenta a los mejores de ellos.[62] Es un liderazgo totalmente por designación, donde cada persona es dueña de elegir a quienquiera, sin la opinión de alguien más. La propia hija de César Castellanos le pidió ayuda a su mamá para seleccionar a sus doce y Claudia Castellanos se la negó. Esto, a la larga, va a traer problemas de considerable envergadura. Una selección sobre la base de un solo criterio se presta fácilmente al favoritismo y a la parcialidad. Curiosamente, el propio Castellanos tiene en los puestos cimeros del movimiento a sus familiares cercanos. Su esposa atiende la Red de Mujeres, su Cuñado atendía hasta hace poco la Red de Jóvenes, su suegra atiende la Red de Intercesión.
El equipo de Investigaciones Teológicas del Centro hace una lúcida observación sobre las lagunas que se perciben en la selección para el equipo de doce:
[César Castellanos] plantea, que para formar parte del equipo que conforman el grupo de los doce, estos deben cumplir con ciertos patrones o cualidades que les calificarían para ser elegidos. Entre estas cualidades él señala: estar bajo bendición (Dt. 28:1); ser una persona de fe (Ef. 2:20); llena de virtud (Ex. 28:21); conocedora de la verdad (2 P 1:5); temerosa de Dios (Ex. 18:21; 2 P 1:6); y que aborrezca la avaricia (Ex. 18:21; 1 Ti 6:10).[63] Si todos no pueden cumplir con las expectativas que el autor plantea en su libro, que no son negativas, ¿Qué hacer con los que no cumplen con tales requisitos o cualidades? ¿Serían ignorados en el equipo? ¿Podrían [ellos a su vez] desarrollarse en doce nuevos miembros?[64]
El gobierno que presenta el G12 es vitalicio y colocado por sus proponentes a la altura de la elección de la pareja para el matrimonio.[65] No hay ni elecciones, ni referéndum para ratificar o elegir nuevos candidatos; unilateralmente se manejan estas decisiones. Cada cual es responsable por lo suyo y edifica su propio reino sin que nadie más intervenga; al menos es eso lo que teóricamente sugiere Castellanos en su modelo. Surge, entonces, un dilema que colocamos en el párrafo siguiente para su análisis.
Si por alguna causa moral o teológica un líder de doce naufraga en la fe ¿bajo qué liderazgo quedarían los doce que antes atendía y lideraba? Ajustándome a lo dicho en la literatura de Castellanos, no se ha legislado nada al respecto todavía. ¿Acaso elegirían entre ellos mismos a un nuevo líder? Si es así, entonces el sistema de gobierno del G12 cambiaría, porque serían los doce quienes elegirían al líder y no el líder a los doce. Este procedimiento contravendría todo lo que hasta ahora ellos han enseñado. Además, si uno de los doce resulta electo como líder ya no lo sería sobre doce, sino sobre once. A Castellanos le está ocurriendo lo que a Dédalo, ha construido un laberinto del que no se puede salir.[66]
Sección # 7: Método de estudio bíblico del G12.
La hermenéutica del G12 es netamente alegórica. El movimiento le concede significado a los pasajes según lo que desean ver en ellos y no según una hermenéutica histórico-gramatical, como correspondería a una interpretación ortodoxa. Debido a esto, interpretan pasajes como Hageo 2:9 diciendo que la casa a la que hace referencia el pasaje no es el templo de Salomón restaurado, sino la iglesia después del día de Pentecostés.[67] Interpretan la parábola de la higuera que hace referencia a la nación de Israel como si se refiriera a la iglesia que no da frutos (Lc. 13:6-9).[68] El Salmo 2:7, 8 lo aplican a la iglesia, cuando en realidad es una promesa al Hijo. La alegoría y la eiségesis son cual constantes matemáticas en la teología del G12. Examinemos algunos ejemplos.
Sobre el ayuno.
El G12 aplica esta antojadiza manera de interpretar las Escrituras a casi todos los temas que aborda. Para presentar los propósitos del ayuno –por ejemplo- Castellanos usa textos bíblicos que nada tienen que ver con ayuno, ni tan siquiera con oración.[69] Dice, además, que el ayuno está colocado por Dios para doblegar los instintos carnales.[70] En este sentido, Castellanos exagera. Es por el Espíritu y no por el ayuno que doblegamos los deseos de la carne. Una persona diabética, una mujer embarazada u otra persona limitada para someterse a un ayuno puede, también, gozar de victoria espiritual. La Biblia dice: “Por eso, hermanos, ya no estamos obligados a vivir de acuerdo con nuestros propios deseos. Si ustedes viven de acuerdo a esos deseos, morirán para siempre; pero si por medio del Espíritu Santo ponen fin a esos malos deseos, tendrán vida eterna. Todos los que viven en obediencia al Espíritu de Dios, son hijos de Dios” (Ro. 8:12-14).[71] El ayuno es una excelente manera de fomentar la vida devocional, pero no el único medio para este fin. La oración, la alabanza, la adoración y la lectura bíblica también son derroteros seguros para una comunión íntima con Dios.
Sobre la Trinidad.
Castellanos desvaría teológicamente cuando hace referencia a la Trinidad, él dice: “Lo que está más cerca de Dios es el espíritu [sic] de Dios, por tanto él conoce los secretos que allí se encuentran”.[72] Esta frase presenta un problema doctrinal serio. Castellanos coloca en una escala relacional a las personas de la divinidad, lo cual fragmenta la doctrina de la Trinidad. Al tener el Padre un favorito, se rompe la unidad de la deidad y se coloca a Dios en posesión de sentimientos discriminatorios.[73] En su manual, Post-encuentro. Guía para hombres, Castellanos repite el error cuando dice: “Sabemos que la persona más importante del universo es el Espíritu Santo, y Dios nos lo concedió a nosotros los creyentes como un regalo, para que lo cuidemos como la perla de gran precio.”[74]
Sobre la creación del hombre.
Castellanos dice que Dios creó primeramente al espíritu humano antes que al cuerpo.[75] La Biblia dice algo muy diferente: “Entonces Jehová Dios formó al hombre del polvo de la tierra, y sopló en su nariz aliento de vida, y fue el hombre un ser viviente” (Gn. 2:7). Primero Dios creó el cuerpo del polvo de la tierra y luego lo vivificó al soplar en su nariz aliento de vida.
Sobre Lucas 6.12 y la elección de los Doce.
Otra eiségesis de Castellanos la hallamos cuando propone intercesión para la elección de los doce y se apoya en Lucas 6:12.[76] Esta sugerencia encierra algunas dificultades: (1) Presenta a Jesús legando un modelo de gobierno, inexistente en verdad, y no descubre las implicaciones escatológicas que tenía esta elección. (2) Presenta una eclesiología polarizada donde la elección de candidatos al liderazgo se basa en la oración y criterio de una sola persona. (3) Hace una eiségesis del pasaje al decir que Jesús estaba intercediendo por los Doce, cuando la Biblia solo dice que: “En aquellos días él fue al monte a orar, y pasó la noche orando a Dios”. En ningún momento la Biblia dice sobre qué temas estaba orando; en cualquier caso, es menos seguro decir que estaba orando solamente por los Doce. Convertir las especulaciones en verdades absolutas no debe ser la práctica de la iglesia. Sin embargo, queda claro por el ejemplo de Jesús (no solamente en Lc. 6:12) que tiempos de calidad en la presencia de Dios nos preparan mejor para las decisiones de la vida y del ministerio.
Sobre Hechos 19.6, 7.
En el libro de César Castellanos intitulado Intercesión, el autor asegura que Pablo formó en Éfeso un grupo de 12,[77] cuando en realidad lo que la Biblia dice es: “Y habiéndoles impuesto Pablo las manos, vino sobre ellos el Espíritu Santo; y hablaban en lenguas, y profetizaban. Eran por todos unos doce hombres” (Hch. 19:6, 7). Pablo no forma ningún grupo de doce; esta era la cantidad de hombres que había encontrado Pablo en su visita a Éfeso.
Sobre 1 Reyes 18.
Castellanos presenta a Elías como modelo de intercesor y le imputa dudosas inventivas al profeta. Dice de Elías que: (1) “Estableció el gobierno de los doce. Las doce piedras significan doce líderes firmes en la obra de Dios, sobre los cuales descansa el peso del ministerio (1 R. 18:31)”.[78] (2) “Estableció la cruz. La leña representa la cruz de Cristo (1 R. 18:33)”.[79] (3) “Estableció las cuatro medidas básicas para el éxito de su misión. Es lo que nosotros conocemos como los cuatro pasos de la escalera del éxito: ganar, consolidar, discipular y enviar (1 R. 18:34)”.[80] Castellanos ve en los cuatro cántaros de agua que Elías mandó a echar sobre el holocausto y sobre la leña, los cuatro pasos regidores de la visión del G12. Es asombroso el sistema de interpretación alegórico que usa Castellanos. Manipula las Escrituras para su propia conveniencia y convierte a su modelo de gobierno en la razón última de todos los pasajes del Antiguo Testamento.
Sobre Isaías 52.
Castellanos continúa alegorizando. Dedica todo un capítulo a explicar el ministerio evangelístico a través de Isaías 52. De ahí que le atribuya a los distintos versos del pasaje descabellas interpretaciones. Encuentra en Isaías 52 la doctrina del bautismo del Espíritu Santo, el enfoque del ministerio cristiano, y hasta da indicaciones sobre auto-liberación espiritual. Este pasaje en realidad es la promesa de la liberación de Sión del cautiverio babilónico. Nada tiene que ver con lo que Castellanos cree encontrar.[81]
Sobre la cruz y la corona de espinas.
Castellanos le atribuye a cada dolorosa experiencia de Jesús en la cruz un significado específico. Asegura que cada uno de los clavos que horadaron las manos y pies de Jesús tienen un significado. El clavo número uno –según Castellanos- es aquel en el cual Jesús llevó nuestra culpabilidad. En palabras textuales declara: “Ya no hay necesidad de que se sienta culpable, Jesús llevó la maldición en ese clavo.”[82] A su vez, el clavo número dos se encarga de cancelar los argumentos de Satanás en nuestra contra[83] y el clavo tres es el que garantiza la victoria sobre la opresión.[84] Para cada clavo da una explicación nada breve, basada en ideas preconcebidas, ilógicas y artificiosas. Asegura, además, que “la maldición económica fue cancelada por Jesús al llevar la corona de espinas.”[85] Cuando Castellanos explica el poder de la redención, propone que a través de la corona de espinas, Cristo llevó la ruina que tipificaban los espinos y abrojos resultantes de la maldición decretada por Dios a la tierra en Génesis 3:18.[86]
Sobre el nuevo nacimiento.
Castellanos dice que para algunos resulta difícil explicar el nuevo nacimiento y añade: “eso fue lo que le sucedió a la bienaventurada virgen María cuando un ángel le dijo que iba a concebir al Salvador del mundo.”[87] Castellanos parece sugerir que María nació de nuevo cuando quedó embarazada por el poder del Altísimo. Esta consideración es atrevida y responde a las habituales eiségesis del G12.
Sección 8: Sistema doctrinal.
Teología de dominio del G12
Castellanos cree que los cristianos conquistarán el mundo. Para validar su propuesta encuentra textos hermenéuticamente inaplicables a la iglesia. Al usar Apocalipsis 11:15b[88] acota: “Si creemos que esto es así, Dios quiere que comencemos a conquistar las naciones para él”.[89] Castellanos obvia deliberadamente que la séptima trompeta anuncia el fin de la Gran Tribulación y el comienzo del Milenio, nada tiene que ver con la conquista de naciones mediante el ministerio de la iglesia.
En su libro Liderazgo de éxito a través de los doce, Castellanos presenta sus creencias y propósitos. Sus aseveraciones son la muestra de una evidente incomprensión de la escatología. El dice: “Lo que Dios nos ha dado es una visión para alcanzar naciones enteras, para conquistar al mundo para Cristo.”[90] Castellanos exhorta a sus seguidores con promesas falsas al decirles: “Los confines de la tierra están destinados para el pueblo de Dios, es hora de entrar a poseerlos, a conquistarlos para Cristo”.[91] Manifestaciones de esta naturaleza son el resultado de un desconocimiento teológico que desemboca en frases sin respaldo de las Escrituras. El Señor Jesús aclaró muy bien: “Mi reino no es de este mundo” (Jn. 18:36). Nuestra misión no consiste en conquistar al mundo, sino en predicarle al mundo (Mt. 28:19). No todos creerán, de hecho, muy pocos creerán, aun cuando la voluntad perfecta de Dios es que nadie se pierda. Jesús dijo: “Entrad por la puerta estrecha; porque ancha es la puerta, y espacioso el camino que lleva a la perdición, y muchos son los que entran por ella; 14porque estrecha es la puerta, y angosto el camino que lleva a la vida, y pocos son los que la hallan” (Mt. 7:13, 14).
En el manual de la autoría de Castellanos, Intercesión, se anima a los lectores a reclamar las promesas de Dios contenidas en Génesis 12:2 y en el Salmo 2:8. Específicamente sobre la cita de Génesis declara: “Desde el inicio de nuestro ministerio, Dios nos dio esta promesa, que también es para cada uno de ustedes. El pondrá un ardiente deseo en los corazones por alcanzar su nación, o la nación donde le ha enviado”.[92] Lo realmente asombroso es que la cita que Castellanos dice haber recibido de Dios para su ministerio tiene un contexto que no se puede separar del momento original en que fue entregado. Dios llama a Abram y le promete (solo a Abram) que haría de él una nación grande: “Y haré de ti una nación grande, y te bendeciré, y engrandeceré tu nombre, y serás bendición”. Esta promesa tiene que ver fundamentalmente con la formación de la nación de Israel, de la cual vendría más tarde el Mesías. Los textos que anteceden y suceden a Génesis 12:2 tampoco pueden ser aplicados a un ministerio contemporáneo.
Apego a los postulados del movimiento de la Lluvia Tardía.
Se nota en los escritos de Castellanos el apego a los postulados del movimiento de la Lluvia Tardía, especialmente cuando se hace eco de las declaraciones de dicho movimiento sobre un futuro avivamiento mundial. Castellanos declara:
La promesa de Dios es que la gloria postrera será mayor que la primera. Estás viviendo el momento más propicio para la multiplicación y para ello se requiere que cultives cualidades de consolidador. Viene un crecimiento sin precedentes para las naciones, es la unción que el Señor está dando para recoger la cosecha, pero es importante que adquieras un compromiso serio con Dios, pues él anhela usar tu vida. Durante este proceso estás rescatando vidas de las garras del adversario y las estás trasladando al reino de Dios.[93]
El Reverendo Eduardo González Álvarez hace un agudo análisis a este planteamiento que por su valía lo acotamos a continuación:
Aquí Castellanos toma una promesa específica para un lugar dado (el templo de Zorobabel, Hag. 2:9) y la extiende a un avivamiento mundial sin precedentes, violentando la interpretación hermenéutica del texto. La alusión a “recoger la cosecha” es prueba de su afiliación con los postulados de la Lluvia Tardía. No dudamos del interés de Dios por lograr una buena cosecha de almas antes de que se produzca la Segunda Venida de Cristo. Tampoco desconocemos el crecimiento que el Espíritu Santo está provocando en buena parte de la iglesia universal de Cristo. Pero esas obras proceden de Su gracia y no de Sus promesas. Todo lo que proféticamente fue predicho con relación a los tiempos que anteceden a la venida de Cristo ya está cumplido o en vías de cumplimiento. No podemos albergar falsas esperanzas ni hacer que los creyentes se confíen, esperando un gran avivamiento mundial. La orden de Cristo es: “Mirad también por vosotros mismos, que vuestros corazones no se carguen de glotonería y embriaguez y de los afanes de esta vida, y venga de repente sobre vosotros aquel día. 35Porque como un lazo vendrá sobre todos los que habitan sobre la faz de toda la tierra. 36Velad, pues, en todo tiempo orando que seáis tenidos por dignos de escapar de todas estas cosas que vendrán, y de estar en pie delante del Hijo del Hombre.” (Lc 21:34-36).[94]
El G12 cree también –al igual que la Lluvía Tardía– que a través de la imposición de manos puede entregar dones e incluso traspasar a otros el éxito en el ministerio.[95] Concede a los hombres facultades que solo pertenecen a la deidad (1 Co. 12:4-7).
La sanidad interior a través de la regresión.
El G12 en su acervo doctrinal incluye prácticas cuestionables y extremas. Este movimiento bebe de las turbias aguas del neopentecostalismo y no es remiso en invitar a otros a abrevar juntamente con él. Una de las experiencias que más difunden es la llamada sanidad interior a través del regresionismo.
El regresionismo que practica el G12 va desde la quema de pecados en cementerios hasta pedir perdón o perdonar a familiares muertos. El mismo Castellanos tomó en una ocasión el lugar del padre fallecido de uno de sus líderes, que se sentía herido porque su padre lo castigó duramente el día antes de su cumpleaños número doce por sacar malas notas en la escuela.[96] En ocasiones se distribuyen en los encuentros carritos de juguete y muñecas, para que por asociación, los hermanos puedan pasar fácilmente por el proceso de sanidad interior de sus recuerdos.
En los pos-encuentros se enseña que el individuo debe guardar las enseñanzas que obtuvo en el pre-encuentro. Pues es en esta condición -afirma– que su salvación (llamada de cobertura espiritual) está garantizada. Según ellos, la salvación es aquella conquistada por la regresión, quiebre de maldición, y sanidad interior, invalidando de esa forma el sacrificio perfecto, completo y final del Señor Jesucristo en el Calvario, creando nuevas salvaciones con supuestas promesas en nombre de Dios, diciendo que ahora sí, la salvación llegó, llevando a los cristianos a dudar de su propia salvación en Cristo. Como, por ejemplo […] algunas personas que participaron del G12, creyentes de muchos años, aseveran, en público, que todo cuanto aprendieron a lo largo de los años, en los cultos públicos, en las escuelas dominicales, en los seminarios bíblicos, etcétera, no era verdad, porque sólo después del G12 encontraron la verdad. [A lo que decimos]: toda y cualquier tentativa de cancelación de los pecados por regresión, quiebre de maldición, sanidad interior, como práctica de auto-patrocinar una “salvación perfecta”, invalida el sacrificio vicario de Jesucristo en el Calvario. (Hch. 3:19; 4:12; Heb. 7:27)[97]
La sanidad interior a través de la regresión no es una enseñanza propiamente del neopentecostalismo, sino una adaptación que hace el mismo de los descubrimientos de Carl Gustav Jung, psiquiatra y psicoanalista suizo, fundador de la escuela analítica de la psicología y de las experiencias de Sigmund Freud, médico y neurólogo austriaco. Especialmente Freud trabajó en la regresión inconciente a través de la hipnosis, pero quedó inconforme con los resultados y le pareció peligrosa. Freud, entonces, implementó la regresión consciente, con la que estuvo muy satisfecho.
La tercera oleada del pentecostalismo ha implementado ambas prácticas psicológicas en sus reuniones, sin medir las consecuencias ni considerar lo que la Biblia tiene que decir al respecto. Algunos han llegado a declarar que a Sigmund Freud y a Carl Gustav Jung Dios les reveló verdades que les fueron ocultadas a los propios profetas y apóstoles. Parece que los que así piensan olvidan que Freud dijo que la creencia acerca de Dios era una ilusión y agregó, además, que la idea de Dios tuvo su origen en una actitud neurótica.[98] Freud se llamaba a sí mismo “un judío impío y un pagano sin arrepentimiento”. Freud sostenía que el cristianismo era una ilusión que tenía que ser disipada. En 1909 y 1912 acusó a Carl Jung de querer matarlo con experiencias esotéricas. Freud nunca tuvo paz y siempre tuvo terror a la muerte. Era además drogadicto. En el año 1884 Sigmund Freud escribió: “He probado en mi persona el efecto de la coca —que aparta el hambre, el sueño y la fatiga y da fortaleza para el esfuerzo intelectual”. Por otra parte, Carl Gustav Jung decía recibir ocasionalmente la visita de una identidad no encarnada llamada Filemón que conversaba con él. Se sabe que también usó la astrología con regularidad. Jung más tarde apoyó el nazismo y declaró que Hitler era un semidiós. De una mente en esas condiciones salieron las enseñanzas que aplica el G12 en sus servicios y consejerías.
El G12 practica la regresión con asiduidad, a pesar de lo cuestionable de la práctica. El que es ministrado tiene que contar toda su vida para ser liberado, lo que obliga a muchos a relatar historias que nunca hubieran querido hacer públicas. Esto incurre en una violación ética de los derechos que tiene una persona de contar ciertos pecados solamente a Dios. A su vez, esas personas están siendo engañadas, porque se les hace creer que necesitan pasar por esa experiencia para ser liberadas completamente, incluso, para nacer de nuevo. Mientras que la Biblia establece que: “De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas” (2 Co. 5:17). También dicen las Escrituras: “Y a vosotros, estando muertos en pecados y en la incircuncisión de vuestra carne, os dio vida juntamente con él, perdonándoos todos los pecados, anulando el acta de los decretos que había contra nosotros, que nos era contraria, quitándola de en medio y clavándola en la cruz” (Col. 2:13,14).
Paulo César lima alecciona sobre lo peligroso de la práctica de la regresión y lo que la Biblia concluye en este respecto:
Uno de los riesgos permanentes de la regresión hecha por grupos neopentecostales es que la persona regresada puede quedar “presa” del pasado y no querer ni poder retornar más al presente. Un día después de haber participado del 4º Simposio de Doctrina en Taguatinga, DF, supimos de una señora de clase media, en Brasilia, miembro de una iglesia tradicional, al participar de una sesión de regresión en un pre-encuentro del G-12 quedó presa del pasado y tuvo que ser internada. Hechos así pueden ocurrir, y generalmente ocurren. La razón para esto es simple: si la regresión promovida por profesionales del área ya tiene sus riesgos, cuánto más cuando es hecha por individuos que desconocen por completo dónde están pisando. Bíblicamente hablando, ningún cristiano necesita de regresión, a semejanza de lo que acontece en los G-12, ni de terapia de vidas pasadas, ni de cosas parecidas. Nuestros pecados fueron perdonados y purificados por la sangre de Jesucristo (Col. 2:13; 1Jn. 1:7).[99]
La sanidad interior a través de la regresión no debe constituir parte de la praxis de la iglesia. En Cristo tenemos perdón, paz y restauración. Su sacrificio es suficiente. Cuando el pecador se arrepiente ante Dios por una vida separada de él, inmediatamente nace de nuevo y su pasado queda sepultado. Si esta persona en el futuro presentara problemas de falta de perdón, raíz de amargura u otras actitudes negativas con respecto a su pasado o presente, debe ser confrontada, no “regresada”.
El G12 les atribuye significados irreales a los dones espirituales.
El G12 tiene dificultades en comprender el significado y el papel de los dones espirituales dentro de la iglesia. Castellanos dice: “Los dones nos ayudan mucho [sic] a alcanzar un carácter firme, es decir, contribuyen a que el fruto del Espíritu sea algo que nosotros estemos manifestando de una manera permanente en nuestras vidas”.[100] Esto es de la propia cosecha de Castellanos y esto se hace claro debido a la total orfandad de textos bíblicos para probar su planteamiento. Los dones del Espíritu son herramientas útiles para la edificación y desarrollo de la iglesia, pero no corrigen el carácter ni influyen en el fruto; esto más bien viene como consecuencia de la obra de santificación progresiva del Espíritu en el creyente. No son las herramientas, sino la persona del Espíritu la que transforma el corazón humano (Ro. 8:13; 15.16).
Castellanos confina la operación de un don a pasos y reglas que cree encontrar en las Escrituras. Utiliza la historia del paralítico (Mr. 2:3-12) y sugiere: “Para evitar la parálisis lo primero es ponerse de acuerdo”.Continúa diciendo: “Los cuatro amigos del paralítico sintieron compasión por él y decidieron abrir el techo; esto representa para nosotros, abrir los cielos con nuestras oraciones, llevando la necesidad de otros a Jesús para que tenga misericordia”.[101] Hay que decir que el hombre de quien se habla en Marcos 2 estaba paralítico, no “evitando ser paralítico”. Castellanos le atribuye significado espiritual a la acción de los amigos. Se nota que fuerza la Palabra sin escrúpulos para ponderar sus propias ideas.
La visualización.
El G12 es una gran fusión de varias tendencias del neopentecostalismo. No es una visión única y revelada ahora a César Castellanos; es la compilación de todo un repertorio de prácticas de dudosa justificación bíblica. En un artículo escrito por Castellanos bajo el título, “El encuentro que cambiará tu vida”, explica cómo comprende la sanidad de la mujer que sufría flujo de sangre.
Cuando ella escuchó de Jesús, viene [sic] toda una renovación mental y comenzó a pintar un cuadro de sanidad e [sic] su mente para su vida. Si logramos captar las imágenes de Dios, podremos pintar hermosos cuadros a través de nuestros pensamientos; y todo aquello que logremos ver con los ojos de la fe pronto se convertirá una gran realidad en nuestras vidas.[102]
Vean lo pretenciosa de esta declaración. Para el G12 “todo aquello que logremos ver” será nuestro. ¿Dónde queda la voluntad, la sabiduría y la soberanía de Dios? Evidentemente estos atributos de Dios son ignorados para entonces atribuirle a la fe y a la visualización una especie de omnipotencia. A esto decimos: no importa cuánta fe se emplee a favor de determinado interés; si Dios desaprueba los motivos o la petición que se presenta ante él, tal deseo no prosperará (ver: Stg. 4:2, 3).[103]
Confesión positiva.
Castellanos arenga a sus lectores con relación a la confesión positivista diciéndoles: “Lo que decimos determina lo que vamos a ser o a conquistar.”[104] De esa forma le confiere poder ilimitado a las proclamaciones de fe y convierte al creyente en una especie de dios. Nuestro Señor Jesucristo, sin embargo, hizo énfasis en pedir a Dios, no en confesar. (Ver: Mt. 21:22; Mr. 11:24; Jn. 14:13, 14; 15:16; 16:23). Le podemos hablar a los montes, pero solo se moverán si Dios lo desea. “Sólo podremos mover las montañas que Dios quiere que se echen al mar, no las que nosotros queremos que sean removidas.”[105] Paradójicamente, la declaración de Castellanos pugna también por limitar los resultados de la oración. Tomando esta aseveración tal y como Castellanos la refiere indicaría que Dios sólo podrá hacer lo que yo proclame, por tanto Dios no podría hacer mucho más de lo que se le pida, lo que excluiría Su bondad, Su omnipotencia y Su soberanía (Ef. 3:20).[106]
Castellanos llega a colocar a Dios como un obediente súbdito al decir: “Todo lo que nosotros digamos, el Señor lo respalda”.[107] Este es el colmo de la herejía. Para Castellanos es la iglesia la que dirige a Dios y no a la inversa. El fundador del G12 ha implementado en su modelo lo peor de la herencia de Norman Vincent Peale, Robert Schuller, Napoleón Hill, Ernest Holmest y otros predicadores del movimiento positivista. Sus planteamientos no tienen nada de novedosos o revelados; son la triste repetición de las enseñanzas de los maestros de la Súper Fe.
En la página 38 del manual, Pre-encuentro. Guía del alumno, Castellanos vuelve sobre lo mismo. Esta vez abusa de Isaías 55:11 y se lo apropia hasta llegar a decir “que cada palabra que digamos se convertirá en un decreto en el mundo espiritual” […].[108] “Cada palabra que pronuncien nuestros labios sólo regresará cuando haya cumplido todo aquello para lo cual fue enviada.”[109] En ambas declaraciones se evidencia la preponderancia que le da a la confesión, en detrimento de la verdadera interpretación bíblica que tiene el pasaje. Es Dios quien está hablándole a la nación: “así será mi palabra que sale de mi boca; no volverá a mí vacía, sino que hará lo que yo quiero, y será prosperada en aquello para que la envié.” La sola sugerencia de apropiarse de atributos y disposiciones divinas es una blasfemia contra Dios, cuánto más la pretensión absoluta de ser dueño de tales poderes. La Biblia dice de los que tuercen la verdad que “no irán más adelante; porque su insensatez será manifiesta a todos” (2 Ti. 3:9).
Interpretación de melodías proféticas.
En la página 319, párrafo 4 del libro, Liderazgo de éxito a través de los doce, Castellanos relata cómo en un culto su esposa interpretó la melodía de un saxofón:
“Luego di participación a Charles Martin, uno de los invitados, quien, con una unción extraordinaria, empezó a fluir en una ministración profética a través del saxofón. En aquel mismo instante, el Espíritu le dio la interpretación de la melodía profética a mi esposa, ella entendía con plena claridad cada uno de los sonidos emitidos por aquel ungido instrumento”.
Nos preguntamos con asombro: ¿Dónde la Biblia habla de información profética oculta en sonidos musicales? ¿Cuál será la próxima experiencia que propondrá el G12 para su adopción? ¿En qué pasaje bíblico aparece el don de interpretación de notas musicales ungidas? El G12 ha ganado popularidad por sus continuas referencias a experiencias sobrenaturales, pero estas son cada vez más inexplicables y discrepantes con las Escrituras. Nadie debiera aceptar una experiencia espiritual y menos desearla, si primero no evalúa su veracidad mediante el tamiz de la Palabra.
Castellanos implementa otras prácticas de error como el desatar al Espíritu Santo[110], la cartografía espiritual[111], el traspaso de poderes y otros consabidos dislates del neopentecostalismo.
Conclusión
El modelo que propone César Castellanos para su adopción es inaceptable por numerosas razones. (1) El papel y la preponderancia que le conceden a las revelaciones es exagerada. (2) El énfasis segregacionista tanto en el discipulado, como en la evangelización y en la presentación del método G12 es inadecuado. (3) Es un método cismático, promueve la división, el desacato y la rebelión dentro de la iglesia. (4) Es un método pragmático, su interés fundamental es lograr sus metas sin sopesar la autenticidad de los medios para lograrlas. (5) La ética que promueve es anticristiana y megalómana. (6) Han adoptado y adaptado las prácticas más improcedentes de la tercera oleada del pentecostalismo, como son: la confesión positiva, la sanidad interior, la teología de dominio, la cartografía, y otras. (7) Son proponentes de un rígido modelo de gobierno que no tiene apoyo bíblico alguno; por el contrario, sus bases son eisegéticas y alegóricas. (8) La hermenéutica que usan es inadmisible, contradictoria y equívoca. No se ajusta al análisis histórico-gramatico-literal del texto, sino a una alegórica interpretación de las Escrituras.
El G12 es un movimiento cismático, hegemónico, segregacionista, injerencista y extremista en conducta y doctrina. La adopción del mismo sería contraproducente y perjudicial. La mejor decisión sería evitarlo. Lo que necesitamos para que nuestras congregaciones crezcan no vendrá de la experiencia de un “elegido”, sino por la obediencia a la Palabra, la diligencia en el servicio cristiano, el esfuerzo mancomunado del cuerpo de Cristo y la gracia de Dios. Recordemos siempre lo que el viejo discípulo le dijo a sus hijitos: “Si alguno viene a vosotros, y no trae esta doctrina, no lo recibáis” (2 Jn.10).
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Además de las fuentes ya referidas, el autor de este fascículo consultó al menos otros 50 materiales, la mayoría de ellos pertenecientes al G12, para la conformación final del documento que ahora tiene en sus manos.
Notas al pie:
[1]Sociedades Bíblicas Unidas, Biblia en Lenguaje Sencillo, (Miami: Sociedades Bíblicas Unidas) c2000.
[2] 2 Co. 2:17.
[3]Dios Habla Hoy – La Biblia de Estudio, (Estados Unidos de América: Sociedades Bíblicas Unidas), 1998.
[4]Sociedades Bíblicas Unidas, Biblia en Lenguaje Sencillo, (Miami: Sociedades Bíblicas Unidas), 2000.
[5] Posición Oficial del Consejo de Doctrina de Las Asambleas de Dios de Brasil. Citado por Paulo César Lima en: “Lo que está por detrás del G-12”. Edición digital.
[6] César Castellanos Domínguez. Liderazgo de éxito a través de los doce. (Santa Fe de Bogotá, Colombia: Editorial Vilit, 1999), pág. 39, párr. 2.
[7] Ibíd. pág. 301, párr. 3.
[8] Es importante que se sepa que Castellanos pastoreó, en solo nueve años, varias iglesias de distintas denominaciones antes de frustrarse completamente y abandonar el ministerio.
[9] Castellanos, Liderazgo de éxito, op. cit., pág. 18, párr. 1.
[10] Ibíd. pág. 301, párr. 3.
[11] Ibíd. pág. 28, párr. 3.
[12] Castellanos, Liderazgo de éxito, op. cit., pág. 30, párr. 2.
[13] Ibíd. pág. 29, párr. 2.
[14] Castellanos, Liderazgo de éxito, op. cit., pág. 142, párr. 3 y pág. 144, párr. 1.
[15] Posición Oficial de Las Asambleas de Dios de Cuba Frente a La NRA, pág. 12, párr. 2. Edición digital.
[16]Apóstoles Contemporáneos y Las Asambleas Pentecostales de Canadá. Documento de Posición Oficial preparado por la Comisión de Estudio y revisado, enmendado y adoptado por el Ejecutivo General de Las Asambleas Pentecostales de Canadá, Noviembre de 2002. Traducción: Eduardo González Álvarez.
[17]Castellanos, Liderazgo de éxito, op. cit., pág. 38, párr. 3.
[18] Montano (siglo II) colocó sus propias palabras proféticas al mismo nivel que las Escrituras.
[19]Castellanos, Liderazgo de éxito, op. cit., pág. 64, párr. 1.
[20]Castellanos, Liderazgo de éxito, op. cit., pág. 39 y 40.
[21] El poder de la red. G12 Net. http//iglesia. Net/.
[22] Datos obtenidos de los registros de “consolidación” del G-12 y publicados en el foro: http://www.jesus.com.do/2005/06/conferencias-del-g12.html#comment-2327 Material aportado.
[23] Tomado de “El G12 se agrieta”; investigación realizada por Eduardo E. González Álvarez, Dirección de Investigaciones Teológicas de las Asambleas de Dios; Ciudad de la Habana, Cuba; diciembre de 2005.
[24] Comiskey, Joel. Grupos de 12. Editorial CLIE, Terrassa España. 2001. Pág. 51, párr. 3.
[25] Castellanos, Liderazgo de éxito, op. cit., pág. 157, párr. 2.
[26] Ibíd., pág. 151, párr. 1.
[27] Comiskey. Grupos de 12. op. cit., pág. 59, párr. 4.
[28] Correo electrónico enviado por César fajardo a Joel Comiskey el 1 de diciembre de 1998. Comiskey. Grupos de 12. op. cit., pág. 58, párr. 3 y pág. 59, párr. 1.
[29] Castellanos, Liderazgo de éxito, pág. 246, párr. 2.
[30] Ibíd. pág. 247, párr. 1.
[31] Ibíd. pág. 394, párr. 5, pág. 395, párr. 3.
[32] Su esposa, Claudia Castellanos, fue la primera senadora cristiana de Colombia. Ver: Castellanos Domínguez, César. Liderazgo de éxito a través de los Doce. Pág. 46, párr. 1. El presidente actual de Colombia, Álvaro Uribe, dirigió palabras de exhortación en la convención de la Misión Carismática Internacional el día 28 de enero de 2005.
[33]Paulo César Lima: “Lo que está por detrás del G-12”. Edición digital.
[34] Joel Comiskey, un pastor y escritor defensor del G-12 define a Castellanos diciendo: “El pastor Castellanos, un pragmático de corazón”. Comiskey. Grupos de 12. op. cit., pág. 68, párr. 5.
[35]Castellanos, Liderazgo de éxito, op. cit., pág. 397, párr. 2.
[36] Comiskey. Grupos de 12. op. cit., pág. 63 y 64.
[37] Castellanos, Liderazgo de éxito, op. cit. pág. 37, párr. 2.
[38] El número doce aparece, incluso, en la cantidad de bibliografías de Castellanos.
[39] Castellanos Domínguez, César. Intercesión. Seminario nivel 2. Guía del maestro. Pág. 11, párr. 1.
[40] Nelson, Wilton M., artículo: Intercesión. Nuevo Diccionario Ilustrado de la Biblia, (Nashville, TN: Editorial Caribe) 2000, c1998.
[41] Castellanos, Intercesión, op. cit. pág. 11, párr. 2.
[42] Nelson, Wilton M., artículo: Intercesión, op. cit.
[43] Castellanos, Intercesión, op. cit. pág. 11, párr. 3.
[44]Nelson, Wilton M., artículo: Intercesión, op. cit.
[45] La Compañía de Jesús es el nombre que su fundador, el español Ignacio de Loyola, dio a la Orden. Más tarde la iglesia protestante acuñó el término “jesuitas”, por el que son extensamente conocidos hoy.
[46] Ejercicios Espirituales. Biblioteca de Consulta Microsoft ® Encarta ® 2005. © 1993-2004 Microsoft Corporation. Reservados todos los derechos.
[47] Castellanos, Liderazgo de éxito, op. cit. pág. 389, párr. 2. Cursivas añadidas.
[48] Cursivas añadidas.
[49] Castellanos, Liderazgo de éxito, op. cit. pág. 390, párr. 3.
[50] César Castellanos Domínguez, Pre-encuentro. Guía del Alumno. Pág. 49, párr. 1.
[51] Demetrio Montero Méndez, ¿Un Nuevo Evangelio? Edición digital provista por Manuel Silverio Bello, Presidente del Instituto Bíblico Central de las Asambleas de Dios de República Dominicana.
[52] Sociedades secretas, organizaciones que se caracterizan por el voto de silencio que están obligados a mantener sus miembros. Este tipo de sociedades requieren a menudo una elaborada forma de iniciación y un uso ritual de símbolos, contraseñas y gestos como modo de reconocimiento entre sus miembros. (Biblioteca de Consulta Microsoft ® Encarta ® 2005. © 1993-2004 Microsoft Corporation. Reservados todos los derechos).
[53] Montero Méndez, op. cit., Edición digital.
[54] Ibíd.
[55] Ibíd.
[56] Algunos autores ven un notable parecido entre el G-12 de Castellanos y el “Opus Dei” de Josemaría Escrivá Balaguer. Escrivá fundo su movimiento en 1928 y la estructura del mismo partía de doce clérigos que junto con él administraban la Obra de Dios (Opus Dei). Escrivá procuró entre su feligresía a personalidades de la política y las finanzas, lo mismo que Castellanos.
[57] Castellanos, Liderazgo de éxito, op. cit., pág. 386, párr. 2.
[58] Comiskey. Grupos de 12, op. cit., pág. 76, párr. 5.
[59] Complemento de la circular número 2 del presidente de la Federación del Concilio General de las Asambleas de Dios de Venezuela.
[60] Castellanos, Liderazgo de éxito, op. cit., pág. 154, párrs. 1, 2.
[61] Posición Oficial de Las Asambleas de Dios de Cuba Frente a La NRA, pág. 24, párr. 1.
[62] Castellanos, Liderazgo de éxito, op. cit., pág. 192, párr. 1.
[63] Ibíd. págs. 191 a la 206.
[64]David Zamora; Moisés de Prada; Daniel Tamayo; Istel Suárez. Análisis del libro: “Liderazgo de éxito a través de los Doce.” Dirección de Investigaciones Teológicas de las Asambleas de Dios en Cuba. Edición digital.
[65] Castellanos, Liderazgo de éxito, op. cit., pág. 192, párr. 3.
[66] Dédalo (mitología griega) fue el arquitecto que inventó para el rey Minos de Creta un laberinto tan intrincado que nadie podía encontrar la salida.
[67] Castellanos, Liderazgo de éxito, op. cit., pág. 262, párr. 4.
[68] Ibíd. págs. 352, 353.
[69] Castellanos, Intercesión, op. cit., pág. 29.
[70] Ibíd. pág. 30, párr. 3.
[71]Sociedades Bíblicas Unidas, Biblia en Lenguaje Sencillo, (Miami: Sociedades Bíblicas Unidas) c2000.
[72] César Castellanos Domínguez, Intercesión. Seminario nivel 2. Guía del maestro. Pág. 40, párr. 3, segunda oración.
[73] El autor de este análisis no cree que Castellanos sepa la envergadura de su planteamiento sobre la trinidad. Al estudiar su Obra se ha dado cuenta que Castellanos es, a menudo, ocioso en sus comentarios.
[74] César Castellanos Domínguez, Post-encuentro. Guía para hombres. Pág. 50, párr. 3. Las cursivas son mías.
[75] Castellanos, Intercesión, op. cit., pág. 21, párr. 1.
[76] Ibíd. pág. 12, párr. 3.
[77] Ibíd. pág. 68, párr. 2.
[78] Ibíd. pág. 15.
[79] Ibíd. pág. 15.
[80] Ibíd. pág. 15.
[81] Castellanos, Intercesión, op. cit., págs. 49, 50, 51.
[82]Castellanos Domínguez, César. Pre-encuentro. Guía del Alumno. Pág. 18, párr. 2.
[83] Ibíd. pág. 18, párr. 3.
[84] Ibíd. pág. 18, párr. 4.
[85] Ibíd. pág. 19, palabras de resumen del capítulo 2.
[86] Ibíd. pág. 17, párr. 4.
[87] Ibíd. pág. 23, párr. 4.
[88] “El séptimo ángel tocó la trompeta, y hubo grandes voces en el cielo, que decían: Los reinos del mundo han venido a ser de nuestro Señor y de su Cristo; y él reinará por los siglos de los siglos.”
[89] Castellanos, Liderazgo de éxito, op. cit., pág. 394, párr. 3.
[90] Castellanos, Liderazgo de éxito, op. cit., pág. 392, párr. 1.
[91]Ibíd. pág. 393, párr. 3.
[92] Castellanos, Intercesión, op. cit., pág. 22, último párr.
[93] Principios que rigen la consolidación, MCI 2003.
[94]Eduardo González Álvarez. Evaluación del movimiento de iglecrecimiento G-12. Edición digital.
[95] Castellanos, Liderazgo de éxito, op. cit., pág. 397, párr. 1.
[96]Ibíd. págs. 237, 238.
[97]Liberación y sanidad interior. Posición Oficial del Consejo de Doctrina de Las Asambleas de Dios de Brasil sobre el G12. Citado por Paulo César Lima en: “Lo que está por detrás del G-12”.
[98] Freud presenta estas ideas en el libro: Tótem y Tabú (1913).
[99] César Lima, Lo que está por detrás del G-12, op. cit., Edición digital.
[100] Castellanos, Liderazgo de éxito, pág. 117, párr. 2.
[101] Castellanos, Intercesión, op. cit.
[102] César Castellanos Domínguez. El encuentro que cambiará tu vida. Edición digital.
[103] Otras declaraciones de Castellanos sobre visualización usted puede encontrarlas en su libro: Liderazgo de éxito a través de los Doce. Pág. 198, párr. 2 y pág. 227, párr. 2; también puede consultar el manual del mismo autor: Pre-encuentro. Guía del Alumno. Pág. 38, párr. 6.
[104] Castellanos Domínguez, César: El encuentro que cambiara tu vida. Artículo de Castellanos basado en su libro: Liderazgo sobrenatural.
[105]Carson, D.A.; France, R.T.; Motyer, J.A.; Wenham, G.J., Nuevo Comentario Bíblico: Siglo Veintiuno, (El Paso, TX: Casa Bautista de Publicaciones) 2000, c1999.
[106] Ver también Castellanos Domínguez, César. Liderazgo de éxito a través de los Doce. Pág. 298, párr. 2.
[107] Castellanos Domínguez, César. Consolidación. Seminario nivel 3. Guía del Maestro. Pág. 44, párr. último.
[108] Castellanos, Pre-encuentro, op. cit, pág. 38, párr. 5.
[109] Castellanos, Liderazgo de éxito, op. cit. pág. 38, párr. 6.
[110] Castellanos, Liderazgo de éxito, op. cit. pág. 321, párr. 1.
[111] Ibíd. pág. 155, párr. 1.
Sobre el autor:
Osmany Cruz Ferrer es cubano, ministro de las Asambleas de Dios de España. Bachiller en Teología y Biblia por el Seminario de las Asambleas de Dios (EDISUB). Es Licenciado en Teología y Biblia de la Facultad de Estudios Superiores de las Asambleas de Dios (FATES) y Licenciado en Teología y Biblia con ISUM Internacional de Sprinfield, Asambleas de Dios. Actualmente concluye una Maestría con FIET. Ha sido en Cuba Pastor, Director del Instituto Bíblico de Asambleas de Dios, Vicedirector de la Dirección Nacional de Investigaciones Teológicas, presbítero y miembro del Consejo Ejecutivo del Distrito Occidental en La Isla. Desde 2011, Osmany Cruz reside en España junto a su esposa Leydi y sus hijos Emily, Nathaly, Valery y Dylan. En la actualidad desarrolla su ministerio como misionero, pastor, conferenciante itinerante, escritor y profesor titular en la Facultad de Teología de Asambleas de Dios, donde además, es el Secretario Académico y Vicedecano de comunicaciones.