LA LECCIÓN DE UNA MADRE HEBREA

Por: Prof. Dr. Levi DeCarvalho, PhD.

Recensión. Mancuello González, Wilma. La lección de una madre hebrea:
 exégesis de Pr 31, 1-9. Buenos Aires: PPC (Asociación Bíblica 
Argentina), 2018, 340 pp.

Wilma Mancuello González, paraguaya de nacimiento, es misionera claretiana. Tiene una licenciatura en ciencias eclesiásticas por el Centre Teològic Salesià Martí-Codolar (Barcelona) y es licenciada y doctora en Sagrada Escritura por el Pontificio Instituto Bíblico de Roma, además de haber hecho estudios bíblicos y arqueológicos en Jerusalén. También posee un grado de máster en antropología social. Es profesora de Sagrada Escritura y Antropología Social en Paraguay, Argentina y España. Fue la primera mujer latinoamericana en obtener un doctorado en la prestigiosa institución romana, después de más de cien años de su fundación.

El título de su libro — fruto de su tesis doctoral defendida en 2016, bajo la tutoría de Luca Mazzinghi y Stephen Pisano — refleja el desafío a que se ha planteado: ofrecer un acercamiento teórico a las dificultades exegéticas, culturales, lingüísticas, literarias y teológicas que presenta la perícopa inicial del último capítulo de Proverbios. Para los que conocen los matices característicos de esa sección de la Biblia Hebraica, el desafío es de los más exigentes para cualquier experto en el AT.

A lo largo de sus 340 páginas, Wilma Mancuello brinda al lector 1.561 notas al pie de página — un verdadero deleite para los verdaderos eruditos, un tesoro vastísimo para los que empiezan a familiarizarse con el texto y el contexto de Proverbios.

Los desafíos a la comprensión de la perícopa empiezan por determinar su origen y sus personajes. ¿Quién es ese rey Lemuel y quién es su madre? ¿Dónde se ubica la región de Masá — o no sería una región geográfica? ¿El texto es de origen judío? ¿Por qué se encuentra esa perícopa en la última sección del libro de Proverbios? Otro problema, abordado en el segundo apéndice a la obra, se refiere a la estructura del libro en la versión de los LXX.

El capítulo I (pp. 19-46) presenta el status quaestionis del tema, abordando distintas propuestas que han sido ofrecidas en cuanto al origen del texto, su datación y ubicación en el texto masorético, aportando desde opiniones de eruditos hebreos antiguos hasta acercamientos contemporáneos al enigma que plantea. La falta de consenso relativa a esos detalles justifica un renovado abordaje al asunto.

El capítulo II (pp. 20-82) está dedicado a una crítica textual y literaria de la perícopa, «sin necesidad de ninguna enmienda del texto», en especial para la traducción de masá — un substantivo común y no geográfico, según el consenso de los antiguos eruditos. Las variante textuales, dentro de lo que se conoce como el género māšāl, son analizadas con cuidado, en especial por la presencia del ketîb-qerê del verso 4.

El capítulo III, el más extenso (pp. 83-165), es el comentario bíblico, propiamente dicho, de la perícopa en cuestión. La primera parte enfoca en la interpretación del texto (pp. 83-144). Aquí, se analiza el texto en su estructura poética, como de origen verdaderamente israelita — y no foráneo, como quieren algunos eruditos. Merece la pena leer lo que dice Mancuello sobre el papel de la madre en Israel. La segunda parte enfoca en las cuestiones relativas a la identidad del rey y su madre (pp. 145-165). Es notable la percepción de Lemuel como rey justo y abogado de los pobres (p. 147s). Igualmente fascinante es el cotejo entre las atribuciones reales encontradas en la presente perícopa y los textos de Isaías 11, Jeremías 22 y el Salmo 72. Uno se acuerda, de inmediato, de la TL y su «opción preferencial por los pobres». La madre como «formadora del soberano ideal» (p. 155) añade ricos detalles al cuadro dibujado por la perícopa y perceptivamente analizado por la autora. Otro puente, aunque brevemente mencionado tiene que ver con el capítulo 5 del Libro de Daniel, y la madre de Belsasar, en donde el contraste entre Lemuel y el rey de Babilonia solo refuerza el análisis de la madre mencionada en Proverbios 31 — ella misma «defensora de los derechos» de los oprimidos de la tierra (p. 163).

El capítulo IV trata del ambiente histórico-cultural de la perícopa (pp. 167-197). Empieza por analizar el carácter pedagógico de las secciones del libro de Proverbios, haciendo alusión a los géneros equivalentes en las literaturas egipcia y de Mesopotamia. El Sitz im Leben del texto bajo consideración se analiza con propiedad, sin exageraciones socio-antropológicas, sino de forma realista, como conviene a los sabios. El papel de educadora de la reina-madre vuelve a mencionarse en esta sección (pp. 189-195). Aquí, Mancuello sugiere la posibilidad del contexto exílico como el locus de la redacción de la perícopa, aunque con cautelas por la aparente influencia de arameísmos en el texto.

El capítulo V analiza la ubicación literaria y temática del texto proverbial (pp. 199-255). Propone un acercamiento a algunas cuestiones difíciles y poco estudiadas, tales como su inserción en esta sección del Libro de Proverbios, su origen aparentemente monárquico, su función y su(s) destinatario(s). Mancuello ofrece un abordaje a las «colecciones» salomónicas del libro («Hacer justicia y juicio es a Ha-Shem más agradable que sacrificio», Pv. 21.3). Las palabras de los sabios, la clase dirigente y la justicia, la presencia de la madre, los  pobres y la tutela de sus derechos son analizados en cada colección del Libro de Proverbios, al igual que el consumo de vino, la idea de mujer, la violencia y la guerra. La sabiduría encontrada en el texto es hábilmente defendida por la autora como de origen israelita, no foráneo. La tabla comparativa de los léxicos y lemas de las colecciones (p. 248), de por sí, merece una lectura cuidadosa, para entender el argumento que se desarrolla. En ese sentido, lejos de ser un apéndice, la perícopa de 31.1-9 es una conclusión condensada de los temas principales del libro. Concluye, afirmando que «el garante supremo y último valedor de la justicia es el rey en estrecha dependencia de Dios, cuya educación se confía a la madre, figura de autoridad reiterada en el libro» (p. 254). Mancuello hace énfasis en la figura del rey como agente y administrador de justicia, en contraposición a los que oprimen a los pobres les niegan sus derechos. El simple hecho de que esos temas se ubican el la conclusión del Libro hablan de su importancia como el cierne de su instrucción. El «patrimonio sapiencial» (p. 254) del libro (caps. 10 al 31.9). De esa forma, el doble significado de justicia y rectitud como carácter y conducta encuentra su personificación en la figura del rey ideal, sabiamente instruido por su madre.

Es notable el esfuerzo de Wilma Mancuello González por profundizar su percepción de la perícopa, a partir de una metodología sólida y bien ejecutada. Su libro está destinado a ser punto de referencia para los estudios de Proverbios a todos los que intentan acercarse a la complejidad del texto. Recomiendo su lectura atenta y su adopción en los programas de enseñanza, a lo largo y ancho del mundo académico teológico.

 

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